al igual que la ceguera son nuestros mayores defectos... porque anidan en su seno la arrogancia.
Si bien, no podemos escuchar todo al unísono y observar todo con una sola mirada, cuando nos conformamos con aquella leve certeza de fijar un tiempo muerto en un único sonido o bajo un solo panorama, solemos volvernos adoctrinadores de quienes escuchan y miran lo que nuestro oído y nuestro ojo no alcanza, con cierta prepotencia, anulando la personalidad de otras personas con nuestra sola presencia.
Por eso... el único camino de la enseñanza es escuchar y mirar más allá de nuestras leves certezas. Si al hablar no somos comprendidos, esforzarnos a aprender el lenguaje de quienes nos hablan.
Y tú ... ¿quieres atravesar las fronteras de tu ego?
Feliz sábado de estrellas...
hermosas tortugas.
hermosas tortugas.
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