martes, 9 de septiembre de 2025

naturaleza...

 ...viva.



Hay cierto misterio en los ciclos vitales. La muerte es uno de ellos. La mutación de la vida en su estado natural, en incesante cambio, caracteriza el sentido de la existencia. Nacemos y morimos: es un hecho. No sólo en los seres humanos. ¿Por qué? no lo sabemos. Lo único que aprendemos es a transitar cada uno de los peldaños propios y ver a nuestro alrededor la finitud. Tan simple como las flores que tampoco son eternas. Todo reverdece así como fallece. Constantemente... en el orden natural.

¿Cuál es entonces el propósito de todo lo vivo? Reproducir la vida parece lo evidente. De ahí que el ser humano en su error y banalidad transmute anti natura. En vez de recrear los ciclos de vida, se empeña, algunos, en reproducir justo lo que no está en nuestras manos comprender: el fallecimiento. Debiésemos utilizar nuestros esfuerzos en recrear la belleza y nunca lo contrario. Pero bueno, los tiempos marcan otras pautas en la actualidad. A dónde nos dirigimos con estos malos hábitos: no lo sabemos. Vendrán tiempos mejores. Ojalá. Como en la naturaleza... tras todos los inviernos renace la primavera.

Damos por sentados los nacimientos y la belleza de la vida. Sin imaginar todo el esfuerzo que se gesta en el planeta entero para ser vida incesante. Y de la fragilidad de la misma. Será el milagro de las generaciones futuras encontrar caminos humanos sin devastación. En este proceso de aprendizaje qué culpa tiene la naturaleza viva de los errores humanos... Hagamos votos: para que lleguen tiempos de mayor consideración con la vida misma.


Y tú... ¿amas la vida?

Feliz semana
mágicas tortugas.


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