jueves, 23 de diciembre de 2010

en la víspera

Entre todas las sorpresas del acontecer vital, la calidez humana es la más bella.

El abrazo de una verdadera amistad, la confianza, el descubrir con quien hablar sin temor, encontrar una mano para descansar con el alma, recibir gratitud y apoyo, dormir en paz, esperar sin prisa un valiente, tierno y cierto amor, escribir, leer, dejar fluir tu razón de ser: sin la angustia del miedo, sin el juicio injusto de la mezquindad, sin la hipócrita confidencia de la competencia, sin el acoso de la perversidad, simplemente ser y saber que hay un lugar para renacer, lleno de luz y calor.

Pensar libre y aprender a decir en pausa... 

El abrazo de la serenidad.


Y tú ... ¿quién eliges ser?

Hasta mañana.




martes, 9 de noviembre de 2010

ojos y miradas

A la orilla de un río, se sienta un hermoso gato color miel a beber agua y a observar todo a su alrededor.

Este misterioso ser tiene virtudes insospechadas. Lee el tiempo antes de sus acontecimientos, escucha en el silencio todos los pensamientos que lo rodean, mira en una dimensión que está más allá de lo evidente y su intencionalidad se armoniza con el canto de las sirenas.

Con esta magia, descubre que algo cimbra la tierra  y violenta la paz de la bella naturaleza. ¿Qué pasa? -preguntan los seres del bosque.

El agua continúa su cauce y de pronto un oleaje de ira la sacude.

El viento entona su canto y con fuerza azota los árboles como si el enojo lo hiciera explotar.

Cae la lluvia y, con truenos y relámpagos, el cielo grita de rabia.

Y es que a los oídos del gato de los siete secretos ha llegado una voz de injusticia, alguien que lo mira con desdén y subestima todos sus talentos, así como, entorpece todos sus esfuerzos. Un eco de tierras lejanas, una risa del lugar de los sueños perdidos. Un susurro que lo interroga inquisitoriamente. El gemido de un corazón cansado. El egoísmo de un alma rota.

De pronto, tras este gran estremecerse del tiempo, Eros regresa y descubre que prefiere el largo silencio que imagina un rostro amado a la dura palabra que descubre a un ser hostil. Así, este gato mágico hechiza nuevamente su mirada y reencuentra la belleza de todo lo que cubren sus ojos. Cerrando su oído a quienes se esfuerzan por llenar de grises lo que para él es un arcoiris viviente.


Y tú ... ¿admiras la vida a través de sus colores o juzgas en tonos oscuros de gris?

Hasta mañana.



lunes, 8 de noviembre de 2010

mariposa triste

En medio de una tarde fría y con una tenue depresión de amor, se entera la mariposa azul que Fito Páez estuvo cerca cerquita y ella ni siquiera lo supo, la tristeza la invade y se pregunta: ¿cuántas cosas me estoy perdiendo de compartir con la vida?

Si al menos hubiera tenido noticias de tal magno evento... -piensa entre suspiros la mariposa. Pocas experiencias son tan placenteras como un concierto de Fito. Esta mariposa tiene una larga historia con su voz y siempre lo elije para acompañar las horas de sus días. Fue el ángel de los risos de oro quien le regaló este bello amor y desde su muerte, cuando el exquisito piano de multiteclados suena al ritmo de sus extraordinarios músicos en vivo, la mariposa descubre, casi por primera vez, la riqueza del sonido. Pues si bien adora el arte de su composición, el gran regalo de Fito es que es un maestro de la música.

Siento mucho no haber podido estar en el Auditorio este sábado, me quedo a la espera de Miguel Bosé por segunda vez consecutiva en el año y rezando porque Fito regrese pronto!!!!


Y tú ... ¿de quién te perdiste este fin de semana?

Hasta mañana.



domingo, 7 de noviembre de 2010

tiempo perdido

Hay eventos que cuestionan nuestro ser, el modo de crecer que hemos elegido, el carácter que hemos cultivado, las certezas que alimentamos.

¿Qué hacer cuando esto pasa? a quién acudir ... cuando de pronto, nuestra vida se diluye ante la evidencia de que nada de lo que hemos hecho es suficiente para llegar a ser una persona. 

¿Qué diría la tortuga mágica? Se pregunta el aliento moribundo de una estrella apagada.

En medio de un bosque eclipsado, se esconde la tortuga mágica en su caparazón, cuando a lo lejos escucha el lamento de la estrella de vida.

Una vez más, decide asomar su cabeza hacia el sol para con su consejo sanar.

Amiga estrella ¿qué te ha quitado tu luz? ¿quién te maltrató? ¿cómo han robado tu ingenua voluntad? ¿cuándo rompieron tu destino?

Tras un largo silencio... un susurro se escuchó: "No sé... " y tras un respiro profundo dijo la estrella "Trato de recordar cómo mi camino se estancó, primero fue una falsa amistad quien decepcionó mi alma, después un cobarde amor dejó en el abandono mi corazón, más tarde, un villano y un verdugo asfixiaron mi fuerza, quienes pensé eran ángeles eran demonios y de pronto ya no supe en quién más confiar, como si con mi sana razón hubieran jugado tretas con el único fin de hacerme enloquecer. Sólo sé que, sin entender las causas de tal maldad, ni jamás poder reconciliar que quienes me tendieron su mano hayan mentido, hoy ya no tengo nada que dar y, han sido tantos espejos en los que me han hecho ver cuán poco valgo, que ya no me queda ni la fe en mi propia verdad. Y mi única duda es por qué... por qué... por qué... y por qué???? qué hice para merecer vivir tan malas experiencias y para dejar de ser quien soy; porque debo haber dañado mucho a alguien para recibir tal desoladora recompensa. Ayúdame mi mágica tortuga para salir de esta imperceptible tristeza, que amarga mi alma y se alimenta de mezquinas envidias... Ayúdame para recuperar mi sonrisa y mi siempre reconciliado espíritu que navega en paz los caminos de su provenir. Enséñame a salir de este túnel de malos recuerdos e injustos dolores."

La tortuga regresó a su caparazón, conmovida y llena de tristeza al escuchar el dolor inconmensurable de la estrella. Para tratar de descifrar el secreto que la haría brillar otra vez, durmió durante 33 días. Al despertar, tenía nuevas preguntas para la estrella:

¿guardas amor en tu corazón?

...Sí

¿conservas amistades en tu alma?

Sí...

¿sabes la belleza que yace en tu esfuerzo de vida?

... Sí


¿actuaste con honesta verdad?


Sí...

Entonces, sólo sé paciente... tu luz se encenderá sola y en tu tiempo justo llegará tu momento para volver a ser. Puedes descansar en mi caparazón hasta que estos malos recuerdos se marchen, para que puedas dejar de buscar afuera lo que llevas dentro tuyo y hasta que descubras la manera de no permitir que el espejo de los otros borre el destello de tus esperanzas y de tus satisfacciones. Descansa y poco a poco regresará tu verdadero destino. Recuerda: nadie puede perder lo que le ha sido dado para sí.


Y tú ... ¿en dónde curas tus heridas?

Buena semana llena de magia de tortuga.




sábado, 30 de octubre de 2010

horas y segundos

A la luz de las enseñanzas renacentistas, la melancolía nos acompaña cuando comprendemos lo que no alcanzaremos a conocer. Como si supiéramos, de pronto, que habrá muchas cosas que no podremos realizar y los límites de nuestra voluntad.

Sin embargo, ahora descubro, y cada vez con más nostalgia, que nos invade el estado melancólico, cuando nos reconciliamos con todo lo que no podremos llegar a comunicar en nuestro intento por dialogar vida, conocimiento, cariño y comprensión; y serenamente aprendemos de las riquezas del silencio. Como si dejáramos de luchar contra lo inaprehensible.

Quizá, estamos melancólicos cuando perdemos el amor, cuando nos desprendemos de alguna etapa de la vida, cuando se ausentan nuestros quereres o cuando asistimos la muerte, porque conservamos un vacío nuestro que tampoco es acequible y, sin embargo, resuena con el eco de un silencio inconmovible.

Otras veces, somos melancólicos por el sólo hecho de vivir y no poder detener el tiempo para repetir una y otra vez todo aquello que nos hace feliz.

En sólo minutos se llenan las horas en las que la vida transcurre. En sólo segundos dos rostros se descubren, en medio de guerras, tormentas, pasado acumulado y presente... sin futuro. En casi un instante, se puede perder el amor elegido y soñado, al pasar las horas en que estuvo entre tus brazos la dicha que tanto esperaste y, sin embargo, en esa inmediatez de la vida, sólo nos queda la fuerza vacía de un latir perdido. Ésta es una melancolía más triste, casi devastadora. La cual, conforme se marcha, siembra nostalgias de amor.

De pronto, nos anima conversar con viejos amigos y encontrar en sus palabras un consuelo, alguna explicación a los temores que nos aquejan, a los fracasos, las preocupaciones o las penas. Hallar en ellos consejos que nos ayuden a descifrar porqué las cosas no siempre resultan de acuerdo con nuestra dicha, que nos recuerden cómo se cultiva el amor, y que nos reconcilien con  la idea de que hay una forma de ser adulto sin tener que ser cínico o corrupto. Y al relegarnos en nuestras amistades, nos invade una melancolía de cariño y hermandad.

Otras veces, cuando el alma se descubre sola vienen todos los recuerdos de golpe y en un sólo suspiro invocamos a la melancolía de nuestra propia historia en la que, probablemente, aún no hemos escrito todo lo que llegaremos a ser.


Y tú ... ¿qué conservas de tu melancolía?

Buen fin de semana de luto y festejo para nuestros muertos.

lunes, 25 de octubre de 2010

postulados de la felicidad

La luna llena de octubre llegó con mucha energía, saturada de trabajo, agotada, añorando dulzura, un abrazo tenue, una cena sin bullicio, una vela, una copa de vino, palabras dulces y soñando amor.

La verdad no siempre es lo que nos gusta escuchar. Por ejemplo, en medio de una hermosa noche de octubre, de pronto algo irrumpe y te quita la venda de los ojos, de pronto la luz te lastima y debes dejar de escuchar esa voz dentro tuyo que alimentaba tu corazón con bellas ilusiones. Entender: ¡debes entender! ...  escuchó la luna llena con firmeza; acallando el grito de su alma. "No has entendido" le repitieron una y otra vez. Y sí, el amor se resiste a entender lo que le duele.

Así, la luna sola se contempla. No se cumple la ternura, ni la caricia de una breve declaración al oído. No se comparte el vino. No amanece en su corazón.

Una vez más, el teléfono suena, la amistad retorna, en su voz y en su canto hay cariño, hay solidaridad, hay comprensión. Los sueños y el amor, entonces ¿en qué canción renacerán? Se pregunta la luna, mientras se acostumbra al vivir de una nueva verdad.

¿Qué tiene que ver todo esto con la felicidad? ¿Existen tales postulados?

No sé si existen, pero sí sé que reconciliarse con las verdades que nos resistimos a entender es una llave mágica.

Otra buena consejera es el no alimentar falsas expectativas y, como no sabemos bien a bien qué nos espera, probablemente, no albergar esperanzas y disfrutar los momentos es una señal de alegría.

No tener miedo a sentir ni a reconocer que somos vulnerables. Decir lo que sentimos y confesar nuestro amor, puede ser un regalo infinito.

Bajar la guardia y confiar.

Escuchar y acompañar sin juicios el relato de las vivencias de quienes nos rodean.

Perdonar y comprender que quienes nos lastiman no saben que nos hieren.

Confesar nuestros sueños y compartir proyectos.

Sumar fortuna.

Restar rencor.

Y tú ... ¿qué supiste esta luna llena?

Buena semana amigas tortugas.



domingo, 17 de octubre de 2010

música de mar

Al cabo de unos días, estrella, ballena y tortuga... resolvieron compartir las veces en que cada una de ellas dejó su fortuna pasar.

La bella y joven estrella de mar pensó en el ángel de los cabellos rizados... él la invitó a bailar, a cantar y abrazó con fuerza y amor su corazón. Sin embargo, ella no estaba lista para tomar su mano.

La hermosa y madura ballena suspiró profundo... pensando en cuando la armonía de su ser recobró la salud y todos los caminos se abrieron a su paso... pues quizá tuvo frente a sí su vida soñada y confundió su rostro en un falso ser: sólo por temor.

La dulce y paciente tortuga sintió una nueva vejez... recordó rostros lejanos que pudieron llegar a acompañarla... sin embargo, en ninguno lograba identificarse plenamente; como si algo dentro de sí supiera que su fortuna aún no había llegado. Siempre bailó, cantó y abrazó llena de vida y, sin embargo, nadie la había guardado.

Entonces, el pulpo paró por primera vez su música y respondió:

Querida estrella: no tengas nostalgia que conmigo bailarás.
Amada ballena: no tengas reproches que junto a mí renacerás.
Amiga tortuga: no tengas dudas que yo soy quien te conservará.

Así... el mar volvió a cantar.


Y tú... ¿albergas dudas, reproches o nostalgias?

Hasta mañana!


viernes, 15 de octubre de 2010

el pulpo

Cuenta la historia del pulpo bailador que el mar de las alegrías está hecho de música...

Estaba el pulpo de los 17 tentáculos bailando salsa. En cada uno tenía un ritmo diferente y, al unir las 17 melodías, sólo se escuchaba el latir del océano.

De pronto, apareció una estrella de mar hecha de plata, quien se acercó hasta escuchar la armonía del pulpo y le preguntó: ¿quieres bailar?

Pero él no contestó... quizá no supo escuchar.  

De pronto, lo llamó una ballena color miel que brillaba como oro bajo el sol y, usando un caracol encantado, le preguntó: ¿quieres cantar?

El pulpo tampoco respondió.

Finalmente, la tortuga marina lo tocó y el pulpo, sin dar tiempo a que ella pudiera preguntar, la alejó sacudiendo sus tentáculos.

Cuando se reunieron, la estrella de la felicidad, la ballena de la abundancia y la tortuga fiel... consultaron entre sí: porqué el pulpo sólo guarda silencio para ellas, si está lleno de música; y porqué las expulsa de su mar sin darles una oportunidad. Pero no llegaron a ninguna conclusión. Les intrigaba, en especial, que este ser alegre y bailador les negara: baile, canto y sonrisa, a las bendiciones de su propia fortuna...


Y tú... ¿sigues el ritmo de tu latir para amar o dejas tu fortuna pasar?


buen fin de semana!!

jueves, 14 de octubre de 2010

con verdad

El proceso de vida oscila entre lo que nos hace feliz y el tiempo que tardamos en irlo descubriendo dentro nuestro.

Con verdad, puedo confesar que conforme la vida crece, en el alma de cada quien, la dicha torna sus aromas y te desnuda, impredecible, en el momento justo.

Ha pasado tiempo desde mi última misiva, me volqué de lleno a este vacío de magia de tortuga que, al fin, me sacudió. Y sí, han sido días de más grato trabajo y de mucha reflexión. El dragón que acompaña a la princesa del planeta azul sigue haciendo estragos, algunas veces con razón, otras por capricho, pero siempre: sin mesura.

Encuentro dos grandes pretextos que acompañan el reino de lo humano: la ira y la impaciencia. O si se quiere: el miedo al presente y el miedo al futuro. En ambos casos, cultivamos nuestros temores en el pasado no cumplido. Aprendemos a desesperarmos una vez que conocemos la muerte y convivimos con la rabia una vez que descubrimos los límites de nuestra voluntad.

¿Pero por qué digo que son dos grandes pretextos?

En el caso de la ira, se trata de un punto de fuga para no atarnos al caudal de la vida y no dejarnos llevar por la sencillez de todo lo que cobra relevancia, es un estar afuera, inmutable, ante el devenir y con la ilusión de poder eludir la muerte, una vez que nos aferramos a ella con rencor.

En cambio, cuando se trata de la impaciencia, interrumpimos el tiempo, como si lo tenzáramos con nuestras manos, asfixiando el presente e interrumpiendo el curso de los acontecimientos.

En ambos casos, eludimos hacer, descansar, estar, hablar, escuchar, sentir, amar, reír, llorar, sanar, ser. Como si de este modo pudiéramos controlar la magia de la vida. Cuando, simplemente, se trata de reconciliarnos con nuestro auténtico latir en franca armonía.


Y tú ... ¿vives con sinceridad?

Hasta pronto... amigas tortugas.

martes, 21 de septiembre de 2010

festejos

en el ojo del huracán...

En medio de desgracias, violencia desatada y lluvias que lastiman a poblaciones enteras del país, se grita por una fiesta llena de contradicciones. Lo que trae a mí interrogantes del tipo: ¿¿Qué es un país??? y ¿¿por qué nos festejamos como patria??? [... a la luz del nuevo milenio]. Nos aferramos a una bandera y renunciamos nuestra identidad a un escudo, pero, en lo esencial, vemos morir a nuestros pies a compatriotas y hermanos y somos casi inmunes a la culpa y la responsabilidad social. 

No damos pasos firmes y contundentes hacia nuevos órdenes de convivencia... más humanos, más justos, más solidarios, más generosos... más libres y más creativos. Por el contrario, caminamos aceleradamente hacia una decadencia de mucho más fondo. No el mero adorno de "valores" perdidos. La cruda certeza de una humanidad precaria que pierde todo su humanismo para redefinirse en la barbarie.

Palabras más, palabras menos. Sin necesidad de ver un periódico ni de tener sofisticadas fuentes de información, basta voltear a nuestro entorno, para descubrir esta ausencia de humanidad en quien menos nos lo esperamos. Es como si se contagiara la desesperanza, casi epidémicamente, y todos, sin darnos cuenta, empezáramos a flexibilizar principios, compromisos, prioridades. Como si a medida que se agravan las cosas, ya no tuviéramos nada que perder y renaciéramos al ser rapaz programado minuciosamente por la decrépita modernidad; y a  la falsa premisa de que estamos condicionados para sobrevivir de acuerdo con la ley de la oferta y la demanda, en el reino del más "fuerte".

Y en ese resquicio de locura, que es esta forma perversa que se ha constituido como el orden del mundo, asoma el amor también como una mercancía, el cuerpo como una materia de uso y desuso. El sexo sin rostro, a oscuras, con los ojos cerrados, para evadir lo poco de humanismo que todavía se aferra a salvarnos del "infierno". Pero el ser humano es necio y con sólo afirmar su voluntad se conforma, sacrifica lo justo, lo bello, lo bueno, con tal de dominar y someter, con tal de tener la última palabra sobre los demás. Quizá por eso merece la condena que se autoimpone, al ser incapaz de romper con los añejos paradigmas.

Ayer tuve una conversación interesante y, de manera espontánea, sin proponérmelo,  logré articular algo que me lleva incomodando los últimos seis meses. Esto es: mi vocación múltiple que se convierte en un problema, a medida que me libera hacia conocimientos y experiencias cada día más propios. Es paradójico, pero el no tener con quien compartir nada de lo que pienso, es decir, de lo que realmente soy, quién he sido a lo largo de mi vida, qué lugares he visitado, cuáles son mis herencias de vida y en qué radican mis tesoros del alma, me hace olvidar cómo comunicarme conmigo misma. Pues no tengo una interlocución cotidiana que sea mi hogar. Sí tengo, afortunadamente, muchas interlocuciones de vida, de amistad, de ésa otra cotidianidad, que habita fuera de nosotros. Pero es tan radical mi ser sola o mi estar sólo yo, que me descubro siendo dura e injusta. De pronto, siento que me habitan heridas nuevas que, al no ser notadas, empezaban a lastimar todo lo demás que me habita.

Y qué es esto que tanto me molesta... Haber descubierto la defensa de los derechos humanos como una vocación nata y tener que renunciarla porque los expertos consideran que yo no sirvo para ser parte del "mundo" de los derechos humanos... Es la segunda cosa más triste que me ha ocurrido en los últimos tiempos; la primera: amar un alma que no tiene cabida para mi vida (y confieso que ésta es una herida muuucho más profunda) Pero el corazón no se manda, si uno no le alcanza al otro, si quien quieres no descubre en ti su dicha, si le ocupan cosas más importantes, sólo puedes aceptarlo y aprender a reconciliarte con los designios de un destino que a tu deseo le parece incomprensible. Pues con el tiempo, todo tiene su razón de ser.

Volviendo a los tan codiciados y seductores derechos humanos. Cuando empecé a descubrir este nuevo ethos, me parecía infinito y lleno de horizontes como si el genio de una lámpara mágica me hubiera regalado un milagro. Ahora, me topo una y otra vez con un círculo concéntrico, sellado con fuertes candados y reacio a los nuevos miembros. Supongo que todos los grupos selectos son así. Quizá mi gran frustración es ser sólo una mortal mágica tortuga nada selecta y sin grupo alguno. Uno nunca sabe de qué manera la vida te va a sorprender, me cuesta entender porqué la vida te regala para siempre arrebatarte. Pero me dio tantas dichas este deslumbrante horizonte, me confío una joya sagrada, me rodearon ángeles, y se llenó de luz mi camino. Así que, no debería lamentarme en absoluto, pues no debo pensar en lo que no será, ni en lo que quise que fuera, debo transportarme una y otra vez a ese gratuito bienestar que descubrí y todo lo que lo colmó. Debo regresar a esa sonrisa mía que se entregó sin condiciones, sin cálculos, sin premeditaciones, sin imaginar si recibiría algo a cambio, sin aspirar a nada más que a la dicha inmediata de descubrir todo un nuevo modo de ser. Fue un paraíso ante mis ojos, ahora sé: un oasis. Pero nada ni nadie podrán arrebatar los secretos de vida que este lugar, con amor y generosidad, me brindó. Gracias :) :) :) Por un momento se renovó mi esperanza... por un instante me pude reconciliar con el lado humanista de nuestra humanidad. Y éste, creo, es el mayor privilegio que un ser humano puede recibir.


Ahora, en cambio, estoy perdida. Este rumbo no me quiere, y mi rumbo previo ya no existe. Así como en el caso de mi corazón. Consulto con Dios cada mañana y rezo con fuerza por las noches, para recibir el mensaje que ilumine el sendero que me corresponde, para liberarme de toda esta frustración de vida y de amor que hoy me invade. Para volver a mirarme en el espejo y descubrir que valgo la pena. Que merezco ser amada y que merezco un lugar en el breve mundo de los derechos humanos, porque todo lo que hice, desde que tengo memoria, fue para comprender al ser humano, a tal grado, que pudiera encontrar un resquicio para su sanación. Pero, ahora, soy yo quien necesita ser sanada, pues de pronto parece que nada tuvo sentido, que no valió la pena, que fue mucho esfuerzo para ningún logro o satisfacción y que no hay un lugar con magia de tortuga que me quiera abrazar hasta el infinito.


Y tú ... ¿tienes un hogar?


Hasta mañana humanas y hermanas tortugas.





viernes, 17 de septiembre de 2010

pros

y contras...

Esta mañana, la tortuga mágica dio un paseo por el jardín de las reflexiones y fue interrogada por sus amigas las sabias mariposas.
La primera, la mariposa de la libertad, preguntó:

"Querida tortuga pero ¿cómo sabes que no te cansarás de tener un compañero? ¿no ves que estando sola tienes la libertad de disfrutar de una compañía ocasional, sin tener que aburrirte de él, sin tener que ir a todas partes acompañada y depender de su voluntad?"

La segunda, la mariposa de la individualidad, en cambio, quizo saber porqué la tortuga mágica idealizaba tanto el amor, cuando, en realidad, la convivencia, el estar cada mañana con la misma persona, vuelve doble el peso de tu piel, ya no sólo es tu cansancio, ahora es el mal genio, el agotamiento y el egoísmo de alguien más, sumado al tuyo. "Debes entender que no todo es miel sobre hojuelas, no siempre habrá música y la ternura se puede perder en el camino" -enfatizó.

Finalmente, la mariposa de la sensualidad, insistió:

"Además, amiga tortuga, la conquista y la pasión no se perpetúan con el tiempo, por el contrario, los compañeros desdeñan tu cuerpo con el tiempo y siempre encuentran nuevos cuerpos para conquistar tras olvidarte y reemplanzarte. Por eso, los hombres casados se jactan de sus infidelidades y sus compañeras finjen no enterarse, sólo para sentirse triunfadoras, porque al final siempre vuelven a ellas (quizá no por amor y, muchas veces, sólo por cobardes)".

La tortuga tardó días en encontrar respuesta a estos tristes y realistas cuestionamientos. Sin mencionar a las y los entrometidos. Sí, esas personas que siempre que una pareja nace (amigas y amigos de uno o de los dos) se esfuerzan por impedir que el amor crezca y que la felicidad brille, aquellos a quienes la envidia cega y que disfrutan con dañar la vida ajena: los entrometidos... 

O he de decir: los ociosos, pues debe ser muy vacía la vida de un ser humano que tiene tiempo para estropear la dicha de los demás. Al final del día, estos seres son los más miserables de todos, son mezquinos y vulgares, triunfan las más de la veces, pero tarde o temprano encuentran justicia ante su maldad, con sólo escarabar un poquito la superficie de su alma se pone en evidencia su penar. 

Sin duda, es ésta realidad la que más asombra a la tortuga mágica, una y otra vez redescubre que son una plaga estas personas, siempre intrigando, fabricando chismes, adueñándose de las historias de la vida de las personas para difamarlas y desaprobarlas, a menos ¡claro! que cedas ante su poder. Es decir, como si fuera poco, además, son corazones perversos que se creen con derecho de juzgar y opinar sobre los demás, en vez de ocuparse de sí mismos, y aprender a respetar la vida y la dignidad humana de quienes sí creen en que la vida puede ser algo más que un infierno de calumnias y luchas mediocres de poder.   

Sin embargo, ante tales almas no hay mucho que hacer, resistirse es empequeñerce, ceder es corromperse, sólo queda ignorar. Pues uno de los más bellos secretos de la felicidad es ignorar todo aquello que no está en tus manos cambiar. Para trabajar con todas tus energías en aquello que sí puedes mejorar. Ésta es la única manera de asumir verdaderas responsabilidades, pues no podemos hacernos cargo de lo que hacen otros, sólo de quienes somos nosotros.


Y es así, como la tortuga mágica encuentra respuesta para las sabias y bellas mariposas. A la sensualidad la acaricia y le susurra al oído, si él ya no me quiere amar y mi cuerpo no le es suficiente para gozar... seré yo quien parta, no puedo hacer que mi compañero sea fiel, pero un compañero infiel no podrá conservar mi amor. A la individualidad la confrontó sin temor y le recordó que es, precisamente, porque la tortuga no cree en esta individualidad, vacía y ficticia, que quiere con tanto anhelo un compañero de vida, de carne y hueso, imperfecto pero entero en su lecho. Si ella quisiera una fantasía de amor, se conformaría con soñar con un hombre imposible. Y ¡claro! que sabe que la convivencia tiene otros tiempos que los de la mente, quien cree que todo lo que piensa es perfecto; son los tiempos de la verdad los que, con bendición, descubres en la imperfecta cotidianidad. Y a la libertad la abrazó fuertemente y le dijo: "no temas: compartir te hará más fuerte y más libre". 


Agradecida esta tortuga por haber sido invitada al mágico jardín de las reflexiones, retornó a su caparazón con la esperanza de que en alguna galaxia de sol alguien escuche su rezo de amor.




Y tú ... ¿asumes responsabilidades o simplemente dejas que las cosas te pasen?


Lindo puente de tortugas enamoradas... abracen fuerte a su caparazón y recuerden que sólo el amor fiel crece fuerte como el bambú: suave pero duradero. El amor cobarde...siempre muere.




...el amor cuando no muere mata
amores que matan nunca mueren...
Joaquín Sabina

miércoles, 8 de septiembre de 2010

mudanzas

de vida...

Durante las últimas 3 semanas, la tortuga mágica ha improvisado guaridas. Una semana estuvo enferma (influenza) y fue acogida por su padre en casa de la princesa Sol. Fueron días de mucha tos, cansancio y de muchos cuidados. Recibió amor y alimento hasta que curó. Volvió al bosque para aprovisionarse antes de recomenzar sus jornadas de trabajo.

Pasó la noche del lunes en el "cuchitril", un cuarto encantado en el que habita el lagarto del tiempo cuando necesita retirarse a su pantano, pensar y leer. Si bien es un lugar bello, la tortuga no pasó la mejor noche de su vida. La fauna interrumpió su sueño, la litera a pocos centímetros del techo asfixió un poco su caparazón y el frío la hizo temer volver a enfermar. Pasó en vela la noche, afortunadamente: acompañada de la hermosa luna llena de agosto. Así que no la pasó nada mal. Ante el infortunio, buscó música, lectura y ensoñaba con ilusión próximos logros.

El martes fue una noche triste de enojos y discusiones con su medio caparazón, pero la misma luna de ayer encunó sus lágrimas y la paloma mensajera trajo perdón y reconciliación. Durmió en el sillón de su padre, definitivamente, más cómoda.

La noche del miércoles huyó a refugiarse de vuelta al bosque y, con suerte, tomó viaje con su amigo el gato psiquiatra. Tuvo un día difícil en los terrenos de la socialización laboral y, por la noche, casi se ve sin techo para dormir, por percances en casa de la princesa Sol. Así que, al llegar a su nido de paz y ser recibida con fiesta por las hermosas gatitas, mucho se reconfortó.

Ya para el jueves volvió al sillón de su padre y descanso con alegría.

El viernes regresó al bosque, feliz y llena de abrazos y ternura. 

El fin de semana fue largo y descubrió tristezas ocultas en su alma. Pero llegó el lunes y encontró un nuevo vehículo para recuperar independencia y comodidad en sus traslados entre mundos y territorios. Siguió conmovida... 

Esta semana pasó más rápido, al ritmo de su nuevo motor. Y se dividió entre el bosque y el sillón de su padre. Finalmente, el viernes llegó y recibió la llave mágica de su nueva guarida de vida. Así, pudo regresar a su nido de paz llena de esperanza y lista para empezar a mudarse de a poco.

El domingo se instaló ... y a montar casita se ha dicho: clavos, martillo, subir, bajar y cargar... cambiar los focos, tender la cama, etc etc... con ayuda de su tortuga mágica australiana y a la espera de la luz de su caparazón para empezar a habitar.

Esta semana, en cambio, ha sido extraña... la tortuga mágica se ha debatido en el túnel del tiempo. Todas sus mudanzas cruzan por su mente, recuerda todas las casas que ha habitado desde la primera vez que vivió sola. El frío la asalta por la noche. Y todavía no se reconoce en el nuevo espacio. Extrañó... muchos lugares del ayer y descubrió un gran vacío dentro de sí. Como si su camino se repitiera en círculos concéntricos. Sin darse cuenta, hizo un balance de sus carencias, de sus desaciertos y sintió dolor de no tener un compañero de vida. 

En la voz de su luz escuchó un mensaje: la soledad es un arte. Y ella pensó: ser una verdadera compañera también lo es. El arte doble es conservar el deleite de la soledad cuando se deja habitar como un territorio propio y lleno de ti, con el deleite del amor cuando se deja habitar como un territorio de dos y lleno de vida. Pues si sólo tienes tu soledad te ahogas en ti y si sólo tienes tu espacio compartido, tu territorio de dos se ahoga de ti. En realidad, lo que la tortuga mágica se pregunta es qué hay de malo en ella que no puede fincar una vida en pareja.

Pocas tristezas son tan profundas como la soledad de pareja de vida, trastoca todo en tu horizonte, te hace sentir ¡tan! dependiente de ti mismo, como si nada tuviera un verdadero sentido, salvo el de tu subsistir, tu casi sobrevivir. Las alegrías y los logros se hacen chiquitos, cuando no son compartidos. ¿Será que no habrá un milagro de vida que le regale a esta tortuga un amoroso compañero?

En medio de lluvias, inundaciones, huracanes, guerras e injusticias, ella también se contagia de este olor a Apocalipsis y se siente inútil, casi incapaz, se cuestiona sus errores y entiende que, quizá, a estas alturas de su vida tendrá que aceptar que muchas cosas, a ella, ya no le van a ocurrir. Además, la lastima vivir con la impotencia de no poder dar nada de sí para mejorar la vida de quienes están más desamparados que ella. Y somatiza en su cuerpo y en su alma el acontecer natural y humano.

Quisiera una escucha que accediera al resquicio de sus temores y encontrar dentro de sí el valor y la sonrisa que los fracasos de los últimos tiempos robaron, pero no encuentra el camino. Cuando siente que su abrazo de paz es sincero y amor verdadero, llega una nueva misiva para recordarle que sólo es un aliento amoroso de amistad que la acompaña con dedicación pero sin entrega. Aún así: este bello ser es la dicha de todo lo que soñó.

Quisiera un milagro, ella no busca riquezas, no quiere fama, no quiere pelear cada día por un espacio de subsistencia entre las cuatro paredes de una oficina, ni competir con nadie por lo que de suyo le pertence a cada quien. Ella lo que quiere es un compañero ... daría lo mejor de su vida (todo lo que ha guardado y postergado para ese día) ... si Dios le concediera este sueño. 

Quiere con quien despertar cada mañana, una voz que le regale música, ternura y secretas pasiones. Alguien que guste de los proyectos compartidos y de hacer realidad su vida acompañado. Con quien construir presente y asumir nuevas responsabilidades. Alguien que quiera sembrar futuro en su vientre. Con quien librar las batallas de la justicia y de la libertad. Con quien estar ... en paz. 

Tiene mucho que dar y se marchita de tanto esperar. Paraliza gran parte de sí, porque es mucha energía para una sola persona la que guarda su corazón. Ése es el secreto que esconde la razón por la que siempre se distrae: ella no quiere vivir sólo para sí. Ya se tiene a ella misma, por eso, quiere entregarse entera (sin temor de resquebrajarse).

Un nuevo año lunar empieza esta noche, ella lo recibe sin par como designio de su infranqueable soledad. Sonríe ... brinda con yogurt y pan dulce, a la luz de su programa favorito de televisión. Ya reconciliada con la belleza de su nuevo espacio que vacío al despertar se va llenando de cariños al andar.  Y revive el olor de la mañana, en un tenue suspiro... de dichosa paz.


Y tú... ¿qué pides a Dios para este nuevo año?

Feliz septiembre de triste soledad y necesidades renovadas... 
Mágicos deseos de luna nueva de amor.
SHANÁ TOVÁ
5771


domingo, 5 de septiembre de 2010

verdades

entre amigos...

Hay algo irreductible a toda certeza y es su verdad. A veces no es necesario preguntar, para saber. 

Por ejemplo, cuando quien amamos nos deja de querer o con alguien nos traiciona... no es necesario descubrirlo: bastan sus actos, su trato, su ausencia. El desamor no se puede esconder. Menos, cuando la culpa lo trata de cubrir de cariño. Entonces, queda el disimulo de una amistad que se resigna en el silencio.

Cuando dos personas vibran, tampoco se puede ocultar la verdad. Ni quisiera el amor cobarde puede negar este hecho, por mucho que se esconda en pretextos.

O, por mucho que nos esforcemos, la renuncia y la deslealtad terminan con toda la pureza de los corazones. Y si una ilusión te llena de tristeza, quizá no es la promesa que te corresponde. ¿Cómo saberlo? [... y es cuando la verdad se nos resabala de las manos...] 

¿Durante las largas horas de soledad? ¿Ante la evidencia de que no eres la única persona en su corazón? ¿Cuando dudas de ser valioso como ser humano? ¿Al sollozar? ¿Resignándote sabiamente? No lo sé. 

Hay una línea muy sutil entre la realidad y el ingenuo deseo cuando se trata de entender que hemos sido relegados del corazón que amamos.

Otra evidencia irreductible es la entrega, la ternura, la solidaridad, y todas las formas de cariño, querencia o amor que dan muestra de cómo nos queremos ligar y vincular entre humanos. Son las formas que perviven. Los recuerdos que, pese a todo, te llenan de paz.

El perdón, también, es una certeza innegable. No podemos forzarnos a reconciliación alguna si no hemos realmente elaborado el perdón dentro nuestro. Tampoco podemos ofrecer falsas disculpas sin que se escuchen tales, a menos que hayamos reconocido ante nosotros nuestra falta.

Finalmente, no se puede decir TE AMO... a menos que lata dentro tuyo la fuerza del verdadero amor, de ahí que muchos se reservan su voz cuando el cariño se entrega con pasión, pues no todo vibrar se armoniza con el corazón.


Y tú... ¿temes a las certezas o te comprometes con la verdad?
 
Dichosa semana de lluvia y descanso, amigas tortugas.



martes, 31 de agosto de 2010

futuro

y reivindicación...

El amor es como una ola de neblina. De pronto, parece que todo desaparece tras de sí, incluso misteriosamente. Entonces, nos deja ver entre la luz y llena de esperanza el camino. Se abraza entre los árboles, como música. Con el más ligero viento, se restituye, desaparece y vuelve, cual manto sublime. Siempre es bella y, si nos cega por completo, no debemos resistirnos a su blancura en nuestro andar. Por el contrario, simplemente, podemos navegarla dando pequeños pasos, de uno en uno, a medida que nos va abriendo sus senderos ocultos. Y dejarnos sorprender por el secreto que esconde en ella.


Y tú ... ¿con quién descubres la dicha en medio de un suspiro de niebla?

Linda tarde de enamoradas tortugas.

miércoles, 25 de agosto de 2010

violencia

y decepción.

Había una sirena de fuego que vivía enamorada de un hombre valiente. ¿Por qué lo amaba?  preguntó un día la princesa de mar. La sirena respondió: porque él me conquistó.

Pasaron muchos meses y esta sirena latía al ritmo de cada encuentro que tuvo con su amado, le palpitaba el corazón al escuchar su voz, el ansia devoraba su furia en la espera de sus besos y cada día lo amaba un poco más. Así, se llenaba de ilusión sólo del futuro pensar.

Volvió a encontrarse con la princesa de mar, en medio de la lluvia en una noche de luna y, esta vez, le preguntó ¿por qué no estás con él? La sirena respondió: porque él no me quiere a su lado. ¿Cómo es eso? replicó la princesa. Así, dijo la sirena, simplemente así.

La sirena de fuego apagó su llama y aprendió a guardar su amor, sin estorbar más al hombre valiente que la conquistó para descubrir al hombre amigo que la violentó. Comprendió, entonces, que él no la amaba. Y cansada de holas sin respuesta, de no poder verlo a la cara, de no encontrar más sus ojos, de no compartir ni coincidir, de nada poderle ofrecer, de no ser parte de él en ningún espacio de la vida, exhausta de preguntarse con quién estaba él cada día, cada noche, cada mañana, a quién le regalaba él su sonrisa, con quién compartía él sus preocupaciones, para quién era que él se embellecía y guardaba todos sus encantos... en definitiva, colmada de sola estar... y triste de sin ser correspondida amar... simplemente lo dejó de molestar. Finalmente, él no lo habría de notar.


Y tú ... ¿de qué te cansas al amar?

Buen día y felices noches de lluvia queridas tortugas...



domingo, 22 de agosto de 2010

las formas

de la soledad... se resumen al silencio suspendido entre lo que tu mente desea hacer y el tiempo que te toma llevarlo a cabo.




Y tú ... ¿te evades en tus pensamientos o te enajenas en tus acciones?


Feliz semana de lluvia, estrellas y hermosa luna luminosa.

lunes, 16 de agosto de 2010

de enfermedades y algo más...

Hace tiempo que no tenía que esperar tanto para sanar, llegó agosto lleno de la paz que me regaló julio y, sin embargo, me sorprendió enfermándome. 

El problema con las enfermedades virales es que nada puedes hacer para acelerar tu sanación y sólo puedes cuidarte, descansar y meditar mucho. Es en estos espacios, en los que revaloras lo que has logrado y te reencuentras con tu interior, sin nada que te interrumpa, pues no hay nada más que hacer que esperar.

Y el tiempo de la espera es un tiempo grato, siempre y cuando no te gane la impaciencia. Ésta es la ventaja de llegar a cierta edad: pocas cosas logran realmente impacientarte. El tiempo de la convalecencia es también un tiempo de reconciliación y perdón. Es luz que te acompaña, alumbra los nuevos caminos y te llena de calma para retomar fuerzas y regresar al mundo: ya renovado. Es miedo ante la vida y terror ante la muerte. Es sonrisa que acompaña, al saberte cobijado. Es certeza de consuelo. Es paz.

Son días en que, al no poder valerte por ti mismo, te entregas a los cuidados y a la ayuda. E interiorizas tu ser humano demasiado humano. Frágil, vulnerable, simple y común. 

Días en que el sueño no se acompaña del descanso que necesitas y que el descanso no se acompaña del excedente de la pereza, tu cuerpo todo tiene un solo fin: sanar; y eso lo tiene exhausto, mientras duermes y mientras estás despierto. 

Todo se detiene y debes soltar todo lo que te detiene, armonizarte con lo que tu cuerpo necesita y fluir con la armonía del tiempo, pues siempre hay razones más sublimes para todo nuestro acontecer e, incluso, los impedimentos devienen bendiciones de vida.


Y tú ... ¿cómo esperas sanar?


Les dejo un abrazo "influenciado" lleno de magia y paz de tortuga.



domingo, 1 de agosto de 2010

agosto de paz

Ya el año rebasó su mitad y todo empieza a estar en función de su conclusión, los meses por venir anuncian el ciclo que conluirá en diciembre y se va dispersando del aire la libre sensación que acompaña el periodo de vacación. 

Llega agosto y, tras el descanso, todo se invade de paz. Cierta melancolía brota al dejar otra vez el bosque para reanudar la rutina de la semana, extrañaré mucho a Nut, Isis y Ághape; mis fieles compañeras cotidianas. Me reconcilia la certeza de que volver a casa es lo que da sentido al esfuerzo del empleo: y sonrío.

Que este mes nos traiga a todos un sueño cumplido.


Y tú ... ¿qué sueñas cumplir?

Semana de trabajo, sorpresas y nuevas alegrías.



viernes, 30 de julio de 2010

calma de bosque

Amanece en medio de bellos rayos de sol, el cielo se deja ver azul brillante, los pájaros acompañan el silencio de la mañana y entonan melodías de contento. 

Hay cierta quietud en el bosque, casi indescriptible. Un silencio de media tarde, de desierto, de soledad acompañada. Un ligero viento. Y el espacio para pensar sin interferencia alguna. Se aclara la luz entre los árboles y se libera la mente de impedimentos para reflexionar con nitidez, para interrogarte a ti mismo, para deliberar sobre tu presente, acomodar tu pasado y forjar el umbral del futuro que eres.

Me intriga, entonces, de qué manera se interfiere el pensamiento cuando uno está rodeado de personas, de sus preocupaciones, de tus propias angustias, que brotan como espuma cuando proyectas en los otros tus vivencias, lo cual es inevitable cuando convives. Es decir, cómo el silencio es el más poderoso transmisor de la psique, no la palabra. Muchas veces,  uno percibe más sobre otras personas de lo no dicho que de lo que se expresa en realidad, así como, mucho de lo que expresas es sólo reflejo de lo que realmente quieres decir -casi imperceptiblemente. No me refiero a las relaciones de convivencia que son íntimas y personales, por ejemplo con la familia y con la pareja, más bien, estoy pensando en los espacios de trabajo de grupo y a las relaciones más impersonales, como pueden ser las laborales.

Estos espacios comunes, en realidad, no son para pensar, son para sentir con otros y procurar ámbitos de significación en aras de un fin común, el cual siempre denosta tu ámbito de reflexión propia, de ahí que haya quienes quieran tomar la voluntad de ese espacio para sí, por encima de los otros, de ahí que tengamos resistencias para adaptarnos sin sentirnos doblegados y, finalmente, de ahí que las normas claras son el punto medio para atravesar los ámbitos comunes, restringiendo tu individualidad pero bajo acuerdo justo y consentido. En este sentido, la legalidad cobra un papel fundamental para la convivencia pacífica entre seres humanos. De otro modo, el abuso impera.  


Y tú ... ¿prefieres acordar con responsabilidad o tomar ventaja de los demás?

Hasta mañana... linda tarde y feliz fin de semana: lleno de magia de tortuga.




jueves, 29 de julio de 2010

intimidad

Ayer por la tarde, casi al anochecer, tras una larga  e intensa lluvia, de pronto, se oyó un fuerte viento, los árboles se sacudían y la neblina cubrió el bosque. Estar en medio de esta puesta en escena de la naturaleza, me hizo agradecer estar viva y maravillarme con magia de tortuga. Fue algo bello.

La tortuga mágica lleva días habitando y disfrutando los rincones de su caparazón. Haciendo cosas que le agradan y llena de energía. Escribe, lee, teje, cocina, ve películas y, así, descansa feliz.

Entre los hallazgos de estas horas de calma y meditación, recupera sus lecturas sobre la conciencia y el tiempo. Corrobora, una vez más, su tema de investigación y se abraza al paréntesis de estas vacaciones con la certeza de saber cuál es su lugar.

Entre los retos de estar de vuelta en casa, sin interrupciones, sin llevar ni traer maletas para organizar mis tiempos durante la semana, etcétera... ha sido una gran novedad cambiar algunos hábitos de las bellas gatitas. Nut, Isis y Ághape se han ido apoderando, con muy poca resistencia de mi parte -he de confesar- de toda la casa. No había, hasta hoy, un lugar del cual fueran restringidas. Lo cual implicaba que dormían en mi cama. Isis y Ághape a los pies, Nut, en cambio, conforme avanzaba la noche, se íba acercando hasta la almohada y, si yo lo permitía, me empezaba a rascar el cabello para que me despertara cuando ya tenía hambre. Era una rutina que implantó desde su llegada, cuando sólo tenía tres meses de edad y a mí me enterneció tanto que no pude ser firme ni estricta en mi voluntad para educarla. En especial, porque ella tiene un modo particular de ronronear, es como si cantara y te arrullara, como si quisiera decirte cuánto te quiere con su propia voz, y como pueden ver: es una gran consentida esta querida gatita.

La verdad es que las gatitas llegaron a mi vida para trastocarlo todo, supongo que algo similar, guardando la proporción, es cuando tienes un hijo; y, todavía hoy, las miro y me sorprendo de su ser ellas del modo que son. Son animales llenos de mística y habilidades suigeneris, cada una con su propio carácter y sus gustos particulares, las tres bellas almas -ciertamente. Creo que han enriquecido mi vida y me obligan a salir de mí, de mi gusto por el orden y mi habitar sin dejar espacio. Ellas toman todo para ellas, rascan los sillones, dejan sus pelos por doquier, invaden mi baño con su tina de arena, marcan el ritmo del día con su alimento, me sacan de la cama para que les abra la puerta y puedan disfrutar del bosque, explorar, jugar, tirarse al sol con tal plenitud que, basta sintonizarse un momento con ellas, para sentirte relajada y fuera de todo lo que parecía importante e irresoluble. Ellas te obligan a vivir conforme los tiempos sabios de la naturaleza. Y son seres llenos de amor para dar, cariñosas y muy comunicativas, sobre todo, si se trata de expresar su voluntad.

Finalmente, me decidí a tener un espacio para mí: mi recámara; libre de pelos de gato, poder estirar los pies por la noche, no ser despertada por Nut de manera intermitente, resguardar un poco para mí, asumir un poco de autoridad y poner límites en mi propia casa. Llevo tanto tiempo viviendo sola, es decir, solo con las gatitas, que no recuerdo cuándo fue la última vez que delimité mi espacio. Y se siente bien. Es importante siempre conservar un pequeño territorio para compartir tu intimidad sólo con quieras invitar. Y quizá esto también pasa cuando tienes hijos, es decir, llega un momento en que ellos deben aprender a respetar que, por mucho que los ames, no todos tus espacios les pertenecen. Tanto la pareja, como cada uno en su individualidad, requieren restringir lugares para sí en los que puedan volver a sus reflexiones y vivirse, sin tener que diluirse en un trajín cotidiano que hace de ti un invitado en tu propia casa y un extraño cerca de quien amas. 

El pretexto perfecto para trascender hacia la madurez, tanto de las gatitas como mía, fue un nuevo edredón, color hueso y con delicados bordados que grita ¡prohibido gatitas! y me encanta, pues han de saber que yo soy asidua a la ropa de cama y a hacer de mi habitación: un hogar. El darle a este objeto un valor que, de verdad, no tiene, pero que, simbólicamente, representa mi ethos sagrado, me permite separarme de mis bellas compañeras aún cuando por las noches todavía Nut llama a mi puerta, llora por entrar y pide acurrucarse en la que hasta hace unos días era su cama.

Confieso que a mí me duele tanto como a ella, yo también la extraño. Temo que no vuelva a cantar. Las extraño a las tres, sin embargo, Isis y Ághape son más independientes, también recienten la falta de su espacio pero rápidamente se resignan y se acurrucan en cualquiera de sus otros lugares predilectos. En realidad, empieza un nuevo tiempo para las cuatro.


Y tú ... ¿pones límites?

Hasta mañana tortugas. 


miércoles, 28 de julio de 2010

sólo de presente

está hecho el futuro.

Cierro los ojos e imagino aquellas cosas que más anhelo, a quienes más quiero, como si con sólo pensar en ello me pudiera transportar. Abro los ojos y descubro que ya estoy cumpliendo mis sueños. Incluso cuando quedan anhelos por vivir, lo que se vuelve real es que la única forma de aguardar el futuro es  viviendo un día a la vez. Contemplarnos a nosotros mismos, examinar nuestros actos y conocernos mejor. Sonreír y amar.


Días de descanso me acompañan, lecturas y el deleite del bosque. Así... me abraza el latir de un corazón dado.




Y tú ... ¿disfrutas tus vacaciones?


Hasta mañana.



lunes, 26 de julio de 2010

día de lluvia

La lluvia, justo a punto de caer, condensa todas las emociones como cuando, en medio de una frase emotiva: estás a punto de llorar.  

Otras veces, la lluvia casi imperceptible, que no cesa, simplemente, nos invade de cierta melancolía y del frío de la humedad que se impregna en las paredes.

Hay lluvia de tormenta, que se desploma con furia entre rayos y truenos.

Y mi favorita: la lluvia de anunciación, la que dispersa las dudas y se acompaña de lindas y buenas noticias.


Y tú ... ¿recibes la lluvia?

Linda semana queridas tortugas.

sábado, 24 de julio de 2010

silencio de piel

Ciertamente, la piel nos habla: de más de un modo.

Al levantarnos, dormita impidiéndonos despertar de inmediato. Conforme te vas despavilando, se apretuja. Se revitaliza, si llegas a la regadera. Se llena de energía, mientras te pones crema.  Le gusta el perfume porque es como una caricia. Durante el día, a veces, se reseca. Al terminar la jornada, casi brilla y toda la ropa la oprime. 

Entonces, llega la noche. Se refresca, al prepararte para descansar. Se relaja, una vez que estás entre las sábanas. Se abraza, al tocar tu mejilla la almohada. Y duerme feliz, cuando, en silencio... escucha el llamado de su otra piel.


Y tú ... ¿habitas tu piel?

Mágico fin de semana a un día de la hermosa luna. Hasta mañana tortugas.



jueves, 22 de julio de 2010

migración...

...esperanza, fuerza y fe por hacer de la vida un lugar digno de sí.


Millones de personas habitan transitando hacia un otro lugar, por voluntad propia pierden su hogar o, simplemente, son obligados a ello. Son muchas las razones por las cuales decides partir a refundar tu vida lejos de lo que ha constituido tu patria. Puede ser la guerra, la persecución política, el hambre y las ansias de futuro, o el solo gusto de explorar nuevas fronteras. Puede ser el deseo de huir de una gran decepción o la necesidad de tomar distancia de tus limitaciones, para renovarte y crecer. En cualquier caso, quien decide partir no tiene un camino fácil y quien decide migrar de centroamérica a norteamérica, en condiciones infrahumanas, con la esperanza de una subsistencia más digna para sí y para los suyos, se expone a riesgos injustificables. Estas personas, no sólo exponen su vida a merced de la suerte, además, son víctimas institucionalizadas de poderes fácticos que lucran con la necesidad de los más desamparados, impunemente.


Es doloroso tratar de comprender que, diariamente, viajan cientos de personas en calidad de ganado, que mujeres son violadas para pagar "peaje" e ir arribando, paso a paso, a su destino, niñas y niños robados para ser vendidos y/o explotados sexualmente, hombres asesinados y todos, igualmente, perseguidos por una ley que castiga a la víctima y al débil, porque le es más costoso enfrentar el poder del abuso y de la corrupción. Peor aún, a veces, son los representantes de la ley quienes sacan provecho de esta migración.


Es triste que, cuando se acaba la esperanza, la única ilusión capaz de hacerte juntar un poco de dinero es pagar a delincuentes para que te abusen y, de este modo, "renacer" en el país de los sueños cumplidos. Siendo que, para quedarte y fincar futuro, ves todos los caminos cerrados y no confías en que puedes ganar y aprovechar ese dinero para ti, ya que muchas veces lo juntas de prestado y sólo logras pagarlo una vez que estás del otro lado.

Es indignante que estemos dispuestos a correr riesgos inimaginables en el trayecto porque en casa lo vemos todo perdido. Como si la sola idea de poder ir hacia alguna parte, fuera suficiente para motivarnos a vivir.

¿Será tan difícil poder llegar a alguna parte sin necesidad de recorrer tantos kilómetros?

Quizá alguna parte es la certeza de un proyecto de vida, la paz de cada noche estar segura en casa con quienes amas, la tranquilidad de poder pagar las cuentas y más, la bonanza del ahorro y más, la posibilidad de hacer aquello que estando a tu alcance, por falta de dinero, te es prohibido. Es decir: la libertad.


Y tú ... ¿a dónde quieres migrar?

Saludos con magia de tortuga.