Todos los viajes tienen su regreso. La magia del tiempo, en sus dimensiones infinitas y paralelas, nos permite transitar de un tiempo a otro y seguir la senda de nuestro recorrido vital. Este trayecto se traza al andar. Y sólo cada quien, en su caparazón, puede descubrir el signo que le corresponde.
Y tú ¿cómo quieres viajar?
Hasta mañana.
Y tú ¿cómo quieres viajar?
Hasta mañana.
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