jueves, 14 de enero de 2016

Noviembre y Diciembre...

Noviembre... de sorpresas.

Diciembre... de amor.



La séptima tormenta invernal nos abraza de frío, nieve y lluvia. Sin antes habernos dejado los signos que harán de este año una experiencia inolvidable. Porque ésta es la fascinación del porvenir... siempre es una invitación a un nuevo trazo jamás imaginado... a un nuevo abrazo escondido en el fondo de nuestro sueño... a un camino sin descifrar por nuestra alma.

Y ahora que llegaron los pingüinos, es un tiempo de abrigo y melancólica contemplación, anidando la esperanza de que el huracán que arriba a nuestras latitudes, en medio de una tierra conmovida alrededor de ambos hemisferios, solo deje vientos renovados y que nadie sufra mayores estragos.


Y tú... ¿estás listo para los nuevos vientos?


Abrazo de sol...
queridas y mágicas
tortugas.

Ahora sí... estamos listos para recibir al mono de fuego.


domingo, 10 de enero de 2016

Agosto, Septiembre y Octubre...

Agosto... para renovar votos de fe y abrir con confianza nuestra voz al mundo.

Septiembre... de frío y colaboración.

Octubre... de estrellas y bellos atardeceres.


Cuando se abren las puertas hacia los nuevos caminos de nuestra vida surgen emociones inconmensurables. Elegir cada uno de nuestros caminos es también no elegir muchos otros. Muchas veces, no somos nosotros mismos quienes elegimos cuáles caminos serán los nuestros y cuáles, aun siendo nuestro deseo, no nos pertenecen. Sin embargo, es solo nuestra voluntad la que nos permite trazar el sendero dentro del cual serán posibles nuestras alternativas. Y aunque, en un principio parece que es difícil tomar algunas decisiones, cuando se trata de tomar las riendas sobre el rumbo de nuestras vidas, deben saber queridas tortugas que, en contrasentido, mientras más delimitamos una dirección, mágicamente, se desbordan los senderos y lo que era una sola opción nos regala infinitas nuevas alternativas. La generosidad de la vida no conoce límites. Esta es la razón por la cual no debemos tener miedo a enfrentar las grandes decisiones de nuestra vida. Debemos aprender a confiar en el futuro y en su capacidad inagotada de transmutarse exponencialmente a cada uno de nuestros pasos. A lo largo de mi vida, he descubierto que hay muchas personas que viven, a este saber, contraintuitivamente. Es decir, nos aferramos a tener el control sobre el mañana incierto y sorpresivo. Con tal ahínco que el presente se subordina. Para conservar los rincones conocidos de nuestra cotidianidad y sentirnos satisfechos con nuestro acontecer, en el contexto de un imaginario social posible que nos legitima. Porque eso nos fortalece, aparentemente. Sin embargo, es todo lo contrario, no hay debilidad más grande que la que se nutre de olvidar observar todas las puertas que se abren a nuestro paso, una vez que hemos delimitado un rumbo fijo posible y deseable. Quizá no nos gusta cuestionarnos a nosotros mismos ni descubrir que hay cosas que nos faltan y otras que ya no necesitamos. Quizá el temor de perder las certezas limitadas que nos ofrece el mundo humano, aún limitado, que hemos construido, nos impide regalarnos la libertad de acrecentarnos, no sólo en voluntad, con más belleza y alegría... acrecentarnos en certezas... Y es que parecería que tememos más a la incertidumbre que a las certezas. Pero existe un secreto que no nos atrevemos a reconocer... tememos mucho más a las certezas. La incertidumbre justifica nuestras cobardías. La certeza exige de nosotros crecer, comprometernos y preguntarnos a nosotros mismos quiénes somos, qué queremos, por qué lo queremos, cómo cumplir nuestros deseos y cómo construirnos sin necesidad de legitimación social alguna. 


Y tú... ¿alimentas tus certezas o te aferras a la incertidumbre?



Feliz domingo... 
mágicas tortugas.




viernes, 8 de enero de 2016

Julio...

... de festejos y trámites concluidos.


La posibilidad de reunirnos con nuestros seres cercanos, y brindarnos un poco de alegría en común, es una de las posibilidades más extraordinarias de la convivencia humana. Motivo por el cual siempre vale la pena alzar las copas  y brindar. Recordar anécdotas, y compartir nuestro presente en comunión, nos invita a valorar nuestra cotidianidad desde la mirada externa y enriquecernos de la vívida experiencia de quienes nos acompañan en nuestro camino de vida.


Y tú... ¿acrecientas la luz de tu camino cerca de otras miradas?


Un abrazo de tortuga 
y que la magia del sol 
siga marcando el ritmo de este 2016.

miércoles, 6 de enero de 2016

Junio...

... de sol.


Llegaron los Reyes Magos gracias al brillo de la estrella que une nuestros corazones...


Y tú... ¿qué recibiste junto con la luz de este resplandeciente día?



Deseo cumplido con magia de tortuga...
Hasta mañana.


martes, 5 de enero de 2016

Mayo...

... de bellos amaneceres a contraluz.

El sol que despierta encierra un hermoso misterio. La incógnita sobre el orden del universo, sobre el milagro de la vida que se alimenta de su luz y sobre el poder de renovación de la naturaleza. Junto con la sorpresa del atardecer que tiñe de magia de colores el horizonte, el cielo y las nubes... deteniendo el tiempo por un instante... con la promesa de un nuevo amanecer. Este ciclo vital, el más cotidiano, encierra en él la completud de nuestro ser que nunca deja de maravillarse por la inmensidad atrapada en nuestra singularidad. 


Y tú... ¿te maravillas con la luz de la eternidad?



Regalo lleno de magia de tortuga...

lunes, 4 de enero de 2016

Abril...

... de lluvia y buenas noticias.

Junto con la alegría de la primavera llega la liberación de los vientos de abril. El despertar del primer trimestre del año empieza a dar forma a nuestras resoluciones. Y es el tiempo nuevo que resucita tras el fin de todas las esperas. 


Y tú... ¿ya conoces tu sueño de abril?



Buenas noches felices tortugas...

Marzo...

... de paz. Y feliz serenidad.

Probablemente, hablar de felicidad es un lugar común... Una vez alguien me preguntó cuál era para mí el sentido de la vida y, cuando le respondí "ser feliz", mi interlocutor quedó sumamente decepcionado. Le pareció una respuesta muy superficial. En ese momento comprendí que no todos sentimos lo mismo acerca de la felicidad. Es decir, el valor que le damos a esta posibilidad vital depende de cómo la signifiquemos. Y muchas veces, ser feliz se confunde con un bienestar efímero tanto como con un entusiasmo exacerbado. O se comprende como un estado limitado, cuya vivencia, una vez que la pronunciamos, se esfuma; como si se tratase de un carrusel en continuo movimiento en el que estamos condenados a vivir en busca de la felicidad pero nunca nos es dado conservarla. Pocas veces se comprende la felicidad como el arte de ser feliz, como la plenitud de una vida feliz. Y es por eso que no es cosa menor apostar todo el sentido de nuestra vida a ser feliz. Y desentrañar los misterios que conlleva tal confusión mental en la que la felicidad no es un estado en el cual somos capaces de perseverar con mucho más ahínco que en cualquier otro.


Y tú... ¿eres feliz o a veces estás feliz?



sábado, 2 de enero de 2016

Febrero...

...en su punto. Quizá los primeros días del mes estarán un poco nublados, pero definitivamente saldrá el sol y nos colmará de alegrías, amistad, encuentros inesperados y no sé cómo... pero Cupido nos sorprenderá reavivando nuestros corazones: enlazando cada uno de nuestros caparazones de tortuga mágica. Será un mes de gran sintonía. En el que cada momento será el adecuado y todo ocurrirá con puntualidad.

Por eso hoy... es el tiempo de hablar del futuro... el año pasado está ya diluido en ese espacio suspendido que le corresponde, sin otra existencia que la suma de nuestros recuerdos, conformando la memoria genética de nuestra especie. En el cual, como lo describió San Agustín, lo único que existe es el presente continuo que disuelve el futuro conforme avanzan los minutos, al mismo tiempo que diluye el pasado segundo a segundo. Y esa es la magia de nuestra conciencia... lograr permanecer en tales temporalidades simultáneamente gracias a los latidos de nuestro corazón. Logrando un equilibrio entre ellas, de tal manera que sus frecuencias se calibren en armonía. ¿Qué quiere decir esto? Que el pasado no consuma energía del presente, que el presente no se subordine al futuro y que el futuro tampoco consuma energía del presente. El presente es un arte... el arte de hacer del futuro un acto de libertad. Y por muy inmediata que sea la continuidad entre uno y otro... nunca olvidemos vivir primero el presente para luego, entonces, dar cabida al futuro como un nuevo presente. Y es así, mágicas tortugas, como se logran sincronizar dos caparazones que aprenden a compartir una misma alma. Y es así, también, como nuestras obras logran fijarse en el espacio como objetos y nuestras ideas logran concretarse como tales en nuestro hacer. 

Feliz febrero!!!

La lasagna y el vino fueron un éxito... y con magia de tortuga se alzaron las copas de la amistad para brindar por los días de luz que trazarán los senderos de este nuevo año. Habiendo concluido así... los festejos prolongados que dieron la bienvenida a este hermoso 2016.


Y tú... ¿esperas el futuro o vives el presente?



Con alma renovada...
reciban un mágico abrazo de tortuga.


  

viernes, 1 de enero de 2016

Bienvenido 2016...

El 2015 se despidió dejando estragos. Una gripe fulminante a la luz de la luna y un tobillo con tendinitis tras aerodinámica caída en el jardín, ante la cual mi talón de Aquiles parece haber llegado a su punto de inflexión... Así que hubo llanto y dolor antes de abrir las puertas a la nueva vuelta al Sol con un bello amanecer. El último resquicio de mi alma agotada... suplicando un soplo de descanso en espera de la mano de su llama gemela. Se sintió como estar de regreso de una dura y prolongada batalla. 

Añoré compartir estos días en algún lugar del mundo en el que se encuentran mis tortugas mágicas. Y lo que estaba previsto como días de lectura y escritura, paz y meditación... se convirtió en una seudo "hospitalización" en casa, una semana en cama, dos días inmovilizada (en la medida de lo posible... pues viven conmigo caninos y felinas y, bueno, tanto ellos como yo necesitamos alimentarnos...) mucho frío y lindos paisajes de sol. Confieso que, aunque disfruto mucho la televisión, sí logré sentirme aburrida. Afortunadamente, ya llegaron los días de lectura y escritura y aunque el reposo sigue siendo necesario para el tobillo, ya recuperé la mayor parte de mi actividad.

El pie todavía camina de a poco, pero ya se asoma de nuevo su forma habitual y, en sintonía perfecta con el calendario, me permitió hacer el merecido ritual de fin de año y hacer relucir mi hogar para darle la bienvenida al feliz 2016. Definitivamente, una vez libre de la gripe... la vida se pinta de colores otra vez. 

El resfrío es uno de los peores estados del cuerpo, no importa cuántas veces hayamos pasado por tal estadío... siempre nos impone un pequeño infierno de paciencia y desánimo. Realmente odié esta gripe de fin de año, que llegó como un regalo de navidad para empezar a dejar de fumar con muchos menos esfuerzos. Y sí, despedirme nuevamente del placer de fumar es una meta para este año. No sé si estoy lista para hacerlo tan pronto o si debo esperar a que culmine el ciclo de mi examen de grado (que, si todo sale bien, será en días próximos) y una vez cumplida esta meta, dar cabida a una nueva. La moraleja de esta última semana es hacer una cosa a la vez, dar un paso a la vez y caminar con pausa y ritmo constante. Más vale demorarse que tropezar.

El torbellino no cesó ahí, de pronto todo se rebosa, los platos se rompen, los aparatos se descomponen, el agua se riega, si pongo algo a calentar se consume por completo, se me pasa de sal la comida, los caninos (ya no tan cachorros) hacen una travesura tras otra, y sentí que todo estaba a punto de estallar. Como si la marea de la luna llena llegara hasta el bosque, a manera de una explosión de energía contenida y concentrada que necesita expandirse y liberarse por completo. Del mismo modo que mi garganta se quebraba de ardor, al tiempo que mis pulmones se purgaron por completo y todavía no reconozco el sonido de mi voz. Sentí como si mi corazón estuviera en plena catarsis y solo el llanto lograra restaurar sus latidos, aún cuando no tuviera un motivo preciso para llorar... simplemente se removieron tales emociones y el sencillo hecho de dejarlas fluir me hacía sentirme renovada. Como si el oleaje de mi vida tomara la altura de un tsunami y me jalara mar adentro con toda la fuerza del caos, tras un fuerte remezón que sacude el fundamento de mi carácter para con majestuosidad (espero) poder alcanzarla desde la cúspide y retornar a tierra firme, al descanso de la playa, al abrazo de amor. 

El misterio de estos días, que me hicieron preguntarme con desesperación ¿por qué? ¿quién me hace esto? ¿qué está pasando? justo ahora que me siento tan bien... ¿de qué se trata? ¿cómo puedo disfrutar del futuro y sonreír en medio de tal tempestad? como si fueran dos emotividades disociadas en el tiempo y en el espacio. Que para encontrar su sintonía necesitan estallar cara a cara, una vez superada la mediación que tuvo lugar para lograr un tiempo de excepción de tres años para concluir mi doctorado. Y tras la colición, al fin... puedo volver a descansar. De ahí el significado del reposo y el arte de la convalecencia. 

Como decía, el misterio de estos días... es aprender a vivir con tal poderosa energía que alberga en mí, sin explotar, sin consumirme, sin contenerme. Tomarla en mis manos, saber dirigirla hacia los caminos que le permitan expandirse como luz y materializarla en obras. Esta navidad me regaló una nueva forma de ser. Quizá ése es el significado del nacimiento de Dios en nuestros corazones, la llegada de Jesús en medio de todas las adversidades. Y es por ello que no tengo más que sonrisas para recibir este nuevo año. Con la promesa  de no volver a pasar una navidad ni un año nuevo sola en casa... pues una cosa es el disfrute de los tiempos en soledad y otra es la dicha de encontrar un lugar en el mundo para amar y ser amada. Y sí... junto con mi talón de Aquiles, mi soledad también llegó a su punto de inflexión... valga la redundancia... pues si lo piensan con un poco de cuidado... son una y la misma cosa. 

Así que... queridas tortugas no sean tímidas en el futuro y no olviden brindarme una morada para compartir las festividades que nos hermanan... Por mi parte, espero que la prosperidad me alcance y poder brindarles un poco de mis festejos postergados. En especial el pavo, con la receta de la abuela, que tanto he extrañado por dos años consecutivos. Y quienes lo han probado, saben a qué me refiero. Así que empiezo a contar los 360 días de alegría que faltan para tal deleite.

A ritmo pausado siguen los festejos de año nuevo, ayer fue la fogata y fundir en ella todas las deudas con el pasado, las luces de bengala, el brillo de la casa y el cuidado de sí, hoy fueron la uvas y las lentejas, y queda para mañana el vino y una rica lasagna... invitadas están queridas tortugas... Solo falta el baile... que ojalá encuentre como pretexto mi examen de doctorado en puerta. 

Será un enero de sol, todavía frío al cabo de las cabañuelas pero a la aurora de febrero ya se siente que regresa el calor que alberga la primavera. Enero también anuncia todavía paciencia y pasos cortitos, paréntesis de descanso para recobrar fuerza y energía, buen ánimo por la mañana, música, letras y uno que otro retraso en este reacomodo entre el 2015 y el 2016. Y ya mañana febrero nos contará cuál será el sino de su espíritu bisiesto y renovado.


Y tú... ¿cómo recibiste la marea alta del último oleaje del 2015?




Gracias 2015.
Bienvenido 2016...
Reciban un gran abrazo lleno de magia de tortuga!!!
Y prepárense todas para recibir 
las dichas que nos depara 
el tiempo nuevo.
Que como les conté...llegará sin violencia, pero no sin el dolor de la conmoción que todo el esfuerzo de la transición implica. Y recuerden, no hay llanto que no alcance para sanar. Así que vivamos sin miedo nuestro dolor para lograr vivir con valentía nuestra felicidad.



Gracias a Olivia que me brindó su solidaridad infinita ante la urgencia de mi tobillo. Gracias a Martín que me invitó a pasar la navidad con su familia y a los que me invitaron con gran generosidad a cenar ayer... pero estaba escrito que estos días eran de estar en casa y despedirme de mis días de soledad con broche de acero, y que mis fiestas estarían interrumpidas, lo cual se anunció con anticipación, una parte de mí estaba preparada para tales eventos poco gratos pero afortunados al fin... pues todos son parte de la gracia de Dios que colma nuestro destino de regalos sorpresas y sueños cumplidos, aun cuando a veces no comprendamos porqué nos suceden tales cosas... o sintamos que están fuera de nuestros planes. Afortunadamente, el Universo tiene mejores planes que los que alcanzamos a vislumbrar a través de las mediaciones de nuestra conciencia. Y son las caídas las que nos dan la fuerza y la pauta para seguir adelante con paso redoblado. Nos obligan a detenernos un momento y mirar ahí en donde habíamos olvidado mirar, como un rompecabezas e infinito que se transfigura una y otra vez. Amén