Hay días en que el corazón se aquieta para dejar que el viento se lleve todo lo que le causa dolor. Es por eso que muchas veces no serenamos el corazón ... para no sentir la tristeza que nos acompaña.
Cuenta el mar que un día la sirena de los aretes de perla perdió una hermosa turquesa. Desde entonces, ella sólo mira el ir y venir de la luna entre las estrellas preguntándose cuándo volverá a ver el sol al despertar. En silencio sabe que su estrella de mar retornará pero no adivina qué flores le traerá. En su turquesa esconde el secreto de su corazón, su estrella de mar es una promesa de amor y las flores son para adornar sus bodas en el altar.
¿Será entonces que despertará?
Cuenta el mar que cuando la luna se va se aquieta el alma para volver a empezar. La sirena se aquieta sin saber si llegará a ser princesa. Y piensa: "gracias a Dios aún me queda el mar". Pero ¿por qué una sirena quiere ser princesa? - le pregunta al oído su caracol. Y ella susurra... "todas la sirenas somos princesas... solo necesitamos un caballero feliz para despertar".
Y así el mar guarda la magia de las sirenas mientras ellas en sus sueños guardan la esperanza del verdadero amor....
lindo amanecer... serenas tortugas
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