viernes, 19 de abril de 2013

sorpresas y nuevos alientos educativos

Si acaso alguna de ustedes, amigas tortugas, logró leer mi entrega anterior, les tengo nuevos alientos. Hoy no me voy a detener en este recuento que se recrudece: elecciones que en vez de ser territorios conclusivos de decisión se asumen como puntos de partida para nuevas contiendas más allá de los linderos de la ley. La perversión de la comunicación política del votante medio, o la astucia cibernética para el conteo de los votos (la cual ya hemos presenciado en otros países, ante estos escenarios cerrados de diferencias mínimas en donde se cuestiona la vigencia de la democracia electoral desde su pilar más fuerte), nos orillan una y otra vez a buscar el triunfo electoral más allá de las urnas y a través de otro tipo de validaciones legales, lo cual es ya una causa perdida: desde donde lo observemos. Lamento mucho los rostros que nos muestra Venezuela, los muertos en medio de este jaloneo postelectoral y el incierto presente que los habita. ¿De qué lado estar? ¿a quién darle la razón? se vuelve todo de segundo orden de importancia. Lo importante es: ¿cómo lograrán un nuevo consenso social entre ambos sectores de mayor representación política? Las ventajas del conteo del 100 por ciento de los votos, como habría sido grato que ocurriera en México en el 2006, daría la certeza de que quien gobierna es quien ganó. Que sí se torna absurdo contar con todo un aparato de votación y luego deslegitimarlo en función de los resultados obtenidos, es cierto. Sin embargo, son otros factores, más allá de la institucionalidad electoral, los que establecen las condiciones para que existan dudas y opacidades en los resultados oficiales, no solo en este caso, pasó en Estados Unidos y pasó en México. Suerte a Capriles y suerte al chavismo encabezado por Maduro. Ojalá lograran gobernar juntos y hermanar sus causas y a sus seguidores. 

...Ahora acaban de darnos el anuncio de que sí habrá auditoría del 100 por ciento de las cajas electorales y nos llegan señales de calma para iniciar senderos de reconciliación. Son buenas noticias.

Consternada por las bombas en Boston, más todo lo demás ocurrido esta semana. Un temblor puso a Irán en el mapa. En fin... la vida sigue y sigue y con ella... todo lo bueno y todo lo malo de nuestra humanidad. Pero llegan voces de luz que nos invitan a pensar más en todo lo bueno que ocurre, o que puede ocurrir a través de nuestras manos. Gracias por estas voces de aliento y amistad.

Y es este llamado de luz el que me toma por sorpresa y me hace recordar que quedan muchas razones por venir y nuevos alientos de esperanza para continuar con nuestros caminos. Y espero que en estos lugares en donde la tragedia está lastimando nuestras vidas, lleguen estos rayos de serenidad desde las personas que ocupan sus horas y sus días para amar y meditar. 

Antes de concluir el día... es tiempo de escuchar música y nutrir nuestros sueños de mágico futuro.

El futuro siempre tiene la posibilidad de ser algo que aún no está definido. Parece que caminamos a paso de tortuga, sin embargo, hay pasos lentos que permiten la futura velocidad. 

La próxima evaluación de las y los maestros que forman parte del sistema educativo mexicano es una oportunidad para incursionar en nuevas visiones sobre el presente y el futuro de la educación en México. Por un lado, garantizar que cumplan con los objetivos ya planteados en los marcos normativos (planes y programas), a la vez que, mientras se preparan para ser mejores profesores, aprendan estrategias a partir de su propio proceso de formación. Para comprender los procesos que tendrán que guiar en las y los alumnos, en concordancia con lo que cada uno necesita para desarrollar lo mejor de sí y las mejores herramientas para desenvolverse ante las exigencias del mundo por venir. Al mismo tiempo que el alumno pueda contribuir a la construcción de este mundo desde nuevas visiones, gracias al proceso de desarrollo escolar que logre alcanzar y gracias al papel fundamental de las y los  profesores en el aula.

Definitivamente la necesidad de esquemas bilingües y trilingües es fundamental, tanto desde la perspectiva de quienes poseen una lengua de origen que no sea el español, como quienes son hablantes de español. La posibilidad de aprender a través del uso razonado y aplicado de lo que se aprende, desde las competencias básicas de español y matemáticas, hasta comprensiones más complejas desde los campos de las distintas ciencias. La apertura al mundo, haciendo uso de las nuevas tecnologías de la información, junto con una visión histórica de apropiación hacia las necesidades presentes y con proyección a las posibilidades futuras, tanto de México como del resto del mundo, y en relación entre sí. La posibilidad de darle un lugar mucho más relevante al arte y a las artes, desde el dominio de nociones básicas hasta la posibilidad de desarrollar talentos propios en al menos una de estas artes. Incluyendo en estas artes el legado artístico de las culturas originarias. Trazar una historia nacional en reconciliación con todas las fuentes de cultura que nos han forjado. Enriquecer el concepto de comunidad educativa. Fomentar en las y los alumnos un sentido armónico de la vida a partir del autoconocimiento y de sus propias reflexiones sobre la información que reciben, su entorno cotidiano y el mundo que los rodea. Incrementar la formación en materia de estado de derecho, conocer la constitución y comprender el sentido y valor de las leyes así como lo importante que es que ellos puedan formar parte de los procesos legislativos. Encontrar en los derechos humanos un punto de reunión para convivir con las diferencias religiosas, culturales, ideológicas, o de cualquier orden. De tal manera que tengan un referente común, en tanto seres humanos, que les permita canalizar la expresión de la diversidad, la diferencia y la pluralidad sin violencia alguna. Incentivarlos a buscar su lugar en el mundo y trazar una luz hacia el futuro, a partir de opciones reales y de información sobre cómo encaminar sus pasos hasta sus metas. Garantizar no solo el nivel educativo de primera calidad en todos los contenidos, de acuerdo con los estándares ya establecidos por cada una de las disciplinas y ciencias, también lograr que esta herramienta académica se transforme en una competencia para la vida, en tanto sean personas conscientes de sí y capaces de hacer cosas que los integren al mundo como parte importante de la comunidad a la que quieren pertenecer. De acuerdo con sus contextos, educarlos en un ambiente de creatividad en donde puedan enriquecer su entorno y descubrir en su medio riqueza y espacios para inventar formas de vida. Ayudarlos a definir y elegir un campo de acción en el cual puedan desarrollarse, lo cual les permita comprometerse consigo mismos. Dotarlos de herramientas en tecnologías biológicas y ecológicas para un desarrollo sustentable de la vida. Hacerlos conscientes de los retos que tendrán que enfrentar como país y como individuos, en términos económicos y políticos. Incrementar su formación en materias económicas. Para que aprendan a involucrarse en los procesos de desarrollo de manera activa y con iniciativas propias que vayan más allá de la prestación de servicios, la microempresa y la burocracia. Sembrar semillas para que nazcan los profesores del mañana y, con ellos, los ciudadanos de hoy. Hace falta una visión de integración en cuanto a los procesos productivos que debe ir ligada de un incremento sustantivo en los salarios (llamados mínimos) que permita hacer de los oficios profesionales y de calidad una fuente de subsistencia digna y que brinde sustento al desarrollo y doble integración de la comunidad en función de la satisfacción de sus propias necesidades.

En este contexto, los profesores no solo necesitan ser expertos en sus campos de trabajo, también deben aspirar a una comprensión de la complejidad del mundo y de las necesidades mutuas y recíprocas entre la comunidad, el presente, el futuro y la formación de las y los alumnos. 

Esta evaluación debe ser un reto para ir mucho más allá de garantizar la permanencia y la satisfacción de aprendizajes mínimos en el desempeño magisterial. Debe dar cabida a transitar de la precariedad de la vida a la sofisticación de las culturas, sin necesidad de violentar a ninguna persona; con base en un enfoque de crecimiento productivo e incremento en los niveles de vida a partir de la garantía de un ingreso sustentable y digno. 

Pueden ser los mismos profesores quienes empiecen a innovar en prácticas en sus salones de clase con base en el marco normativo actual antes de pensar en una revolución total que sea más ambiciosa en cuanto a todo lo que podemos hacer en materia educativa. Cualquier acción futura será más fuerte y efectiva si contamos con profesores a la altura de los retos por venir y que cuenten con el reconocimiento que merecen. Tomando en cuenta que cumplen una función única y fundamental para la realización de todos los fines de la sociedad. Si bien son procesos que van en construcción conjunta y en paralelo, contamos con malas experiencias en el pasado al tratar de implementar buenas mejoras sin haber atendido la necesidad de fortalecer las capacidades y competencias de las y los profesores encargados de llevar a cabo estas aspiraciones. De ahí la importancia de tomar en serio este paso en curso y sumar esfuerzos para que el resultado rebase nuestras expectativas pronto.

El camino para transitar esta evaluación necesita ser progresivo e intensivo, las y los profesores deben estar dispuestos a crecer y revolucionarse a sí mismo tal y como su vocación lo implica. El aprendizaje, el conocimiento, las y los alumnos deben ser el centro de su trabajo. No podemos argumentar en contra de que quienes merecen estar al frente de las aulas son las mejores personas para formar a los futuros ciudadanos y ciudadanas del país. Recordando que una cosa es darles herramientas de pensamiento y otra es dogmatizarlos con altos contenidos "políticos" que pervierten el proceso del libre pensamiento y de la consecución de una democracia efectiva y sana. Y éste es otro aspecto importante para la evaluación, ya que las escuelas se convierten en nichos de inconformismos, desinformación, adoctrinamiento político social, ante el alto componente de intereses políticos que conforman hoy los usos y costumbres de los magisterios. De ahí que la profesionalización pueda llegar a ser una vía para aprender a separar nuestra ideología de nuestro quehacer y enseñar a las y futuros ciudadanos a elegir por cuenta propia su modo de ser y de pensar, sin necesidad de fomentar en ellos ningún tipo de afirmación de clase o de tipo alguno. 

Creo que si se logra este primer objetivo con esta reforma en ciernes y el total de profesores nos pueden dar estas certezas, serán ellos mismos quienes logren incorporar otras alternativas que hoy vemos en otros países como formas exitosas de educar y crecer como seres humanos. En tanto el problema actual no es el qué, éste tiene más de una vía de solución, baste echar un vistazo para ver el haz de posibilidades que podríamos tener a nuestro alcance. Insisto, el problema que tenemos hoy es el cómo, cómo lograr que nuestro sistema responda con logro a las expectativas de cualquiera de las alternativas que podamos plantear. Tenemos más de un caso en donde por buenos que fueran los materiales, los planes y programas, el sistema no lograba los objetivos a causa de las carencias estructurales en la carrera magisterial y la falta de competencias adquiridas por parte de los propios profesores a quienes luego se les exige que las transmitan a sus alumnos. No podemos dar lo que no tenemos. De ahí que trabajar con ellos, crear un sistema de evaluación, que les permita adquirir ellos mismos las competencias que se espera desarrollen los alumnos, es una tarea de hormiga, y casi a pie tortuga, pero indispensable para viabilizar cualquier diseño educativo que la sociedad consense como óptimo. No podemos seguir innovando en las leyes lo que nuestros profesores no logran satisfacer en las aulas. Por eso debemos ayudarlos a que ellos mismos se conviertan en quienes queremos que se conviertan las personas a las que están educando. Y éste es el eslabón más débil del sistema educativo mexicano. Metas loables en el papel, logros imposibles en las aulas. Porque siempre se hace primero el gran diseño de la educación y luego se piensa en la implementación en las aulas. 

La secundaria se volvió obligatoria cuando todavía no se contaba con los profesores que pudieran satisfacer esa demanda y sobre la marcha se iban formando los profesores, una vez que se tuvo una primera generación completa de profesores preparados para la enseñanza de la formación secundaria cambió la currícula y el enfoque de enseñanza. Hay una constante disociación entre el proceso de formación de las y los maestros y el proceso de las políticas educativas en torno a lo que se espera que las y los alumnos sepan y aprendan. De ahí que primero invertir en contar con las personas idóneas para sacar adelante los retos que el sistema educativo exige es una vía corta y rápida para lograr por primera vez incidir de manera significativa en las prácticas en el aula en correspondencia con el avance de nuestros propósitos en el papel, en la teoría y en las leyes.

Por lo que es a través de la propia transformación de las y los profesos que ellos podrán  convertirse en las personas que esperamos forjen en cada uno de sus alumnos. La nueva evaluación debe ser el motor para lograr este fin y no un escollo más en caso de que se planteara como un esquema acartonado y de simulación, cuyo objetivo último se redujera a justificar su existencia y el uso de recursos públicos en aras de sobrevivir. El nuevo sistema de evaluación corre el riesgo de convertirse en un nuevo elefante blanco. Creo que las verdaderas batallas por librar están en los contenidos de esta evaluación, en los mecanismos para arribar a su completa aplicación, en las maneras en que las y los profesores podrán integrarse a este proceso y preparase para lograr el mejor desempeño en sus pruebas. Y visto desde este punto de vista es una oportunidad para crecer y para que las y los profesores descubran el universo de posibilidades que tienen en sus manos y la grandeza de su labor. De ahí que deben ser ellos los primeros en contar con las herramientas que quieren transmitir. 


Y tú ... ¿quieres aprender para enseñar a crecer?


Feliz viernes queridas tortugas.





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