Hola de nuevo queridas tortugas... quisiera detenerme un poco más aquí... pero la vida me corretea y al llegar la noche... ya no distingo letras ni palabras... además... estoy vetada de siquiera leerme en este espacio durante el día, dadas las restricciones de las horas de trabajo, así que parece que me ausento de éste: mi ethos de sentido y significado... cuando, en realidad, en este correlato es que siempre me encuentro sin velos ni simulacros... sin dudas ni inseguridades... Así que espero pacientes sigan compartiendo mis pasos de tortuga y acompañando mi solitario devenir.
Quizá hoy que termina agosto... en medio de un día gris y lluvioso que invita a con precaución estar en casa meditando y reflexionando... a tres meses de mi cumpleaños 36 ... a casi un mes de mi nuevo status... Mtra. en Políticas Públicas (un tanto ilusorio... y tan tenuemente satisfactorio que con mágica dulzura me acaricia, como si algo de este logro no pudiera nunca más desprenderse de mí, aun sin yo notarlo, aun sin nadie mencionarlo... es realmente un sentimiento bello) ... A casi tres meses de haber despertado llena de nuevas ilusiones desde el fondo de mi más largo sueño, casi cierta de haber encontrado el mar de mis anhelos más profundos... sin adivinar que al llegar la noche no siempre las almas se tocan... Quizá... hoy culmine el ciclo de las noches perdidas y nazca en septiembre la duración del amor, la liberación de los impedimentos, en el seno de lo creativo... con la fuerza y ventura del poder de lo grande tal y como el designio de las monedas chinas... anuncia.
Muchos ciclos concluyen dando sitio a nuevos comienzos... y algunos comienzos se fincan como ciclos que una vez nacidos tendrán que cumplir su proceso de vida y amor... más allá de todo pronóstico... ya que vivir no se trata de probabilidad alguna... (a pesar de lo que la resaca de la euforia moderna de nuestros días aún promulga con casi patético entusiasmo) se trata, más bien, de vivencias que trazan historias en cuyo relato nada está escrito sin antes haber sido gozado como experiencia.
Y tú ¿cómo acompañas tus etapas y procesos?
Dichosa semana y hasta el próximo fin de semana!!!
Quizá hoy que termina agosto... en medio de un día gris y lluvioso que invita a con precaución estar en casa meditando y reflexionando... a tres meses de mi cumpleaños 36 ... a casi un mes de mi nuevo status... Mtra. en Políticas Públicas (un tanto ilusorio... y tan tenuemente satisfactorio que con mágica dulzura me acaricia, como si algo de este logro no pudiera nunca más desprenderse de mí, aun sin yo notarlo, aun sin nadie mencionarlo... es realmente un sentimiento bello) ... A casi tres meses de haber despertado llena de nuevas ilusiones desde el fondo de mi más largo sueño, casi cierta de haber encontrado el mar de mis anhelos más profundos... sin adivinar que al llegar la noche no siempre las almas se tocan... Quizá... hoy culmine el ciclo de las noches perdidas y nazca en septiembre la duración del amor, la liberación de los impedimentos, en el seno de lo creativo... con la fuerza y ventura del poder de lo grande tal y como el designio de las monedas chinas... anuncia.
Muchos ciclos concluyen dando sitio a nuevos comienzos... y algunos comienzos se fincan como ciclos que una vez nacidos tendrán que cumplir su proceso de vida y amor... más allá de todo pronóstico... ya que vivir no se trata de probabilidad alguna... (a pesar de lo que la resaca de la euforia moderna de nuestros días aún promulga con casi patético entusiasmo) se trata, más bien, de vivencias que trazan historias en cuyo relato nada está escrito sin antes haber sido gozado como experiencia.
Y tú ¿cómo acompañas tus etapas y procesos?
Dichosa semana y hasta el próximo fin de semana!!!
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