Diciembre... de amor.
La séptima tormenta invernal nos abraza de frío, nieve y lluvia. Sin antes habernos dejado los signos que harán de este año una experiencia inolvidable. Porque ésta es la fascinación del porvenir... siempre es una invitación a un nuevo trazo jamás imaginado... a un nuevo abrazo escondido en el fondo de nuestro sueño... a un camino sin descifrar por nuestra alma.
Y ahora que llegaron los pingüinos, es un tiempo de abrigo y melancólica contemplación, anidando la esperanza de que el huracán que arriba a nuestras latitudes, en medio de una tierra conmovida alrededor de ambos hemisferios, solo deje vientos renovados y que nadie sufra mayores estragos.
Y tú... ¿estás listo para los nuevos vientos?
Abrazo de sol...
queridas y mágicas
tortugas.
Ahora sí... estamos listos para recibir al mono de fuego.
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