miércoles, 28 de noviembre de 2012

feliz luna llena

y hermosa plenitud que sabe amar...


hermanas tortugas, en los días de verdad: como lo son los instantes en que, a plenitud, el sol se refleja entero, al arropar todas las curvaturas de la luna y nos regala el destello de su amor... son días en que debemos recordar sanar.

... y qué es sanar... qué es ser un alma sana... es una voluntad capaz de dar de sí sin dolor. Dar de sí para su propia realización, dar de sí para compartir dichas, dar de sí para sanar. Cuando somos capaces de estar en bienestar con nosotros mismos y con los demás sin necesidad de sufrir algún daño o sentir algún dolor... estamos sanos.  Sin necesidad de dañar o lastimar... con libertad de separarnos de aquello que nos dañe o nos lastime. Sin necesidad de atarnos al dolor. Sin vocación alguna de someternos a la mediación o el sacrificio en aras de lograr trascender o sublimar dicho dolor. Sin necesidad de acumular frustración ante la imposibilidad de hacer cesar la causa de nuestro sufrimiento. Sin reprimir nuestro conocimiento de sí

El alma sana es valiente, está entera, sabe lo que quiere y disfruta el logro de ser aquello que eligió hacer.

Cuando esta posibilidad de ser, sin dolor, se nos es negada... se arranca del cielo una estrella y se obliga al mundo entero a soportar el peso de una oscura injusticia. Cada injusticia roba un destello de luz a cada uno de nosotros y nos disminuye de a poco.

Parece sencillo... sin embargo: ¿qué es el dolor? ... ¿tenemos control sobre nuestras dolencias? Quizá, de esto, podamos conversar mañana.


Y tú ... ¿qué quieres sanar?



un abrazo de luna feliz





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