martes, 20 de julio de 2010

Venter

"MAGO" DE LA BIOLOGÍA...

Hace, más o menos, dos meses recibí un artículo sobre los avances que se han hecho en materia de biología sintética: tenemos ya la primera partícula biológica creada en un laboratorio.

Desde 2004, Craig Venter (uno de los científicos que decodificó el Genoma Humano completo) viaja por todos los océanos y obtiene muestras de seres vivos (en particular bacterias) que habitan en los mares, con el fin de desarrollar alternativas de combustibles (frente al petróleo).

Desde su separación de Celera Genomics, la motivación de Venter se ha caracterizado por un fuerte componente financiero y su visión de lucrar con los logros de la genética, patentar la estructura biológica de los seres vivos e invertir para su provecho personal. Lo cual hace de este empresario un personaje polémico; quien ha sido cuestionado, severamente, bajo la lupa de los cánones de la ética y en el seno de las reflexiones de la bioética. Da la impresión de que es un hombre al servicio de los grandes capitales y no del saber. Dicho con mayor precisión: su lema es "el conocimiento al servicio del poder".

Por otra parte, se contemplan riesgos, los cuales implican: el diseño de armas biológicas, a partir del hallazgo de sintetizar partículas naturales de ADN, en aras de formar organismos vivos. Ante esto, se presumen, como una gran ventaja, las posibilidades de limpiar el ambiente y producir alimentos que, de esta tecnología, emanarán.

Sin embargo, poco sabemos de la forma en que el desarrollo de estos saberes podrá modificar nuestras vidas en un futuro; si bien no tan próximo, tampoco muy lejano. Podemos especular un poco, por ejemplo: cuánto costará el acceso a estas teconologías, quiénes se beneficiarán, cuál será el impacto ambiental, porqué no encontramos soluciones para los problemas que limitan la vida de las personas que habitamos el planeta y sí se gastan cifras groseras de dinero en desarrollar tecnologías que fomentarán los monopolios de la injusticia social... Parece que, al paradigma moderno, le falta todavía mucho para honrar el humanismo que lo vio nacer.


Y tú ... ¿tienes fe en la nueva biología?

Hasta mañana, tortugas.


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