¿Cuántos de nosotros nos hemos interrogado sobre qué sería ganar algún sorteo? Por menor que fuera, existen un sinnúmero de supersticiones al respecto. Pocas cosas se envidian más que la "buena suerte". Ese santo imaginario al cual atribuimos el hecho de que la vida de cada persona vive momentos propios y que, conforme crecemos, es imposible equiparar ni homogeneizar nuestra suerte ni nuestra realización con ningún otro ser humano.
Los ciclos de altas y bajas pocas veces se comparten cabalmente, de ahí que la solidaridad sea tan importante. En realidad, la buena suerte de quienes nos rodean debe siempre alegrarnos porque es una señal del equilibrio de las energías que juntos construimos. Quienes reciben lo hacen gracias a todos los que damos de nosotros para que en cada una de las personas exista un milagro, incluidos nosotros mismos.
Por eso... quizá no se trate de incitar a la fortuna por medio del azar... quizá solo se trate de confiar en nuestro azar para recibir nuestra fortuna.
Y tú... ¿apuestas tu suerte en el Melate?
Que reciban su fortuna y que la llenen
de magia de tortuga.
Lindo miércoles... al atardecer.
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