viernes, 31 de octubre de 2025

vientos...

 ...de octubre.



Y el mes concluye. Dando paso a los dos últimos meses del año. El frío de otoño, acompañado del viento, va despidiendo las lluvias. Y la naturaleza sigue trazando a su paso: nuevas catástrofes. Como tragedias componen el orden, mejor dicho desorden, mundial. O he de decir: caos. ¿Qué está pasando en nuestro mundo? ¿Por qué no hay inercias que impidan los acontecimientos bélicos? Como tampoco hay forma de caminos pacíficos en medio de ambientes de violencia generalizada. La promesa de la inteligencia artificial y la robótica qué alternativas ofrecen para las soluciones que urgen. ¿Será que se van fincando realidades en paralelo para evadirnos de la realidad mundana? Es decir, para evadirnos de los hechos. Son tantas las interrogantes. Y pocos los caminos. ¿Seguimos viviendo una crisis tras las secuelas de la pandemia? 

Existe hoy un nuevo confinamiento. El confinamiento existencial. En el fuero interno cada ser humano busca respuestas para darle sentido a todo lo que no tiene propósito en el escenario mundial y en su acontecer vital. De muchas maneras separados unos de otros y, al mismo tiempo, más unidos que antes entre quienes nos apreciamos mutuamente, a veces a través de la tecnología o, con más suerte, en presencia física. La vida en remoto se volvió una costumbre de muchas maneras. Tanto como se aprecia la vida tal y como siempre la conocimos: la vida real. La presencia es fundamental. ¿Por qué queremos sustituir la presencia humana? Encerrados en nuestro mundo mientras el mundo está a merced de personas irresponsables y temerarias. ¿Es sólo una fase de transición? 

Pero... ¿hacia dónde nos dirigimos? Son muchas reflexiones inconclusas. A la par de los esfuerzos continuos por vencer la certeza del desamparo global. Dicen que siempre vienen tiempos mejores... cuáles serían esos tiempos mejores. Lo importante es no desanimarnos. Es construir guaridas sólidas dentro nuestro y en nuestro entorno inmediato para navegar estas aguas desconocidas y poco alentadoras. Y vencer la soledad. Al final del día sólo en compañía de quienes amamos podremos sobrevivir.


Y tú... ¿temes por el futuro del mundo?


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