sábado, 9 de noviembre de 2013

la sordera...

al igual que la ceguera son nuestros mayores defectos... porque anidan en su seno la arrogancia.

Si bien, no podemos escuchar todo al unísono y observar todo con una sola mirada, cuando nos conformamos con aquella leve certeza de fijar un tiempo muerto en un único sonido o bajo un solo panorama, solemos volvernos adoctrinadores de quienes escuchan y miran lo que nuestro oído y nuestro ojo no alcanza, con cierta prepotencia, anulando la personalidad de otras personas con nuestra sola presencia.

Por eso... el único camino de la enseñanza es escuchar y mirar más allá de nuestras leves certezas. Si al hablar no somos comprendidos, esforzarnos a aprender el lenguaje de quienes nos hablan.


Y tú ... ¿quieres atravesar las fronteras de tu ego?



Feliz sábado de estrellas... 
hermosas tortugas.

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