En medio del bosque, se escucha un silencio ancestral. La quietud se respira sin dificultad. El sol con determinación permanece y el frío congela el aire.
La música, con tímido atrevimiento, interrumpe el implacable otoño, que ya casi se confunde con el invierno.
La memoria de la mariposa azul sólo evoca a su amado y el recuerdo de sus encuentros, como si se le escaparan al ritmo de su vuelo; como si, al recordarlo, pudiera invocarlo o conservarlo. Como si, por un instante, pudiera olvidar que no le pertenece... y que guarda su viaje de vida lejos de sí.
La rosa blanca descubre su paciente espera fiel.
La araña está exhausta... al fin concluyó su casi suicida viaje al pasado y ahora sufre amnesia... y se pregunta :¿para qué lo hice? ¿por qué era importante? ¿valió la pena?
El hada de miel conserva intacto su corazón y, en su piel, resplandece el brillo de la esperanza.
El cerebro de la iguana está triste porque le exigen renunciar a su sueño de conocimiento, lo obligan a no aspirar a la originalidad ni a la creatividad.
La hormiga llora de tanto trabajar sin lograr ahorrar.
La princesa duerme... soñando con su amor.
La sirena disfruta su viaje a la luna con la esperanza de que, un día, el sol que la habita la llene por completo..
Y la mujer ... quiere nacer.
Y tú ¿cómo dialogas con las facetas de tu caparazón?
Feliz domingo amigas tortugas... poco a poco: la luz se asoma.
La memoria de la mariposa azul sólo evoca a su amado y el recuerdo de sus encuentros, como si se le escaparan al ritmo de su vuelo; como si, al recordarlo, pudiera invocarlo o conservarlo. Como si, por un instante, pudiera olvidar que no le pertenece... y que guarda su viaje de vida lejos de sí.
La rosa blanca descubre su paciente espera fiel.
La araña está exhausta... al fin concluyó su casi suicida viaje al pasado y ahora sufre amnesia... y se pregunta :¿para qué lo hice? ¿por qué era importante? ¿valió la pena?
El hada de miel conserva intacto su corazón y, en su piel, resplandece el brillo de la esperanza.
El cerebro de la iguana está triste porque le exigen renunciar a su sueño de conocimiento, lo obligan a no aspirar a la originalidad ni a la creatividad.
La hormiga llora de tanto trabajar sin lograr ahorrar.
La princesa duerme... soñando con su amor.
La sirena disfruta su viaje a la luna con la esperanza de que, un día, el sol que la habita la llene por completo..
Y la mujer ... quiere nacer.
Y tú ¿cómo dialogas con las facetas de tu caparazón?
Feliz domingo amigas tortugas... poco a poco: la luz se asoma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario