Cuentan en la selva que el colibrí no sabe cuán nerviosa pone a la mariposa. Por eso la ignora... Ella, torpemente, cuando su amado colibrí se acerca, lo provoca con palabras toscas, tartamudea, se paraliza, y contiene su feliz aleteo, disimula... Pero porqué hace eso... Sólo porque el colibrí no la quiere.
Y a ti ¿quién te hace temblar?
Hasta mañana tortugas!!
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