sábado, 24 de julio de 2010

silencio de piel

Ciertamente, la piel nos habla: de más de un modo.

Al levantarnos, dormita impidiéndonos despertar de inmediato. Conforme te vas despavilando, se apretuja. Se revitaliza, si llegas a la regadera. Se llena de energía, mientras te pones crema.  Le gusta el perfume porque es como una caricia. Durante el día, a veces, se reseca. Al terminar la jornada, casi brilla y toda la ropa la oprime. 

Entonces, llega la noche. Se refresca, al prepararte para descansar. Se relaja, una vez que estás entre las sábanas. Se abraza, al tocar tu mejilla la almohada. Y duerme feliz, cuando, en silencio... escucha el llamado de su otra piel.


Y tú ... ¿habitas tu piel?

Mágico fin de semana a un día de la hermosa luna. Hasta mañana tortugas.



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