miércoles, 18 de septiembre de 2019

presencias...

... ausentes.


Existe cierta relatividad entre estar presente y estar ausente. Lo más importante es no extraviarnos de nuestra propia presencia. Las ausencias suelen colarse por los rincones de nuestro hogar... hurgar nuestra alma. Haciendo presente la lejanía de un pasado perdido. Las presencias, en cambio, sin importar cuánta distancia las ocupe, nos acompañan abrazando nuestra cotidianidad y dando descanso a nuestra alma.

Cuando nuestra propia presencia en nuestra vida, el ser nosotros mismos, el estar en conexión con el día a día que nos ocupa... se diluye o se confunde con alguna ausencia, le damos a esta carencia un lugar que no le corresponde, le damos realidad y presencia al olvido mismo. Nos extraviamos de nosotros mismos. Porque olvidamos que somos nosotros mismos quienes habitamos tales espacios... no carentes, ni vacíos... tales espacios llenos de nosotros mismos.

Muy diferente es cuando alguien que de verdad está presente habita su propia ausencia. No hay vacío, sólo completud. Solidaridad y cariño. Amor. La distancia de nuestros afectos, por corta que ésta sea, no siempre es tan fácil de manejar. Pueden ser miles de kilómetros o horas entre el desayuno y la cena. Los apegos marcan nuestros ciclos de actividad. Y lo importante en estos casos es que el vínculo sea real. La cercanía es de alma. Ausentes o presentes nuestros vínculos humanos... su cercanía depende de la distancia a la que están nuestros corazones unos de otros. Porque no hay más triste soledad que la que se alberga de presencias físicas que se encuentran distantes anímicamente. 

Estar cerca es saberse comprendido. Saberse escuchado. Existir más allá de uno mismo. A través de los correlatos con quienes nos habitan y en quienes habitamos. Y para este correlato feliz es que no debemos extraviar nuestra propia presencia en fantasías ni ausencias reales. Para que el diálogo con nosotros mismos sea también fructífero y consciente. Lleno de magia cada amanecer.



Y tú... ¿habitas tu propia presencia?




Feliz miércoles...
presentes y ausentes
mágicas tortugas.
¡Abrazo!




No hay comentarios: