... sin luces.
En mi experiencia, este domingo el INE se vistió de manteles blancos para recibir a tres invitados sin modales. El sueño me venció al terminarse sus 5 minutos. La incoherencia entre los candidatos para seguir el orden de ideas conforme a lo acordado y el sentido de las preguntas fue abismal. Y la desvergüenza, al día siguiente, de culpar a las reglas que ellos no cumplieron ante la desazón de no sentirse satisfechos con los resultados que ensayaron con ahínco días y horas antes de presentarse a un intercambio de ideas que fue más bien un espejito espejito soy el/la más bonita y todos ellos otros son más feítos que yo. La vanidad fue un derroche. Tras un año de precampaña, un espacio en la tarima a su bienvenida, no poder no presentarse como si estuviesen haciendo alguna clase de spot publicitario: una total falta de decoro. Como si fuesen figurines de cartón, y robóticamente, tenían que repetirse a sí mismos... lo que saben: ni frente a la cámara pueden sostener. E imponer su gusto a la ciudadanía: para demostrar que son ellos quienes mandan y no la autoridad electoral. Todos tuvieron momentos en que la balanza de las encuestas pudo haber dado cuenta de su asertividad en escena. Sin embargo, me da la impresión de que los tres perdieron por igual. Y ninguno supo contestar con miras al desarrollo real del país con acierto alguno. Ninguno supo abrirse a los electores con plena certeza de aspirar a un gran bien sembrar. Mostrar su rostro, con la verdad en la mano y con la humildad debida, frente al poder real de toda democracia: la ley que ampara al pueblo. Y sin respetar: la libertad ciudadana de votar en concordancia sólo con su voluntad. Sin temor mediante.
Palabras más, palabras menos. Lugares comunes. Comodines. Y el exceso de insultos de todas las formas posibles. Entre ellos no construyeron un sólo concepto común. No crecieron en cuanto ampliar su proyecto y sumar para un México feliz y próspero. Se excedieron en modismos y signos de carácter trazados en su fingido rostro de pasarela. Nada que agregar. Nada que abrevar. Nada que alabar. La boleta sigue siendo una interrogante en blanco. Sin solución.
Parece que "primer debate" significó para ellos: plataforma nacional para quienes todavía no me conocen. Ése es el trabajo de sus respectivas campañas. Lo obvio: la pereza y el oportunismo. Lo cual es un espanto que enceguece más que dos segundos de eclipse estelar.
Y ayer el Sol brotó renacido tras un respiro de paz en donde encontró su única luz verdadera al recuperar su faz: zurcida en el espejo de una luna.... libre de amar y cantar al son de su andar en par. Ahora son dos almas inseparables que ya en un mismo lecho están. Felices y lejos de las miradas de quienes sólo los saben envidiar. Amén.
Y tú... ¿ya te pusiste tus lentes ciudadanos para no dejarte engañar durante esta insulsa campaña presidencial?
Semana de tejer y cocer...
el futuro feliz de
las tortugas mágicas
que sólo con honor
saben amar.
Y en amistad:
comulgar...
la mirada de quienes
se atreven a un paso al
frente entregar
para regalarse sin más
lo que ya escrito está.
pendant la étérnité
No hay comentarios:
Publicar un comentario