lunes, 5 de agosto de 2019

alegrías...

... del corazón.


Breves y no tan breves: alimentan nuestros días. Pequeños detalles, simples gestos o grandes sorpresas, sonrisas y carcajadas. Intimas satisfacciones o festejos compartidos. El sólo hecho de estar y ser. Charlar. Una mirada, un abrazo... un beso feliz. Son todas razones por las que vale la pena vivir.

La forma en que se traducen nuestros sueños, mientras dormimos, al compás de una melodía. La posibilidad de imaginar un horizonte de luz en medio de las tormentas. El regalo de poder tener fe y esperanza. De llenar lo que parece vacío. De apelar a lo imposible... de escuchar en el silencio. Cerrar los ojos y saber que los caminos abiertos del futuro están por comenzar.

Pequeñas alegrías que nos acompañan y nos susurran al oído recordándonos que cada momento cuenta. Hay tantas cosas que no podemos descifrar de nuestro propio destino que quizá debamos resignarnos a vivirlo sin percatarnos siquiera, tomando de éste lo que está en nuestras manos y dejando fluir el acontecer de todo lo que es inimaginado para nosotros. Sin pesar alguno. Sin premuras. Sin falsas exigencias. Sin superfluas pretensiones. Sin engaños. Sin explicaciones ni justificaciones. Sin deuda ni intercambio alguno. Abrazando la calma, la ternura, la dulzura, la paz.


Y tú... ¿vives con el corazón?


¡Feliz inicio de semana!
Abrazo lleno de alegrías
de caparazón
de tortuga mágica.