... y costumbres dignas.
La paz empieza por cada uno de nosotros. Es una elección de vida. Y, al mismo tiempo, el modo natural de nuestro estado sutil de ser. Es en calma que se disfruta la verdadera felicidad. Es en paz que descubrimos que estamos colmados de dichas.
La bondad es una condición irrefutable para construir sueños dignos de volverse realidad. No basta la autocomplacencia ni la autosatisfacción para distinguir un curso correcto de acción. El bien hacer se contradice con los fines egoístas del corazón. Por eso es tan importante, mágicas tortugas, escuchar los latidos de nuestros caparazón y vivir en consonancia.
Son nuestros hábitos los que nos permiten transitar los días que fincan nuestra historia.
Y tú... ¿acostumbras ser feliz?
Gran semana...
llena de magia de tortuga
y luna rebosante.
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