Hoy sólo las saludo, mientras la mañana en el bosque se deleita con frescura de sol azul... La húmedad gana terreno sin cesar pero la casita guarda su propio calor.
Durante la semana, el ruido, el metro... las multitudes... llega el viernes y, con prisa, me enfilo para salir de la selva defectuosa de tierra y asfalto, en donde no cabe nadie más y, sin embargo, apilados uno a uno nos forzamos para estar. Así, amanecer en mi refugio de aves y paz. Generoso, el bosque me brinda los buenos días como si supiera cuánto lo extraño en mis días de ciudad y humanos. La familia gato reclama su encierro y se abraza por las noches como si no quisiera verme partir. Durante el día, todos recuperamos terraza y jardín. Y, sin más esfuerzo, nos acostumbramos al nuevo tiempo y rutina.
Este fin de semana ha sido de reencuentro de colegio... el libro cara me regaló saber de mi Quito querido y recibir muchas noticias; en medio de mi primera evaluación para el doctorado. Mañana la entrego y la "debatiré" en coloquio el 11 de agosto... Ya les contaré si logré convencer al comité de que voy avanzando lenta pero segura, en medio de tesis, vida y trabajo... Pues ya pasaron los tiempos en que el saber y la investigación eran una cosa de calma y reflexión, ahora es de velocidad y cantidad. Se deben justificar hasta las horas de descanso, como si disfrutar el estudio fuera falta de esfuerzo. ¡Qué triste! y pensar que las más bellas ideas se gestan al ritmo de la naturaleza, con la paz del sol y la certeza del mar, a quienes nada apriema ni cuestiona. Vivimos tan lejos de la verdad que cualquier intento por certificar el aprendizaje nos impone dosis altas de neurosis, miedo e insatisfacción... Ni hablar... Todo sea por encontrar un nicho para mi voz y un título para mi certidumbre financiero-laboral... ¿será que voy por el camino correcto?
Mientras me distraigo con estas disertaciones, añoro la energía de mi amigo de plata y fuego cuyo caballo y león siguen su ruta al sol. Si tú hablas con él... invítalo a bailar al mar y festejar la vida pasar. Ya que su sabio elefante sí sabe cantar.
Por de pronto, vamos a, estos trabajos pendientes, terminar y, así, una nueva página se abrirá. Esta vez... más vida y menos pensar.
Y tú ¿quieres saber o verdad?
Feliz semana tortugas!!!
La MAGIA DEL PAY ya casi entera vuelve brillar... pronto podrán hacer nuevos pedidos...
mlojiux@yahoo.com
Este fin de semana ha sido de reencuentro de colegio... el libro cara me regaló saber de mi Quito querido y recibir muchas noticias; en medio de mi primera evaluación para el doctorado. Mañana la entrego y la "debatiré" en coloquio el 11 de agosto... Ya les contaré si logré convencer al comité de que voy avanzando lenta pero segura, en medio de tesis, vida y trabajo... Pues ya pasaron los tiempos en que el saber y la investigación eran una cosa de calma y reflexión, ahora es de velocidad y cantidad. Se deben justificar hasta las horas de descanso, como si disfrutar el estudio fuera falta de esfuerzo. ¡Qué triste! y pensar que las más bellas ideas se gestan al ritmo de la naturaleza, con la paz del sol y la certeza del mar, a quienes nada apriema ni cuestiona. Vivimos tan lejos de la verdad que cualquier intento por certificar el aprendizaje nos impone dosis altas de neurosis, miedo e insatisfacción... Ni hablar... Todo sea por encontrar un nicho para mi voz y un título para mi certidumbre financiero-laboral... ¿será que voy por el camino correcto?
Mientras me distraigo con estas disertaciones, añoro la energía de mi amigo de plata y fuego cuyo caballo y león siguen su ruta al sol. Si tú hablas con él... invítalo a bailar al mar y festejar la vida pasar. Ya que su sabio elefante sí sabe cantar.
Por de pronto, vamos a, estos trabajos pendientes, terminar y, así, una nueva página se abrirá. Esta vez... más vida y menos pensar.
Y tú ¿quieres saber o verdad?
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