sábado, 25 de agosto de 2018

18 / 08 / 2018...

... 25 / 08 / 2018. Feliz #DíaNaranja...


7 días de todo un poco... magia de tortuga... cuidado del hogar... plaga de polilla... ZONAMACO... tormentas y sol deslumbrante... noticias van y vienen... y seguimos avanzando en este periodo de transición: los albores de la cuarta transformación.

Hace una semana me dediqué a ayudar al hijo de una amiga de colegio a estudiar para su examen extraordinario de filosofía, ética y lógica de la prepa. Tuvimos el alma en vilo... todavía no conocemos los resultados pero parece que cumplimos la meta. Esta experiencia me recordó el placer de la enseñanza... las mieles de la docencia... ese anhelo inconcluso que no ha logrado cabida aún. La generosidad del arte filosófico... en donde siempre encuentro un hogar para mi corazón. Ahí en donde vuelvo a recordar los motivos y razones que me trajeron hasta la persona que soy hoy.  Justo cuando parecía que había olvidado el lado luminoso de la Academia... ¡Gracias!

Esta semana, tuve también la alegría de visitar un lugar mágico: ZONAMACO... Un espacio de arte, antigüedades... diseño, autos de colección, fotografía, pintura, artesanías... etc... Un aliento de vida... un soplo de expresión artística y de regocijo por lo bello. El arte siempre nos despierta un motivo en el corazón. Nos recuerda que somos humanos. Y nos conecta con el espacio sublime de nuestro ser. Ese lugar en el que no caben las razones ni los juicios... solo cabe sentir... ¡Gracias!

... Un viaje entre el presente y el pasado, entre lo lleno y lo vacío, entre el lujo y la precariedad... todo de la mano de la capacidad de sofistificación de los quehaceres de la humanidad. Aquellos haceres que deben ser el motivo todo de nuestra existencia. A pesar de haber llegado con demasiada anticipación... valió la pena la espera para deleitar mi sensibilidad y volver a casa en un estado de éxtasis y renovación. Fueron tantas las cosas que vi y me fascinaron que no sabría cómo recordarlas y describirlas, amanecí al día siguiente con ganas de volver... Y si tuviera que elegir, qué mencionar, elegiría el abecedario de la luna de Leonardo Katz... en especial la fotografía de una máquina antigua de escribir con tal alfabeto. ¡Qué sorpresa! Sin detrimento alguno de tantas otras cosas que disfruté. Pero... el momento más mágico fue el pequeño espacio, en una esquina que casi pasó sin notar, de plumas de diseño... ¡Oh Dios! Confieso que la piel se me enchinó... unas piezas de museo... inspiradas en talavera, art déco,  Dalí (entre otros...) y ¡sus cajas! una pieza en sí misma. ¡Qué regalo! Definitivamente... el sello de la escritura gana mi corazón. 

En medio de estos viajes... mi casa me regresa a la mundanidad de nuestra condición mortal. Hace quince días empecé el propósito de los quehaceres del hogar... y sigo en esa misión, pues es la tarea más infinita de todas las tareas. El arte de renovarnos cada día... recordando que, sin importar cuánta limpieza hagamos, cuántas veces pongamos todo en su lugar, lavemos y planchemos la ropa o lavemos los platos... cada día la tarea empieza de nuevo... Barrer y trapear parecen ser dos esencias que no gozan de descanso alguno... Probablemente, ésta es la sustancia de todo lo que no tiene principio ni final. La fuerza de la naturaleza que se cuela por las ventanas y las rendijas... las plantas cuya sed no descansa... Perros y gatos que marcan, con la precisión de un reloj suizo, el ciclo de su alimentación. La carga o, como yo lo prefiero: el deleite de recordar que estamos vivos. ¡Gracias! 

Finalmente, la nota de la semana, fue la polilla que me sorprendió tejiendo su comuna por debajo mi clóset... ¡el horror! junto con la humedad, de la época de lluvia... en este bosque generoso de sol por las mañanas, que recorre las paredes y permea todas las superficies: con un dominio implacable. A veces, olvidamos que, si bien somos parte de la naturaleza y parte de nuestros deberes éticos incluye una relación sana y en equilibrio, de respeto, con ella, ...olvidamos que la naturaleza no es un ser dotado de todas las bondades y que, desde el origen de nuestras civilizaciones, estamos en pie de guerra en una batalla de sobrevivencia para determinar un territorio habitable para nosotros: demasiado humanos. De otro modo, terminaríamos devorados por sus inclemencias... 

Quizá es por eso que superar las resistencias que nos impiden apoderarnos de nuestro espacio vital... tener arte y dominio sobre los haceres domésticos... además de ser una terapia ocupacional irrefutable... nos da la ocasión de reconciliar el quebranto que nos separa de los espacios inconclusos de nuestra existencia. Mirar ahí en donde no queremos mirar... aun cuando: si lo que vamos encontrar es un nido de larvas de polilla... ¡Gracias!

Y bueno... ayer conversaba con una amiga... y me preguntó: cómo te sientes... y llegué a la conclusión de que me siento: desempleada (y carente)... El desempleo (a veces creativo y a veces precario) es un estado íntegro: mental, físico, emocional, psíquico, de salud (incluso)... es un modo de estar y sentirse. No veo la hora de empezar una nueva etapa... mientras se siguen entretejiendo, con abundancia, mis letras: entre la conciencia y el tiempo... Nutrida de este espacio cibernético lleno de magia de tortuga que me permite conservar una voz latente... para compartir la riqueza de mi alma. ¡Gracias!

Volviendo a nuestro acontecer nacional... y con la esperanza de algún día poder ser parte de estos trajines políticos y públicos (que se estrechan en la técnica y el arte de las políticas públicas y se deconstruyen en el placer de la opinión y el análisis... la tarea pública que nos permite expresar los latidos de nuestro corazón en obras y palabras con las cuales se construye el sino de nuestra era con la suma de todas nuestras voces)... vemos cómo se sigue desvelando el sello de la cuarta transformación. Por mucho que disfruté la conferencia de prensa conjunta... de nuestros presidentes... coincido en que el respaldo del gabinete, de cuerpo presente, no fue tan afortunado. Acotación totalmente menor. 

No menor es el derroche de capricho que se denostó con el nuevo templete montado en la casa de transición de MORENA. De qué manera pudo ser una buena idea el montaje de las fotos, tamaño descomunal, de Benito Juárez, Francisco I. Madero y Lázaro Cárdenas. Bajémosle dos rayitas a la propaganda nacionalista de corte fascista. México tiene un escudo que nos representa a todos por igual... un símbolo nutrido de todos quienes han forjado nuestra historia. Tenemos una bandera que nos pertenece sin distinción alguna. Ya tuvimos suficiente de águilas mochas... No se trata de refundar la historia pasada: se trata de regenerar nuestra vida futura.

Llaman la atención dos cosas: que esto ocurra justo después del Congreso Nacional del partido y que se haya estrenado con motivo de la presentación del grupo duro de acompañamiento que constituirá la oficina de la Presidencia de López Obrador. Primer anuncio que se hace con mesas y sillas... A qué se debe esta formalidad. Tan anticipada. Y llama más que la atención... la ausencia de mujeres en este primario núcleo operativo del cual emanará toda la coordinación del Gobierno Federal en ciernes. Temo que estemos presenciando el anuncio de una sepultura. Estos hombres elegidos tienen una responsabilidad mayúscula en sus manos, gran parte del éxito y el fracaso del siguiente sexenio dependerá de la forma en que asuman sus funciones. Están llamados a la mesura, a la altura de miras, a la fuerza de carácter, la ecuanimidad y la justicia en todos y cada uno de sus actos. No reciben un cheque en blanco para convertirse en una camarilla de privilegiados.

Andrés Manuel tiene dos grandes retos ante sí. 1: saber cuándo escuchar y a quién... sin el eco de un grupo cercano que le haga perder el rumbo, ante el riesgo de que tales voces lo nutran de la fantasía de que nuestro mandatario es perfecto; embelecidos por el gozo de la pleitesía de sus cargos (riesgo de todo núcleo central del poder político, éste es en un aspecto troncal para toda administración, todo se puede perder en este espacio cercano y cotidiano en donde encuna la necesidad de una confianza infranqueable, de la mano de una conducta ética incuestionable). 2: saber cuándo apegarse a su voluntad... sin la autocomplacencia de gobernar a capricho... como por ejemplo: exhortando a todos los niños, niñas y adolescentes de México a jugar beisbol obligadamente.

Qué viva el deporte en las escuelas... qué viva más la libertad de cada niño, niña y adolescente de elegir el deporte de su predilección y contar con las condiciones para ponerlo en práctica con excelencia... y qué viva, aún más, el compromiso con asignaturas artísticas de todo orden, y primer nivel, en todas las escuelas de México. Una vez garantizada la calidad educativa: alcanzando el logro en el aprendizaje, que sigue sin ser una realidad en nuestras escuelas. Para que cada futuro y futura ciudadana elija con acierto el destino de su vida.

MORENA corre el riesgo de ponerse la meta de constituirse como un nuevo partido de Estado de corte soviético-stalinista. Sin embargo, que se fortalezca como partido, para afrontar con éxito los retos por venir, necesita incluir la idea de que: en democracia... no siempre se goza del triunfo. Independientemente de que la fuerza de su tsunami tenga todavía suficiente vuelo para elevar su altura. Ganar es un ir y venir entre tiempos que se entrelazan en equilibrio y equidad para todas las fuerzas políticas. Ganar y perder es el sello de la pluralidad efectiva. Y para que existan los contrapesos políticos... inevitablemente: alguien tiene que perder. Que no se nos olvide que somos un país plural y vasto de riqueza en diferentes expresiones del pensamiento, la creatividad y la libertad. El dilema oscila entre constituirse como un partido de Estado o como un partido en competencia legítima y democrática. 

No son las ideologías las que componen hoy nuestros entramados políticos. Amén de la distinción básica de principios y tendencias políticas (también fundamentales para toda democracia efectiva), la reciente votación masiva dio cuenta de que en nuestros tiempos: lo que cuenta son los resultados de cada gestión pública y que la ciudadanía lo que atesora es el buen gobierno (incluida la percepción mediática de tales logros). De ahí que: priorizar cuadros técnicos, y no cuadros ideológicos, será un paso certero de la refrendada presidenta de MORENA. ¡Felicitaciones Yeidckol Polevnsky!

El muro de Berlín ya cayó, la Cuba de Fidel es ya parte de la historia y Venezuela va de manera acelerada a un trágico fracaso -a costa de la calidad de vida del pueblo venezolano. México merece nuevos paradigmas... los mexicanos merecemos más. ¿Qué acaso la izquierda no ha aprendido nada de su propia historia? No desaprovechemos esta posibilidad histórica (de coyuntura) perdiendo el tiempo mirando hacia atrás... la esperanza se construye de futuro... del pasado solo queda la nostalgia y la idealización de un tiempo perdido que parece perfecto porque está tan lejos que se vuelven imperceptibles las huellas de sus defectos. La apropiación simbólica de nuestro pasado es una labor del orden de la vida individual y privada.

No olvidemos que el pueblo sí es sabio. Crítico y con capacidad de razonar por sí mismo. Hoy somos todos igualmente ciudadanos libres. Ojalá que los nuevos símbolos políticos nazcan de la certeza del presente y proyecten hacia adelante un horizonte que no deba ceñirse a otra exigencia que la de nuestra propia historia por trazar. Y del pasado... que cada quien elija libremente a quiénes admirar, que cada quien ame de México lo que le sea propio. Y que todos podamos convivir en igualdad de condiciones y en total libertad de pensamiento... sumar la diferencia y respetar la identidad propia de cada uno de nosotros. Vivir en democracia.

Creo también que, una vez que entre en funciones el siguiente presidente constitucional de México, tendría que ser obvio que no es de interés nacional si AMLO batea o no batea en sus horas de relajación. El trabajo de gobierno no puede ser el escenario de un circo. Para caricaturas de ocasión, al mundo le basta y sobra con Donald Trump. Tenemos problemas urgentes que queremos ver resueltos. Votamos para vivir mejor, del modo que cada quien elija.

Y desde una óptica mucho más amplia, dos grandes retos enmarcan el curso de acción de la siguiente administración... ¿qué conservar de lo ya hecho y de los cursos de acción vigentes en materia de política pública? ¿qué desechar, interrumpir, modificar o complementar? ¿qué nuevas políticas públicas implementar? El arte del justo discernimiento será la tarea esencial de todos los equipos a cargo de los trabajos de transición. Para construir. Y ahí en dónde están las fallas severas: marcar una verdadera diferencia.  

Es muy fácil conformarse con el simple discurso de: estamos en "ruinas" y todo lo que se haga será "perfecto". Ambas percepciones son absolutamente falsas (y estridentemente anticlimaticas, por parte de Alfonso Durazo, en un escenario ejemplar de transición administrativa; quien, además, no tiene certeza alguna sobre qué resultados logrará alcanzar ante la, tan titánica, tarea que tiene en sus manos). En la política, como en la vida misma, se trata de procesos complejos en continua renovación. Sumemos sin necesidad de destruir. 

Fácil también es que, sin desmérito alguno de sus resultados y su trabajo bien hecho, Renato Sales se conforme con apelar a la baja paga de los policías como una limitante para la política de seguridad pública... problema bien conocido y diagnosticado hace ya diez años... porqué no pudieron resolver esta falla estructural durante la presente gestión. Es tiempo de entregar cuentas no de refrendar diagnósticos.

Entre las novedades no tan nuevas: evidentemente, el repliegue de las fuerzas armadas será paulatino y conforme a los avances en materia de seguridad, en estrecha relación con la garantía del pleno respeto y ejercicio de los derechos humanos (el reto en este sentido es la implementación de políticas públicas en materia (y/o con enfoque) de derechos humanos: realmente efectivas.) Ya basta de darle vueltas a este propósito. Armonizar leyes no es una política pública, es armonización legislativa, y si tal misión se hubiese realmente implementado como una política pública en sí misma, ya tendríamos el marco de ley, obligado y aún sin consolidarse en todos los niveles de gobierno, que mandata el artículo primero de la Constitución; no son los abogados quienes podrán cumplir el propósito de estas políticas públicas, estudiar derecho o ser defensor de derechos humanos no te hace competente en el diseño e implementación de políticas públicas. Hagamos votos por llegar a buen puerto. Estas estrategias serán el hito entre el pasado y el futuro que determinará el éxito o el fracaso de nuestro proceso de pacificación. Y si esta meta nos impone la, tan temida y postergada, tarea de legalizar la producción, comercialización y consumo (medicinal y lúdico) de las drogas (no solo la mariguana)... que así sea. Por el bien de México. 

Arrancaron también los trabajos para redactar la, no poco polémica, constitución moral. Sigo sin saborear con gusto el nombre. Constitución hay solo una y esa ya la tenemos. Moral tampoco es un término que pueda sujetarse al orden de lo nacional, de lo que nos es común a todos. La moral, en definitiva, es una norma de la vida privada. El propósito de comprender nuestra identidad nacional en un conjunto de valores que todos podamos compartir como forma de ser ciudadanos mexicanos... se me antoja más llamarlo Carta Ética de México. 

Éste sí es mi mero mole... así que da ocasión para, conforme avancen estos trabajos, dedicarle más adelante un espacio en sí mismo. Por de pronto, la filosofía y la bioética tendrán mucho que aportar y polemizar a esta moción. Ojalá nos convoquen, de la mano de poder ser parte del discernimiento sobre la estrategia anticorrupción y la sinergia virtuosa que se quiere (o se debe) lograr entre la Secretaría de la Función Pública, el Sistema Nacional Anticorrupción, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales y la Auditoría Superior de la Federación (junto con la garantía efectiva de todo el sistema de impartición de justicia). Estrategia que, insisto, debe ir mucho más allá del orden legal, la visión coercitiva y abrevar mucho más de la pregunta de fondo, filosófica, sobre ¿qué es la corrupción? ¿por qué las sociedades se corrompen? etc... Ir más allá  de los esquemas actuales, nacionales e internacionales, con estudios serios y consensos sumados, o sin ellos, el hecho es que es un problema para el cual no existe aún una solución contundente. 

Y es ahí, en donde todavía la ciencia no tiene la respuesta, que la filosofía toma su lugar propio y hegemónico. Además de que la ética es, de suyo, un saber y un quehacer de la filosofía. Y es tiempo también de desempolvar a la joven bioética que todavía tiene mucho que aportar para el desarrollo de la vida ética de nuestras sociedades. Y no se diga para el debate sobre la legalización de las drogas... y muchas otras materias que serán torales en la agenda global... de los años por venir (incluido el combate a la pobreza) Sin dejar de mencionar, el proceso de pacificación -tan colmado de dilemas bioéticos. No nos quedemos fuera... que no se monopolicen los espacios con los usos y costumbres de antaño: sumemos ideas, construyamos acrecentando nuestros horizontes. No corramos el riesgo de seguir una vez más el camino de la simulación (remedial) ante la dificultad de afrontar tales tareas todavía indescifradas. Habemos quienes tenemos mucho que aportar a la cuarta transformación. 

Tenemos en fechas próximas... Sexto informe presidencial (el cual a mí, como imaginarán, me tiene muy emocionada; al menos yo, sí extrañaré el espacio que ha representado en mi vida cotidiana seguir de cerca los pasos de nuestro polémico Enrique Peña Nieto: ¡¡Felicitaciones y gracias!! Muy recomendable para todos: el seguimiento mediático de esta semana en el que, al fin, se abrió la silla presidencial a las entrevistas; y el seguimiento durante los próximos 12 días de la promoción de las acciones logradas en estos seis años). Consulta sobre el destino de nuestro futuro aeropuerto (ser o no ser: he ahí el dilema) y consulta sobre el destino de nuestro marco legal educativo (política laboral o política educativa: he ahí el dilema). Tenemos mucho trabajo ciudadano para acompañar estos acontecimiento y seguir forjando nuestro espíritu de participación. 

Sigamos festejando y que la alegría no cese... Más allá de los símbolos y de las interpretaciones... Estamos viviendo una época excepcional. Nos nos privemos de ser parte de ella: alzar la voz y sonreír, a la vez. Al final del día, lo único que contará serán las obras que se logren forjar para cristalizar con justicia, acierto y generosidad la cuarta transformación. Abracemos el futuro sin prejuicios. Soltemos las amarras del pasado y aprendamos, todos, a volar. 

Festejo la no sencilla decisión de Tatiana Clouthier de conservar su vocación independiente y honrarnos con su presencia en el Congreso de la Unión. Será un espacio en el cual podrá desenvolverse, destacarse y deleitarnos, con sus aciertos... sin perder su esencia crítica y su marca personal: carácter imprescindible para el pleno desarrollo de la vida política de nuestro país. Sembrar y cosechar para su trayectoria política personal. Codo a codo, y conservando su lugar como pilar fundamental, de la cuarta transformación. Perdimos una subsecretaria pero ganamos una legisladora. ¡Gracias!

Para concluir, quisiera no dejar de mencionar que Andrés Manuel merece disfrutar todos sus excesos, su trabajo le costó... El límite está en la pregunta: ¿México merece todos los excesos de Andrés Manuel? En el punto medio: nuestro futuro presidente encontrará el camino justo para andar sin perder su tan atesorado capital político (ni perder la atención ciudadana) antes de llegar a la primera base. Y así... seguir bateando... cómo y cuándo le plazca. Marcar el sello de su administración sin perder el signo de su personalidad. Porque él también es un ser libre con derecho a expresarse como él elija. Así, cosechar obras más allá de todo otro símbolo con el cual decida representarse. Con avión o sin avión presidencial, en los Pinos o en Palacio Nacional, con Estado Mayor o con ayudantías... no importa tanto... siempre y cuando su administración sea un jonrón para la nación. La pregunta que de verdad importa es: ¿quiere pasar a la historia por su capacidad de brindarnos todo tipo de espectáculos o quiere pasar a la historia por lograr un desarrollo económico sostenido (y sostenible) sin precedentes, sin pobreza, empleo bien remunerado, sin violencia, con verdad y garantía de no repetición, con justicia y dignidad?... creo que todos sabemos muy bien la respuesta. Porque yo estoy segura de que no nos va a fallar. ¡Gracias!



Y tú... ¿cómo quieres pasar a la historia?






Feliz sábado lleno de magia naranja de tortuga... Fuerte abrazo.
porque no debemos dejar de enamorarnos... incluso de nosotros mismos...

viernes, 17 de agosto de 2018

cuando...

... todo se detiene.


Alguna vez se han sentido sumergidos en una suerte de paréntesis existencial. Como si nuestros movimientos fueran inertes... al mismo tiempo que nuestra mente trabaja a pasos acelerados. Con tanta velocidad que no podemos distraernos ni por un instante. Pero a nuestro alrededor todo parece estar detenido. Tratamos de dar pasos... y lo único que logramos es volver al mismo lugar en el que nos encontramos. Parece que estamos haciendo nada. Solo estamos reflexionando. Sintiendo o pensando. Raptados por nuestra mente. 

¿Cómo esto es posible?

También puede ocurrir lo contrario, cuando estamos ocupados yendo de acá para allá y no tenemos ni un instante para pensar, cuando no encontramos espacio para detenernos. En este caso, en cambio, es nuestro pensamiento el que está inmóvil. Muchas veces preferimos dejar de pensar para poder hacer. Sin importar si podemos explicar aquello que hacemos. Pero con el movimiento latente de nuestra actividad constante sentimos alivio de no tener que reflexionar con más cuidado sobre nada de lo que nos ocurre. Sin querer enterarnos tampoco sobre lo que sentimos. Raptados por nuestra prisa y la urgencia de nuestros pasos.

¿Cómo esto es posible?

Es decir, porqué el tiempo de pensar y el tiempo de hacer... parecen, a veces, tan incompatibles. ¿Es una contradicción inherente al ser humano? ¿Somos un alma partida en dos sin remedio de reconciliación posible? ¿Somos una mente que no cabe en un cuerpo? ¿O somos un cuerpo que se quiebra al pensar?

¿Quiénes somos?



Y tú... ¿te quedas quieto al pensar o al hacer?





Feliz viernes
lleno de magia
de tortuga...
filosófica.




jueves, 16 de agosto de 2018

dulzura...

... de sol.


Este es el cuento de la tortuga mágica... que guardaba un reloj fuera de tiempo en su caparazón.

¿Y dónde encontró ese reloj? - se preguntaba el sol.

¿En los libros? - agregó la luna.

¿En el mar? - susurró el caballito de mar.

¡En las estrellas! - exclamó la mariposa.

En el cerebro... - contestó la tortuga.


Pero ¿cómo en el cerebro? - dudó el hada de la verdad.

Con ayuda del corazón.



Y tú... ¿qué escondes en tu caparazón?



Felices sueños de tortuga...
mágica.
Feliz Jueves.

martes, 14 de agosto de 2018

la amistad...

... como necesidad y debilidad.


A dónde fueron esos tiempos en los que el espacio para construir amistades y crecer dentro de nuestras experiencias compartidas era parte de nuestra cotidianidad. Era parte de nuestros planes y motivaciones comunes. Nunca un tiempo perdido... menos aún un atentado contra nuestra productividad o un dato incómodo para la disciplina de nuestra vida y la culminación de nuestras metas. 

Cuándo dejó de estar de moda conocer a otro ser humano... me refiero a abrir el alma y mirar el rostro de los otros con asombro, interrogantes, apego, empatía, solidaridad, respeto, tolerancia, sentido del humor. Cuándo dejamos de interesarnos por las aventuras de vida de otras personas por estar colmados de la experiencia de nosotros mismos. De querernos sin prejuicios. 

En qué lugar del camino escuchar las preocupaciones y problemas de los otros pasó a ser parte de la negatividad de la que nadie debe contagiarse. O a partir de qué punto de inflección, apareció el incentivo para preocuparse por el otro asociado de algún otro beneficio, es decir, el sacar  ventaja, provecho o ser merecedor de recompensa alguna. Por aspiración de "estatus" o para satisfacer algún capricho de nuestra vanidad.

Para algunos éste puede ser un signo de madurez... para mí es la experiencia anímica más regresiva que nuestra humanidad afronta. La amistad ha sido reemplazada por fármacos de todo tipo (antidepresivos, ansiolíticos, antipsicóticos, analgésicos, estimulantes, litio, etc.), por terapias alternativas (y clínicas) también de toda naturaleza, por cultos de iniciación, creencias y practicas cada día más solipsistas (en busca de un estadío superior del espíritu), por "proyectos" y por el hábito de hacer de nuestras obligaciones pretextos para olvidarnos de vivir a plenitud. Por falsos decretos... que nos venden la ilusión de que cada uno de nosotros es infalible y todo poderoso.



Y tú... ¿conservas el buen gusto por las amistades profundas?



Feliz martes...
Fuerte abrazo
lleno de magia de tortuga...
y amistad.








lunes, 13 de agosto de 2018

empiezan...

... los caminos de la paz.  Tenemos #AMLOPresidente electo... Ya tuvo lugar reunión en Palacio Nacional... el viernes Tatiana Clouthier con Loret de Mola... Y, tras un fin de semana de niebla y lluvia... hoy seguimos festejando. ¡¡Viva México!! 



El martes se inauguró el primer foro para construir la pacificación de México. El miércoles recibió Andrés Manuel López Obrador la constancia oficial de nuestro triunfo. Y arrancan los trabajos formales de transición a partir de la reunión que sostuvieron el jueves: Enrique Peña Nieto, nuestro actual presidente constitucional, y nuestro futuro presidente de México.

Y de manera acelerada nos acercamos al 1 de diciembre. Con pasos firmes. A la estatura de lo que merecemos. Con orgullo. Bajo el amparo de la buena política y las buenas formas. En paz...

Una paz que todavía vemos muy lejana en la gran parte de nuestro territorio nacional. Los foros dieron inicio en Ciudad Juárez para delinear el primer mapa de ruta de nuestros propósitos de cese a la violencia. De la mano de las víctimas y sumando la mayoría de las voces de la sociedad. Es tarea de todos colaborar con estos propósitos en ciernes. Construir juntos nuevas realidades para nuestro país.

Un dilema ha sido puesto sobre la mesa... "ni perdón ni olvido"... o "perdón sí y olvido no". Es una gran encrucijada social la que tenemos ante nuestros ojos. 

Quizá habría distintos niveles de discurso y varias estrategias de solución. Por una parte, no se puede minimizar que los lemas de la lucha por la búsqueda de personas desaparecidas incluyen: "ni perdón ni olvido" y "vivos se los llevaron, vivos los queremos". Comparsas de consuelo y entusiasmo que dignifican el dolor de las víctimas. En aras de su empoderamiento ciudadano. Sin dejar de mencionar que, en México, no todos los casos de las personas desaparecidas se refieren a personas desaparecidas forzosamente por aparatos del Estado o con aquiescencia de algún funcionario público, situaciones en las que, por naturaleza, nacieron tales movimientos de derechos humanos. 

Lo cual también sitúa el perdón y el olvido en otra dimensión de complejidad. Porque no se trata de proteger a funcionarios "amigos" con la posibilidad de una amnistía o de exonerar a una cadena de mando (para proteger el prestigio o la institucionalidad), ni de negar si hubo o no una estrategia sistemática de desaparición forzada de personas (como sí lo hubo en otros países). Se trata de qué manera los aparatos de justicia pueden hacer frente para establecer las penas adecuadas para quienes han cometido crímenes atroces contra la población en general, en el contexto de la delincuencia organizada.

Esto, sin embargo y enfatizo, no cambia en nada el dolor y el dolo involucrado en cada uno de estos casos. Pues ninguna persona tendría porqué correr tal suerte y ningún familiar tendría que quedarse con la interrogante sobre el paradero de sus seres queridos, la incertidumbre sobre si vive o muere, y si ha fallecido, la ausencia del duelo y la tumba que todos merecemos. La violencia involucrada en estos casos no es algo que ni siquiera la justicia pueda sanar. De ahí que hablar de perdón sea motivo, incluso, de indignación.

En México tenemos un gran número de personas desaparecidas (no localizadas) que se presume han sido víctimas directas de organizaciones del crimen. Está también la persecución en contra de migrantes centroamericanos, periodistas, defensores de derechos humanos y líderes sociales; tenemos también, registro de ejecuciones extrajudiciales y el oprobio del conjunto ilimitado de fosas clandestinas. Se suman los feminicidios y otros flagelos que atentan contra los derechos humanos de las mujeres (incluida la trata de personas y la explotación sexual). Por otra parte, existe una alta probabilidad de que muchas de las personas desaparecidas estén fallecidas. Lamentablemente. 

En este contexto, desalentador, grandes pasos daríamos si pudiéramos rastrear cada uno de los casos, identificar a todos con nombre de apellido, y tener el registro más certero de cada uno de estos acontecimientos. Lo cual aparece ante nosotros como una tarea titánica. ¿Cómo afrontar tales caminos? Es una de las interrogantes que debemos ir descifrando de la mano de las víctimas y de la mano del sistema de justicia penal y los órganos de investigación respectiva.

Y en este proceso, me parece importante: no confundir el perdón con la justicia. Porque hay una dimensión personal en la que el perdón es una decisión que le pertenece a cada uno en particular. Y esta decisión no depende de política pública alguna que se implemente para pacificar el país, conocer la verdad de los hechos, establecer medidas de reparación y la garantía de no repetición. Incluso si se logra enjuiciar y apresar a todos y cada uno de los responsables de cada uno de los actos de barbarie que han sometido nuestro país, las víctimas son libres de perdonar o no perdonar... de olvidar o no olvidar. 

La justicia, en cambio, tiene que ver con las penas legales y los procesos  jurídicos involucrados para combatir la impunidad de tales crímenes. Algunos de los cuales serán prácticamente imposibles de rastrear, o aún con información vasta, no habrá elementos suficientes para la conclusión de tales procesos. Dada la magnitud de la circunstancia en la que nos encontramos. Así como, debemos preguntarnos si existe un aparato de justicia de tamaño suficiente para llevar a cabo esta faena. O si es el mejor curso de acción para el desarrollo del país invertir todos nuestros recursos en el sistema de justicia, dejando de lado otras necesidades igualmente urgentes. Sí es condición obligada garantizar un sistema penal eficaz, eficiente, expedito y honesto (en aras del fortalecimiento de nuestras instituciones para construir el futuro). A la par de encontrar una alternativa de justicia transicional para superar esta etapa de nuestra historia. 

Incluso si existieran quienes apelaran a castigos tan severos como la pena de muerte (medida extrema que va en contra de todo lo que yo valoro, respeto y acepto como válido entre seres humanos), ni siquiera tal castigo podría garantizar o abonar en la posibilidad de que una víctima encuentre perdón o reconciliación en su alma por la injusticia de la que fue objeto. Porque en la mayoría de estos casos no hay una proporción entre el daño y la justa medida de reparación. Es decir: el castigo no garantiza el perdón. Ni siquiera una ley de Amnistía, en donde se concedan casos de excepción para la aplicación de la justicia procesal, en aras de la justicia social y comunitaria, impone la obligación personal a cada víctima de perdonar o no, de olvidar o no. 

Las medidas de reparación son simbólicas y remediales, son una expresión de resarcisión y reconocimiento al dolor sufrido.  Visibilizar los hechos y afrontar solidariamente la realidad. Sin simulación alguna y sin minimizar la gravedad de los acontecimientos. Es una suerte de reconciliación social. Lo cual sí logra alivio, esperanza y "reparación", en la medida de lo que cabe y dependiendo de cada persona afectada.   

La pregunta es: ¿el Estado debe dar curso a una pesquisa sin perdón de ningún tipo? Me parece que el cese de la violencia y las medidas de reparación (incluida la garantía de no repetición y la memoria histórica) son los objetivos primeros de una política pública. El daño es irreparable. Y es por eso que lo más urgente es inhibir la violencia. La seguridad pública implementada con enfoque de seguridad humana. La vigencia de los derechos humanos. La motivación del Estado no puede ser la venganza. Su papel es restablecer la paz. Una ley de Amnistía propicia las condiciones necesarias para tal propósito. Y en igual proporción, todos los habitantes del país encuentran en ella su lugar y su oportunidad para volver a comenzar, dadas las condiciones de realidad posibles. Y en este sentido, se ha dejado claro que los crímenes de lesa humanidad no serán objeto de la exoneración legal. Lo cual es una señal clara de que encontrar perdón no es sinónimo de legitimar la impunidad.

La sociedad no puede definirse entre dos bandos: los buenos y los malos. Las víctimas y los victimarios. De este modo, sería una tarea sin propósito buscar la pacificación del país. El propósito de esta tarea es lograr reconciliarnos como nación, como ciudadanos, reconocernos unos a otros en igualdad de condiciones, reconocernos igualmente humanos. Ojalá la vida real fuera tan sencilla como un cuento maniqueo en el cual unos personajes encarnan el mal puro e intransmutable y otros personajes encarnan el bien inquebrantable e inequívoco. Lo cierto es que ser humanos es ser buenos y malos al mismo tiempo... No existen personas perfectas.

En lo personal, yo puedo compartir una experiencia de vida. Mi abuela fue víctima de desaparición forzada, por parte del ejército de Guatemala, hace más de 30 años. Dos tíos fallecieron, al parecer, en combate armado como miembros de la guerrilla guatemalteca, también hace más de 30 años. Existen distintas historias sobre la suerte que corrieron los tres. Ninguna certera ni verificable. Nunca nos fueron entregados sus cuerpos. Y sé lo que es ser sobreviviente de una violación de derechos humanos. Mi vida ha sido marcada por este hecho, desde la infancia. Y yo puedo dar testimonio de que el perdón no solo sí es una opción de vida, para mí, la única que nos da la paz necesaria para reconciliar el futuro de nuestras vidas, sin rencor. Sin olvido... también. Creo que las víctimas y sobrevivientes nos merecemos poder continuar adelante con nuestras vidas. 

La mejor manera de vencer a nuestros victimarios es construir una vida que logre tener identidad más allá de la tragedia. Recuperar nuestra libertad, aun cuando nos han arrebatado de raíz todos los pilares de nuestra dignidad. Sobreponernos a nuestro dolor para construir un mundo en el que nadie más tenga que conocer un dolor parecido, creo que es una manera de obtener justicia. De vencer ante la atrocidad. Y para ello, es indispensable aceptar que aun el personaje más siniestro merece una segunda oportunidad para reinsertarse a la sociedad y enmendar sus caminos. De otro modo, el exterminio sería la única alternativa. Y esto es precisamente lo contrario de lo que estamos defendiendo cuando luchamos por el ejercicio pleno de todas nuestras libertades, en igualdad de condiciones. Pero esa... fue mi decisión. Y respeto profundamente el dolor de cada persona y la forma en que cada quien encuentra la paz que necesita para seguir adelante con su vida. Para poder sonreír desde el fondo del corazón.

En este contexto, una buena alternativa de política pública puede ser implementar estrategias para acompañar los caminos del perdón de la mano de la justicia. De cara al proceso de reconciliación nacional que está ante nosotros. Los caminos de la pacificación exigen de todos el aprender a caminar de modos que antes no imaginábamos que eran posibles.

Para cerrar... Es una gran señal para la fortaleza de nuestra democracia la reunión que tuvo lugar en Palacio Nacional. Dos hombres a la altura de las circunstancias y a la altura de la investidura presidencial. El diálogo como herramienta para razonar juntos y construir pensando en el mañana. Una muestra de que México es primero y de que el compromiso de nuestra clase política es certero. Podemos estar seguros de que los meses de trabajo, que darán curso para la transición formal del cambio de administración, ofrecerán los mejores frutos para hacer tangible la cuarta transformación en ciernes. 

Mucho se dice sobre las excesivas y altas expectativas que estamos depositando en el próximo sexenio... coincido en que cuan mayor es el anhelo de lo que queremos alcanzar, mayor es también la decepción de no ver concretarse el mismo. Sin embargo, también creo que como ciudadanos no debemos conformarnos con estar acostumbrados a no reconocer los logros del trabajo de nuestros funcionarios públicos. Y una forma de darnos la oportunidad de encontrar verdaderas soluciones a nuestros problemas, como país, es darnos también la oportunidad de saber que las soluciones son posibles. Independientemente, de que la realidad es el molde en el que nuestras expectativas pierden una parte de la idealidad de nuestro anhelo. Porque esto no significa que no se cumplen nuestros sueños, por el contrario, éste es el único modo en que se vuelven reales. Démonos la oportunidad de que ocurran cosas buenas... para todos.


Última acotación de conciencia...
Sin mermar la alegría que nos sigue acompañando desde el primero de julio... quisiera hacer una breve moción sobre Tatiana Clouthier quien insiste en ser la protagonista incómoda de un proceso histórico que no solo va mucho más allá de ella... va incluso mucho más allá de Andrés Manuel. Hago un llamado de mesura, con profundo respeto, a la futura Diputada. Que beba trago a trago el curso de los acontecimientos, que no confunda el capital político, que logró alcanzar por su extraordinario trabajo como coordinadora de campaña y vocera, con una moneda de cambio con la cual piensa encumbrar posiciones que ha decidido se merece por motus propio. 

Merecemos un poco más de respeto ante el momento extraordinario que vivimos y que todos hemos construido, por igual, gracias al liderazgo de nuestro presidente electo. Parece más armónico reconciliar, en sus participaciones públicas, el hecho de que la campaña ya concluyó y con ésta el trabajo que tuvo encomendado, incluido el hecho de que no es la vocera de los trabajos de transición; con su voz propia y opiniones personales, las cuales han nutrido la discusión política y a las que, por supuesto, tiene derecho. Para lo cual creo que su participación en el Congreso será ejemplar: en independencia y convicción. Porque, a mi gusto, su aparente ligereza con la que se siente obligada a tomar postura de todo (dentro y fuera de sus ámbitos de competencia) está empañando nuestra alegría. Su vanidad no puede anteponerse al aliento de esperanza que todos compartimos. Y no parece muy certero insistir en hacer de las conversaciones familiares, con su hermano, la agenda pública nacional. Así como, igualmente desafortunado, es escuchar a la Ministra Sánchez Cordero decir "ya le expliqué a López Obrador que es anticonstitucional bajar los sueldos de los Ministros de la SCJN"... Las conversaciones de trabajo interno entre los miembros del equipo de transición no son de dominio público.

En lo personal, me importa más saber si la Mtra. Clouthier (y todas las personas que se han perfilado para ocupar algún puesto en el Gobierno Federal) tiene la altura política para desempeñar tales trabajos. Para mí es irrelevante oír porqué ella opina que otros no merecen tal reconocimiento. Esas son valoraciones que nos corresponde hacer a cada uno de los ciudadanos en total libertad. Y hasta donde sé, ninguno de estos nombramientos está a consulta pública. Tales son las reglas de la legalidad que nos rigen. Todos los presidentes han hecho los respectivos nombramientos, a veces con acierto, a veces con desatino, pero eso solo lo sabremos sobre la marcha. Por de pronto, votamos por AMLO y confiamos en sus decisiones, sin renunciar a nuestra capacidad crítica individual. Esto es lo que significa construir en democracia. Pero querer hacer nuestras valoraciones personales: el eje central de la discusión pública... parece ser una señal de abuso del micrófono para fines personales. Ésta... la tentación de todo triunfalismo. Y cabe mencionar, que una de las cosas que me ha llenado de orgullo en este mes y días, desde la elección, es que no hemos visto tales derroches. Con cariño y respeto: ¡¡Feliz cumpleaños Tatiana!!





Y tú... ¿cómo acompañaste el acontecer nacional de la semana pasada?



Feliz inicio de semana...
mágicas y hermanas
tortugas.





lunes, 6 de agosto de 2018

Bartlett...

... ¿por qué no? #CuartaTransformación


Me detendré un momento para dialogar con la polémica que se desató en estas semanas sobre la pertinencia y relevancia del futuro nombramiento de Manuel Bartlett como director de la Comisión Federal de Electricidad. En lo personal lo único que a mí me extrañó fue ¿por qué él querría desempeñar tal función? Porque que ocupara un lugar en el nuevo tablero gubernamental, para mí, era no solo una tarea obligada... además, un anhelo personal. La incógnita, acariciada incluso con anticipación, solo era cuál función le sería encomendada. 

Tras haber seguido su trabajo legislativo, percibí su perfil situado al margen de los intereses que hoy están representados en la CFE. Ha sido un impecable retractor del monopolio privado financiero de las empresas energéticas y eléctricas y un defensor del patrimonio nacional, de la autonomía económica y de la posibilidad de un desarrollo institucional al servicio de la soberanía del país. Valores muy depreciados en años recientes. 

Escuchar sus participaciones en la tribuna, además de siempre caracterizarse por una lúcida (y admirable) brillantez, determinación, convicción, valentía y coherencia, son un ejemplo del talante y la altura de este personaje indispensable para nuestra vida política. Un cuadro político de excelencia de los que ya no podemos ver muy seguido. Un contrapeso democrático efectivo sin resquemor alguno de alzar la voz y de hacerlo siempre con una elegancia envidiable.

Y entonces, comprendí lo acertado de este nombramiento. Precisamente, en tiempos de transformación, necesitamos a la cabeza de la CFE una persona que represente todo lo que hoy no es esta empresa. Es una señal contundente del compromiso de Andrés Manuel con sus propuestas de campaña. Una certeza de que no hay una sola improvisación en su proyecto de nación. Y una decisión coherente con el trabajo en común que han construido estos 12 años.   

Si bien, es cierto, yo me remito aquí al pasado reciente de su trayectoria. Y también es verdad que no tengo miramiento alguno hacia su historia de vida. Creo que somos la persona en quien nos convertimos gracias a todos los pasos que hemos dado en el camino. Que es así que se forja nuestro carácter y que tenemos derecho a construir nuestra propia trayectoria, con libertad. La luz de nuestra madurez se entrelaza con el claroscuro de todas las etapas de nuestro crecimiento. 

A quienes cuestionan, en especial el impacto mediático de todos los grises con los que ahora se le quiere teñir, yo los invito a ver hacia adelante y analizar el presente a la luz de lo que hoy necesitamos y de la situación en la que nos encontramos. Y no nos neguemos la oportunidad de tener a un funcionario de primer nivel a cargo de nuestros destinos eléctricos. Creo que es la persona ideal para las tareas a afrontar en esta materia. 

No subestimemos la envergadura de los retos que la cuarta transformación nos significa. Mis mejores deseos en esta empresa para Manuel Bartlett. Mi respeto y reconocimiento a su asombrosa trayectoria. ¡Que viva el buen arte de la política!


Y tú... ¿reconoces tus virtudes o te conformas con tus errores?



Fuerte abrazo...
lleno de magia de tortuga.
¡Feliz inicio de semana!


Y por que hoy amanecí sintonizada
con el más cursi de los romanticismos
les comparto un poco de la música...
que me acompaña.


domingo, 5 de agosto de 2018

serena alegría...

... corazón rebosante.


Lo que ocurre con los estados prolongados de felicidad es que expanden todos y cada uno de nuestros sentidos. El tiempo... no sé si detiene... o fluye con tanta naturalidad que no logras percibir el paso de las horas. De pronto, la calma de la ternura arrulla tus días como si no pudieras desprenderte de una melodía encantada. Dejas de interrogarte. Y a cada paso descubres una nueva certeza. Como si navegar fuera como volar. Como si caminar fuera como bailar. Y con solo pensar: puedes amar...

Las tareas se entrelazan con el placer. La vida se colma de aliento renacido. El entusiasmo transmuta en alegría... de una prisa que nos arrebata el alma... y, sin sobresaltos, se convierte en una sorpresa con pausa... Aparece el placer del trago que se bebe suavemente. El brillo de la mirada contempla el acontecer... sin otro pensamiento que el sereno sentir. La palabra deja de atropellarse. El tono de la voz no se quiebra de ansiedades. Y el corazón late... sin otro esfuerzo que el de nutrir el compás de un ritmo propio. 

Probablemente, éstos son los espacios en que todo ocupa el orden que le corresponde. Sin más. Un presente sin futuro que deja de interesarse por el pasado. El lugar de las risas y las sonrisas.



Y tú... ¿cómo describes el más bello de los silencios?


Les regalo este día...
colmado de magia de tortuga.
Fuerte abrazo.
Gracias!





sábado, 4 de agosto de 2018

tareas...

... del hogar.



Quisiera poder decir que será un sábado de tareas creativas... lo cierto es que hoy debo dedicarme a las tareas domésticas. Las cuales se acumulan, a lo largo de los días, empezando a interrumpir el paso. 

Por una parte, me regodeo de mí misma por no tener ningún resquemor al respecto. Soltar el obsesivo hábito del orden y la limpieza es una suerte de liberación de nuestros temores acerca del devenir aleatorio e impredecible de la cotidianidad. Solemos tomar el control de todo lo que no podemos controlar: a través de ordenar compulsivamente a nuestro alrededor lo que sí podemos controlar. Y así, sentimos que tenemos el ritmo del tiempo, que se evapora, en nuestras manos.

Por otra parte, el placer de la casa limpia y saber todo en su lugar, también, es el mayor disfrute de todo lo que está orden en nuestro corazón. El espacio abierto de nuestra alma, sin nada que interrumpa el paso, para que se desenvuelvan las actividades de nuestra vida: en armonía. Es brindarnos la guarida ética en donde habitamos reconciliados con nosotros mismos.

Probablemente, esto del quehacer doméstico se trate del justo término medio. Entre soltar nuestros temores y procurarnos nuestras propias certezas. El dejar que la vida transcurra sin más y, al mismo tiempo, montar un escenario estético para disfrutar el flujo del tiempo. Como la clave para compartir nuestro hogar. Primero con nosotros mismos... y así: con los habitantes de nuestro corazón. Nuestro ethos y nuestro eros.

Disfrutar nuestros espacios vitales es una forma de acariciarnos. Una forma única de apapacho. Es también la satisfacción del trabajo cumplido. El apropiarnos de nuestro cuerpo hecho casa. Nuestro lugar seguro. El resguardo de nuestras tormentas y el nido de nuestros anhelos. El testigo de nuestros esfuerzos. La cuna de nuestro descanso. La coordenada en la que anclamos cada noche. El abrigo del amanecer. Y la libertad de nuestra creatividad. El poderío de nuestras soledades. Y el susurro de nuestros placeres. 


Y tú... ¿en qué ocupas este sábado?


Feliz fin de semana!
Que sus horas transcurran
llenas de magia...
queridas tortugas.



  

viernes, 3 de agosto de 2018

lluvia y sol...

... el equilibrio del corazón.



En medio de un día lluvioso llegan las buenas noticias. La resolución de largas esperas nos deja exhaustos. Como si llevásemos tiempo conteniendo una parte importante de nuestras energías para lograr el esfuerzo de la espera. Como cuando volvemos de un largo viaje. 

Hay distintos tipos de viajes. Mis favoritos siguen siendo los viajes del alma. Aquellos que te transportan a través del tiempo, que navegan por los sueños. En donde se esconden las reliquias que poseemos. Los tesoros que hemos construido. Las verdades dormidas. Los sentimientos liberados. Los recuerdos felices. Las tristezas superadas. Los anhelos cumplidos. Las nuevas ilusiones. Todos éstos... territorios que nos obligan a regresar revivificados a nuestro presente. Pero también hay viajes de muerte, pérdidas, abandono y desolación. Y de estos... si somos capaces de sobrevivir... regresamos, además, reconciliados y fortalecidos. Capaces de volver, ver de cara al futuro y sonreír.

Y cuando las esperas concluyen... llega el tiempo de relajarse y dejar ir toda esa angustia contenida por el curso aleatorio e incierto de acontecimientos que fueron determinantes para nuestra vida y para la vida de nuestros seres. No hay dolor más profundo que el que se nutre de la injusticia. A veces, la vida nos arrebata parte importante de nuestro destino. Son los momentos que ponen a prueba nuestro carácter y tensan nuestros vínculos vitales. Nos arrojan a la orfandad y nos hacen descubrir el lado oscuro de nosotros mismos. Así, también, no existe reparación más grande que una resolución justa. La prescripción que enmienda todas nuestras heridas y nos devuelve aquellas certezas que creíamos imposibles de recuperar. Hoy es uno de esos días en que el descanso se nutre de la satisfacción de la justicia. 

El cansancio se deba, probablemente, a que empezamos a llenarnos poco a poquito de armonía. La distensión del estrés que nuestro cuerpo ha tenido que sostener para mantener el alma a flote... expande todo nuestro ser... y nos invita respirar profundamente, ahora que el oxígeno ha vuelto a nuestras venas. Estamos exhaustos y tenemos la certeza de que volveremos a reconciliar el sueño profundo por las noches. Y los días traen de vuelta cierta melancolía. La melancolía del dolor perdido, la nostalgia de la felicidad postergada, la intuición de la calma. La certeza de un ciclo que se cierra. Y del caudal de caminos abiertos que renacerán para vivir a plenitud. La libertad.

Tras las tragedias que han marcado nuestra vida existe un secreto escondido. Porque nos volvemos aquello que resultó de tales fatalidades, y aunque no siempre podamos dejar de seguir lamentando tales sucesos, no podemos negarnos a nosotros mismos ser quienes somos: gracias a tales barbaries. Y entonces... todo toma el lugar que le corresponde. Es como si la galaxia de nuestras emociones pudiera, al fin, recuperar el equilibrio de su órbita. Y si bien, mi vida ha estado colmada de tales intensidades, no puedo lamentar un solo día transcurrido. Hoy es un día para sentirnos orgullosos de haber triunfado. De amarnos y sonreír. De dar gracias por la bendición que hemos recibido. Y, al fin, poder descansar. Porque se han cumplido los 20 años más largos de nuestra historia. 


Y tú... ¿abrazas tu pasado?



Por la familia que fuimos y
las familias que somos...
triunfamos.
Los amo siempre.


Fuerte abrazo lleno de magia de tortuga.