Llega su voz... sin prisa, nada la estruja, no titubea... habla fuerte y despierta entusiasmo. Sin embargo, se acompaña de un ruido que el alma de tortuga no sabe escuchar. El alma se esconde en su caparazón y trata de descubrir lo que aquel ruido desconocido quiere decirle. Pero sólo logra desesperarse y entristecerse, como si intuyera que, una vez acallado el ruido, se desvelará una mala noticia de viva voz.
Y tú ¿distingues la voz cuando se disfraza de ruido?
Hasta mañana y que gocen una mágica tarde de tortuga!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario