Cambios... y finitud. Llegan, formando una nube, una corona de insectos voladores. Muere en la pecera un daimon de fortaleza y sobrevivencia, quien durante tres años me acompañó. Queda un vacío y una interrogante... ¿se avecina la ventura?
Buen viaje mi hermosa Fortuna! Yace en paz al pie de una bugambilia de vida.
Amén.
Y tú ¿cómo entierras lo que pierdes?
Dichosa semana... llena de magia para ustedes tortugas!
1 comentario:
Tardo mucho en enterrar lo que pierdo...
Vago.
Besos!
Publicar un comentario