El amor es la certeza innegable de los designios del carácter. Sin embargo, le gusta esconderse, darse a desear, esperar. Se nutre de a poco, crece con pausa e imperceptible. Teme de sí mismo. Duda... siempre duda. El amor es la belleza de la vida. La belleza que se oculta y nos maravilla de cuando en cuando al prestarnos un poco de su luz.
No hay muchas otras razones bellas para acompañar el latido de la vida, el amor es él mismo la vida bella que construimos más allá de todo lo aparente, el aliento de crecer más allá de toda vanidad y la entrega al sentir más allá de toda palabra.
Y tú ... ¿descubres los destellos del amor?
Buen día, hermosas tortugas.
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