lunes, 19 de julio de 2010

confianza

al despertar... 

Pocas cosas son tan sensibles como el abuso que corrompe la confianza. Las cicatrices perviven y nos recuerdan que, no importa cuánto nos esforcemos, hay esencias irrecuperables, entre ellas: la ingenuidad.

La vida se forja de errores y, a pesar del temor, es preciso hacerles frente. Nunca es tarde para hacer lo correcto y para recuperar la confianza en ti mismo. Incluso, si no te creen. 

Por eso, una vez que el alma vuelve a sonreír: es tiempo de hacer justicia.


Y tú... ¿a qué le tienes miedo?


Feliz lunes amigas tortugas.



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