En tierras lejanas se perdió un ave, en el espejismo de un manatial se hizo hombre y todos los placeres mundanos probó. Llegado el día... sólo una cosa aprendió: a conocer de sí.
En sus noches de soledad, levanta el vuelo por las estrellas y con fe deposita un deseo en cada una de ellas. Espera el sol salir y, cual caballero, emprende sus batallas de vida con honor. Poco a poco descubre la fortaleza que habita su corazón, aún cuando todavía no descubre su hogar.
Guarda en sí un alma bella que empieza a florecer... dispuesta a ser a feliz.
Y tú ¿quieres amar?
Hasta mañana!!
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