domingo, 21 de abril de 2024

vientos...

 ... de abril.




Domingo dedicado a los trabajos del hogar y la jardinería. Dormir un poco más por la mañana. Desperezarse con suavidad. Disfrutar el bosque. Contemplar la naturaleza. Atravesar el ánimo del día: entre las nubes, un mínimo aliento de lluvia y un atardecer dorado que destaca el brillo de las hojas. En paz. Con ilusión y disposición: para dar inicio a una nueva semana. En apego conmigo.

El viento... se regala... con frescura... con arrebato... y con alevosía. Con ternura. Como caricia tersa. Con ritmo de canción y con elegancia. Con prudente modestia. Al tiempo que los árboles entonan su cintura cual oleaje en arrecife de coral. Y tímidamente por la ventana: siempre me regala un cómplice abrazo de entrañable amor profundo. Vivir es amar... pero amar la naturaleza: eso sí que es estar realmente vivo. Amén. 

Y con prisa sigo en mis labores de domingo... porque mañana no puedo mis letras distraer. Hoy se hace todo para que durante la semana no tengamos ni una preocupación: y nos entreguemos a la vida misma... sin más que el hacer de nuestra propia creatividad. Y así... cada semana es un siempre todavía. Esa es la magia que oculta el día 7 de la semana: alimentar el principio y descansar el final. ¿Coinciden?





Y tú... ¿descubres en el canto del viento entre las ramas tu verdadero amor?




VIDEO DEL DÍA... dulce descanso de domingo: queridas tortugas mágicas. Gracias.






pendant la étérnité

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