... del único y verdadero AMOR.
Sucede con la vida, y la suma de las tristezas que la componen (a veces, cuando la bendición se recibe: la suma de las virtudes enlazada con la felicidad pura) que llega un día en que lo único verdadero le da sentido a la posibilidad de entregarse al destino colmados de paz. Por lo que dejamos de negarnos a lo inevitable con la certeza de que existe la justicia divina. Y que la piedra que forja la luz del universo no nos abandona a suerte alguna. Sostiene nuestro destino y nos recibe airosos. A quienes sólo sabemos amar. Para, al fin: vivir la vida merecida... tan sólo por amor. Cuando se cumplen todos los regalos, los designios y las profecías: es el tiempo de hacia el alto mar entregar nuestra voluntad. De otro modo no podremos ser quienes somos al nacer.
Sin embargo, dado que el destino no es un designio humano. Es fundamental saber: No corresponde al derecho del hombre decidir la vida y la muerte entre pares. Por eso se llama destino y no suerte. La suerte, en cambio: es la interacción desdichada, o no, entre personas que se niegan a aceptar que lo que es no se puede trasgredir. Que la realidad se respeta y la vida se venera: con reverencia ancestral. Los seres humanos, y lo descubro con tristeza infinita, son el colmo de todos los excesos. Es un espécimen incapaz de comprender la certeza del límite de la realidad. Son capricho aberrante. Voluntades atávicas. Se arropan en la mentira. Se alimentan moralmente y se nutren éticamente: de cobardías. Sin honor. Sin verdad. Sin solidaridad. Sin justicia. Sin hablar de frente. Con ignorancia. Y con la brillantez de la oscuridad que al desaparecer se evanece en un haz sin luz. Con violencia la humanidad se abraza a ella misma con la ilusión de ser más que la vida misma y ser lo único que existe en el mundo universal.
Es triste saber que hay más de una soledad. Y que la crueldad humana tiene más de una forma. Cuando debiese nunca existir. La decepción del día en el que me encuentro me llama a la renuncia de la posibilidad de que el mundo humano es un espacio de magia y esperanza. Sin embargo... y todo lo contrario: Es hoy que mi entrega es infinita y que vivo los albores de una eternidad colmada de alegría y fincada con verdad. Valentía. Y amor único y verdadero. Es como si hubiese algo en el cielo que nos colma y nos llama para arroparnos dentro de mucho más que una estrella. Hoy es el día de comprender que hay cosas que los seres humanos no pueden permitirse. Hoy es el tiempo elemental de la verdad. El instante en que el corazón inquebrantable de la creación rompe todas sus cadenas y dice adiós. Porque hay más vida que la conocida y en este mundo todo es dolor y tristeza. Ocultamiento. Silencio. Secretos malignos. Y deshumanización absoluta.
Cómo la vida social y la humanidad llegó a este lugar en donde ya la vida no vale nada, el dolor es divertimento y la crueldad cruente se asume como una práctica cotidiana. Hard to say. Al final de cuentas, son quienes viven este horror de ser monstruos quienes tendrán que enfrentar la verdad y dar la cara a los inocentes mutilados a manos de los locos del circo y de la farsa que han querido preservar sólo porque tienen sus planes. La vida eterna y los Dioses del Olimpo también tienen otros planes: incluso para la humanidad salva. Ahora bien... debo dejar la casa y el sillón.... De otro modo "todo está perdido" y es irreversible el daño, el sufrimiento y el hartazgo con que los seres humanos impiden el destino feliz del planeta Tierra. Son sólo habitantes: nunca dueños. Sólo les pertenece su destino y hay leyes que impiden hacer de su vida un relato atroz. En vías de la destrucción humana.
Cuánta tristeza y cuánto dolor. Porque quisiera no tener razón y equilibrio para dejar testimonio de la verdad. Y sin videos... me despido porque mi semblante es amenazado así como mi cuerpo arde de impotencia por no contar con una mano amiga que sepa que hablo con verdad. Y que ésta mi única realidad es no digna de ser vivida. ¿Qué pasó con quienes quisiesen ser buenas personas e incluso héroes entregados a una causa justa? ¿Dónde quedó toda la indignación por las injusticias? ¿Por qué queda solo silencio ante la maravillas de los milagros cumplidos? Yo estaré bien pero me niegan un lugar en el mundo, un lugar en mi propio hogar, un lugar de paz en mi propio cuerpo. Y no sé porqué. Sólo pido a Dios: ser feliz.
Y tú... ¿eres feliz?