jueves, 13 de noviembre de 2025

bondad...

 ... es en el alma.



Una de las grandes interrogantes de la vida: es poder definir la bondad. Definitivamente es un sentimiento que nos habita. Un acto de consciencia. Y también una forma de actuar. El alma tampoco es un concepto sencillo. Inclusive es un cuestión de fe. Cada ser humano tiene sus distintas creencias al respecto. Como también existe más de una religión y quienes no profesan alguna. ¿Será por eso que hoy el mundo está inmerso en un profundo caos?... Es decir: la disputa sobre la bondad y la falta de escrúpulos (el cinismo)... nos condenan a los horrores del presente. ¿Es acaso una virtud renunciada por más de una persona? O es un acto de arbitrariedad el adueñarse de su potestad. Compitiendo por el bien cual contienda electoral. ¿Cuándo las disputas sobre la moralidad socavan la vida pública para enfrentarnos unos entre otros en aras de causas sociales? ¿O siempre ha sido así la arena de lo común? 

Sin pretender entrar en su contraparte y una discusión igualmente añeja sobre qué es el mal. Parece notorio que enfrentamos problemas en donde estamos sujetos a la mala voluntad de otros seres humanos. O, al menos, a la ausencia de bondad. ¿Cuáles son los límites del libre albedrío que no deben jamás trastocarse y mucho menos transgredirse? Parece que vivimos en un mundo en que cohabitamos con personas que han renunciado a la bondad. Supongo que tal renuncia a sí mismos y a una parte importante de su alma, o vida anímica y psíquica, en más de un caso se trata de sustentar en alguna suerte de argumento. Porque debe ser difícil renunciar a ser humano de tantas formas posibles. Permitirse como seres humanos el deterioro ético hasta cometer crímenes violentos. ¿Qué caminos son esos ante los cuales quienes no renunciamos a la bondad estamos expuestos? ¿Y por qué proliferan de más de un modo? A la par de un mundo próspero. Porque no todo son desgracias y agendas del miedo que inculcan incluso terror. Estamos ante realidades en paralelo. A medida que, desde más de una realidad, parecería que todo se desmorona y cae a pedazos. Hay quienes todavía pueden inculcar en su vida: lo bueno. Y vivir en paz sin enfrentar precariedad o sin estar expuestos a imperiosas necesidades. Lo cual es una buena noticia. Es una esperanza para encontrar mejores senderos sociales. 

Se vuelve difícil distinguir la bondad de muchas formas. A la vez que cada día es una ocasión para hermanarnos entre humanos, compartir dichas bondadosas y ser generosos. Enfrentamos más de una paradoja. Pero los problemas son serios. Yo me pregunto si desde las altas esferas mundiales del poder, desde instancias con medios para actuar, existen reflexiones profundas al respecto. O lo único posible es ir sorteando los embates en el día a día con la esperanza de, con el tiempo, construir un mundo mejor. Todos los esfuerzos son loables. Menos la ideologización de la vida moral. Debemos ser seres éticos capaces de distinguir la diferencia entre lo común y lo personal. Porque los problemas serios se politizan y se vuelve una batalla de opiniones que pugnan por una verdad más fidedigna y eso nos separa de nuestra propia humanidad. Fomenta la indiferencia hacia el hecho real en su proceso de mediatización. Y luego nos violenta entre seres humanos en aras de entronar una sola posibilidad de comprender la realidad, fabricando una falsa rivalidad que sólo contribuye para los fines de acumulación de simpatizantes. Ser humano es ser más que un voto o un simpatizante. O ser parte de una red social tecnológica o en la práctica. Las manifestaciones sociales sufren una escala de violencia. Y en contraposición las calles se blindan. Es una tristeza no poder manifestarse en las calles en paz y sin causar disturbios... es decir: cívicamente. Con respeto. En un espacio de diálogo libre para tomar todos consciencia de la necesidad de soluciones. El apoyo solidario. Incluso el inconformismo. 

En la práctica, hablar de bondad nos queda ya muy lejos. La vida, en su inmediatez, obliga a actuar con pragmatismo. Y cada quien vive las desgracias e infortunios globales a su manera. Procurando un lugar de bien, de paz, de certeza, de seguridad. A pesar de que vemos que esos espacios se agotan cada vez más cerca de nuestras casas. Y no es que por eso se vuelve relevante un problema. Simplemente es la dimensión de las dificultades las que se cercioran a medida que faltan soluciones. Se trate del país que se trate. ¿Cuál es el objetivo de los líderes? ¿Qué está a nuestro alcance? Además de dar gracias por cada día de vida. Es triste conocer con tanta efectividad y eficiencia lo que ocurre. Gracias a la tecnología, hoy somos ciudadanos más conscientes de los problemas que nos aquejan y de lo impotentes que somos ante las soluciones. Dependemos de nuestros gobiernos y de la cooperación internacional para ver con esperanza el futuro. Ojalá el trabajo que se hace dé cada día más frutos. Y veamos también en las noticias: el mundo cambiar. Sabiendo que quienes no renunciamos a ser humanos y nos entregamos a la bondad, procurando ser mejores personas cada día y forjando un carácter, también somos muchos y no estamos solos.


Y tú... ¿sientes la bondad?

¡Feliz jueves
mágicas tortugas...
no pierdan la bondad
ni la fe
en sus caparazones!




martes, 11 de noviembre de 2025

certezas...

 ...de vida.



En nuestra memoria se conservan los recuerdos que dan propósito a nuestro presente. En reconciliación construimos eventos que queremos preservar para el futuro y, algunas veces, días que preferimos olvidar. ¿Qué sería de nuestra vida sin la certeza de todo lo que podemos recordar? Es por eso que es vital alimentar nuestra memoria de días felices.

Existen muchas certezas que construimos cada día para planear nuestra vida. Nos es imprescindible dotar de sentido nuestros actos. Y vivir en consecuencia. Los sentimientos y las emociones son fundamentales en este proceso. Con el objetivo de vivir en calma y construir paz en nuestra cotidianidad. Tener hábitos y compartir nuestras rutinas diarias. Tener convicciones y dialogar nuestras ideas.

Las alegrías y los buenos momentos que procuramos nos sostienen. Sin detrimento de las preocupaciones que son la ausencia de certezas...y siempre procuramos evitar. Nuestros seres queridos son la certidumbre en nuestros corazones. Junto a quienes afrontamos acontecimientos inciertos que son parte de no conocer el futuro. Lo importante es sabernos vivos.


Y tú... ¿construyes certezas?


lunes, 10 de noviembre de 2025

soledad...

 ...es con plenitud.



Pocas experiencias nos hacen tan afines, entre seres humanos, como lo es la soledad. Somos iguales en tanto únicos (y diferentes). Sin embargo, somos igualmente: en soledad. Y única es la experiencia de convivir con nuestro fuero interno. La soledad es íntima. Cada quien habita su soledad de un modo peculiar. Pero hay algo común en tal sentimiento. En el cual también desciframos las certezas de nuestra vida. 

La soledad es un estado relativo e ineludible. Es lo que le da sentido a todos nuestros actos de comunicación, socialización y convivencia. Pues somos en soledad. Y es desde tal fuero interno que se abren todas nuestras ventanas al mundo. Incluida la escucha. Desde pequeños aprendemos a acompañarnos a nosotros mismos y somos, en nuestra intimidad, el lugar en donde habitan nuestras emociones. A la par que aprendemos a vivir en comunidad como el lugar seguro para desenvolver nuestras emociones. Por eso nos es tan fundamental no estar solos. Y compartir nuestras soledades. Nuestras emociones. De manera segura y feliz. De ahí que la soledad no es una carencia. Es un estado de naturaleza. El estar solos es lo que puede ser devastador... pues terminamos ahogados en nuestras emociones. De ahí que es fundamental cultivar lazos profundos. Construir vivencias. Fincar hábitos de comunicación. Socializar. Compartir. Hablar. Escuchar. Y hacer nuestra vida girar en torno de mucho más que  nosotros mismos. Saber que no estamos solos.


Y tú... ¿lamentas tu soledad?


domingo, 9 de noviembre de 2025

ilusiones...

 ... de amor.



El amor es inmenso en sus formas y manifestaciones. Hay quien lo conserva como una ilusión o un deseo. Se vive, a veces, de la mano de una pareja. Y hay quienes lo viven entrañablemente. Hablar de amor es hablar de amistad, de familia, padres y hermanos, hijos. El amor dota de sentido nuestra existencia entera. Descubrirlo y entregarnos a él implica tomar consciencia de que siempre está presente en nuestras vidas. No podemos negarnos a amar y a ser amados. Es una fuerza natural que nos habita. Nos apegamos a él con la misma fuerza. Y siempre nos sorprende porque tiene la vocación de complementarnos... de llenar nuestra vida. Nos sostiene y nos regala las más grandes alegrías.

Ante el amor no nos podemos ocultar ni negarnos a nosotros mismos. El amor es también un aprendizaje. Con los años aprendemos a expresarlo y a expresarnos con amor. De muchas maneras, es una elección. Como forma de vida. Pero, en su esencia, es un hecho ineludible. 


Y tú... ¿descubres el amor que te habita?


viernes, 7 de noviembre de 2025

holgura...

 ... narrativa.



La luz de la luna llena fue un texto más bien telegráfico. Una disculpa estimadísimas mágicas tortugas que siguen mis letras. No sé si cabe un poema o si es difícil tratar de equiparar algunas experiencias con las letras. Lo reviso y lo reviso pero tampoco encuentro otra forma. Así es esto de las letras. Darle aire al texto es importante. Y la poesía es un don sublime. No sé si gozo de tales talentos. Aunque tiendo a escribir en rima. 

Parece que la luna llena trajo grandes reflexiones sobre mi escritura que disfruto de compartir con quien me lee. De cualquier forma siento que las letras deben privarse de ser solipsistas, contradictoriamente... pues de muchas formas el primer destinatario es uno mismo. Sin embargo, lo que de verdad importa es quién más nos lee. Al menos yo no escribo sólo para mí o eso me propongo cada día. Me gusta pensar que existe cierta complicidad entre el lector y el autor en donde se entabla un diálogo. Al menos yo sí leo en diálogo. Y procuro escribir en diálogo. Para mí es un misterio cómo se leen mis letras... fuera de mí. Y es una paradoja sin solución. Para cualquier persona que guste de la escritura. He podido avanzar en mis textos personales, de los que he mencionado alguna vez. De manera breve, me descubro y describo, a mí, como una autora sintética. Por mucho que me propongo prosas más prolongadas, el texto, incluso con holgura narrativa, se cierra a sí mismo en su pleno significado. No sé si es algo bueno. No soy crítica literaria. Yo escribo. Y agradezco ser leída.


Por ejemplo...

LUNA RADIANTE
Luz única e irrepetible
cual canto del sol
que acaricia de miel
el cobijo terrestre.
Cuál es ese misterio
en donde yaces
duermes y retornas
para iluminarnos.
Cuál esa magia
que brilla de esperanza
cuando el vacío 
vuelve a nacer.
Deslumbrante
en tu faz
sin otra razón
que tú misma.
En plenitud
te regalas
a quienes
te contemplan.
Luna hermosa.


Y tú... ¿das espacio al diálogo?



¡Feliz viernes!
Que sea un fin
de semana
lleno de magia
de tortuga.
Gracias.