Una vez más se sientan a la mesa los convidados a este debate de vida y ética... cada vez más certeros, cada vez más amigos, cada vez más humanos...
Se discutió el límite legítimo de la cirugía plástica, la autoevaluación de desempeño de los comités de ética en investigación y la necesidad de estudiar veterinaria sin violentar los derechos de los animales... Por retraso, se suspendió la disertación de conciencia y esquizofrenia... Eugenesia y suicido también se hicieron esperar por falta de quórum.
Los retos de la multidisciplina, la interdisciplina, la transdisciplina y un nuevo paradigmo ético... se delimitan cada vez más claros y específicos. Y esta tortuga sigue librando batallas burocráticas... que esperamos vencer con bien.
Pero el cuento más importante de la tío bio... es el festejo con una voz querida y amiga... de tortuga... quien me convidó por primera vez, hace ya varios años, al convivio de esta tetera. Con quien no sólo compartimos el entusiasmo filosófico, la vocación por el estudio (y la praxis) de la ética, sino, más importante aun, la pasión por la vida y el compromiso por hacer de ella una historia única e irrepetible, libremente autónoma... y sin embargo, llena de amor. Y al volver a sonar nuestras copas... el tiempo dormido de la "ética ante las tecnologías transformadoras de la condición humana" se resarce reconciliado y cosecha con sonrisas lo que, incluso con furia, fue cultivado.
Con belleza, retomo el timón de estos cuentos... para con esperadas letras trazar el mío.
Y tú ¿cómo restuaras el sendero de tus huellas?
Hasta mañana!! Sábado de nuevas soledades y felices certezas.
Los retos de la multidisciplina, la interdisciplina, la transdisciplina y un nuevo paradigmo ético... se delimitan cada vez más claros y específicos. Y esta tortuga sigue librando batallas burocráticas... que esperamos vencer con bien.
Pero el cuento más importante de la tío bio... es el festejo con una voz querida y amiga... de tortuga... quien me convidó por primera vez, hace ya varios años, al convivio de esta tetera. Con quien no sólo compartimos el entusiasmo filosófico, la vocación por el estudio (y la praxis) de la ética, sino, más importante aun, la pasión por la vida y el compromiso por hacer de ella una historia única e irrepetible, libremente autónoma... y sin embargo, llena de amor. Y al volver a sonar nuestras copas... el tiempo dormido de la "ética ante las tecnologías transformadoras de la condición humana" se resarce reconciliado y cosecha con sonrisas lo que, incluso con furia, fue cultivado.
Con belleza, retomo el timón de estos cuentos... para con esperadas letras trazar el mío.
Y tú ¿cómo restuaras el sendero de tus huellas?
Hasta mañana!! Sábado de nuevas soledades y felices certezas.
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