sábado, 22 de noviembre de 2008

la roca

no se deja abrazar
es dura como el miedo
escapa en el tiempo
de sus ocupaciones
y tiene en tres

partido el corazón;
sólo da entera su sonrisa
y sola se escabulle
en los secretos
de su soledad;
hace invitaciones
que no sabe cumplir
renuncia a su cita
con el mar y
ya nada le falta;
afortunada
festeja el futuro
sin otro tiempo
que el de los tres
ángeles que la habitan.


Así es esta amiga de la tortuga que, con entusiasmo, despertó en sintonía su caparazón. Se encontraron en medio de un reflejo de sol y, con magia de tortuga, aprende de esta bella roca descubriendo cuántos caminos tiene aún por andar y cuántas almas por abrazar.


Y tú ¿cómo distingues una bella amistad?

Hasta mañana!!




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