sábado, 19 de diciembre de 2015

esperas...

Meses han pasado ya desde mis últimas letras... en que anunciaba los vuelos por venir. Terminó el otoño y llegó el invierno. Hoy espero la luna llena de navidad... con la fuerza para despedir un año colmado de regalos y resoluciones. Quemar el pasado y encender la llama del año del mono de fuego. Como si mi corazón estuviera listo para arder de nuevo... esta vez en los brazos de un honesto y verdadero amor... sin otra certeza que la que habita el corazón... sin más dudas que la tímida sorpresa ante el desconocido futuro. Ese miedo que nos habita sin cobardías y con sabia serenidad. Un amor de paz y entrega... el que nos merecemos todos por igual. Sin esperas.

El 2015 tuvo la pauta de una espera tras otra, largas, infinitas, aún latentes... en cierta medida cumplidas... a paso lento de tortuga mágica. Viví al ritmo de la paciencia, en medio de desesperaciones en espiral. Muertes. Maravillosos reencuentros. Y mi nacer a la vida cristiana. Mi feliz bautizo y mi primera comunión. La gracia de Dios y la comunión con Cristo. Acompañada de dichosas dosis de familias que renovaron mi esperanza y me enseñaron el camino hacia mi propio ser. Fue un tiempo de soltar las ataduras de mi corazón y abrir las alas de mi alma. Un año grande: el estadío a medio camino en el cual, por momentos, sentí fundirse el pasado, el presente y el futuro en un solo instante. Descubriendo el nuevo equilibrio de la vida por venir. Junto con la certeza de mi soledad profunda y de la mano de la dicha de mi realización. Amén.

Hoy se cumplen 9 años desde que emprendí esta travesía de vivir en el bosque. Y esta navidad será la número 10 de este ciclo de vida. Quise regalarles una nueva vasija mágica... pero confieso que me faltó el ánimo y el presupuesto a tiempo para lograr tal propósito. De todos modos, no pierdo el ímpetu en que las navidades por venir estarán colmadas de vasijas mágicas para brindar por cada año nuevo que nos falta por festejar. Pues el futuro se dibuja como el lugar en el que el mundo logrará superar todas las barreras que nos impiden ser un hogar seguro, lleno de paz y amor. 

Vivimos días en el que las contradicciones se recrudecen. A medida que damos pasos enormes hacia nuestra renovación, vivimos horrores igualmente magnificados. Por momentos parecemos naufragar en un túnel sin salida, justo antes de recuperar el sol de la verdad. En contravención con las erróneas previsiones de Marx, tal transición no será gracias al ejercicio de ninguna violencia. Por el contrario, será precisamente gracias a la renuncia de todas nuestras violencias. Sin necesidad de someternos más a los falsos paradigmas del dolor, la renuncia, el sacrificio y la tragedia. Llegará el tiempo de la reconciliación y del perdón. Una era de plenitud, sin miedo alguno a abrazar la intensidad de la viva felicidad. Un tiempo en que el placer nos colmará de sus virtudes. Amén.

Así que alcemos nuestras copas... y brindemos por el año en el que nace el mono de fuego... un año de esperanza, plenitud, y reconciliación. Brindemos por el amor que alimenta nuestras vidas, porque arda la llama eterna del perdón y brille la abundancia con generosidad, en mayor medida, para quienes más lo necesitan. Para que el ritmo de la música se encienda de esperanza en nuestros corazones y el esfuerzo de nuestro trabajo se convierta en un baile a la altura de vida. Reconciliados con el placer que llena de plenitud nuestros proyectos y la consecución de nuestros sueños. Brindemos... porque 2016 es un año para amar. Salud!!


FELIZ NAVIDAD!!!


Y tú... ¿das gracias por este maravilloso 2015? ... el año que abrió las puertas de las dichas por venir...




Alegrías y bienaventuranzas en este fin de año,
queridas y felices tortugas.

GRACIAS.