Ante el abandono de la palabra, la indiferencia, el engaño y la traición, es decir, ante los caprichos de la vanidad, los corazones renuncian a amar.
Y tú ... ¿cómo sucumbes ante los caprichos de tu frivolidad?
Que no las tome por sorpresa el querer de la vanidad... queridas tortugas, hasta mañana.
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