...pasos.
Hay momentos en la vida en que sólo podemos avanzar lentamente. Sin prever mucho acerca del futuro. Sin detenernos mucho en el pasado. Sólo pequeños pasos que nos acercan cada día a nuestras metas. Pueden ser momentos de impaciencia y frustración. Ya que como seres humanos nos cuesta armonizar nuestros planes con la realidad. Cuando esto ocurre es importante encontrar fuerza para seguir avanzando y sostenernos con calma a pesar de la lentitud de nuestro camino. Recordar que las prisas no son buenas consejeras. Y que, no por tratar de hacer las cosas más rápido... los procesos se cumplen. Simplemente reconocer que no tenemos control de las circunstancias es una gran ayuda para cuando no se puede avanzar más que en lo pequeño. Con certeza.
Tampoco debemos dejarnos desanimar en nuestros esfuerzos por avanzar en un buen propósito por sólo poder hacer muy poco cada día. Hay tareas que requieren tiempo. Hay caminos más áridos que otros. Hay momentos críticos. Y épocas cruciales. A veces para que el proceso sea próspero: la lentitud es la mayor fortaleza. No lo sé.
Y tú... ¿prefieres pasos firmes?
Buen ánimo
queridas tortugas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario