alegría

... es habitar sin que los falsos demonios te puedan violentar.
... sonreír sin que los malos recuerdos te entristezcan.
... y cantar sin que el futuro te atormente.

Antes pensaba que la música tenía el poder de conservar el pasado, de ahí que la nostalgia la suele acompañar; y que la sonrisa aparece ante la sorpresa del futuro, de ahí que, cuando la fortuna se nubla, dejemos de sonreír; también, hubo un tiempo en que el presente se diluía entre la voz de mis temores.

Ahora, comprendo que el miedo sólo encuna absurdos monólogos; en realidad, sonríes al despedir el ayer, pues ya de él nada más puedes tener; además, la música anuncia el futuro y guarda la esperanza del amanecer.

Cantamos porque no sabemos lo que va a pasar mañana y, sin embargo, sí podemos soñar lo que queremos que ocurra. Sonreímos porque el pasado es algo que nunca podemos perder. Y habitamos sin temores cuando alegres amamos. Gracias a ti miamor...

Y tú ... ¿sonríes al cantar?

Hasta mañana alegres tortugas.