llegó... y con él los nuevos propósitos, el refrendo de nuestra perseverancia, el gusto por la vida, la gratitud y el agradecimiento por todas las bendiciones que hemos recibido, la reconciliación, el perdón, el amor renovado y la solidaridad fortalecida. La palabra, la sonrisa, el abrazo, la amistad. La certeza de que el futuro abre sus puertas una vez más y de que nuestros sueños anidan en la realidad que nos prometemos a nosotros mismos. El esfuerzo, el trabajo, la salud, el logro y la bienaventuranza... los caminos que nos permiten trazar nuestra buena fortuna y aprender a ser felices con lo que tenemos, con la persona que somos y con las personas que forman parte de nuestra vida.
Lo bonito del año nuevo es que nos invita a reflexionar, a recuperar nuestros olvidos, nos da un pretexto para expresar nuestro cariño y recordarles a nuestros seres queridos que viven en nuestros corazones. A recordar que no queremos descuidar el hacer de todo aquello que queremos ser y que es importante para nosotros. A renovar nuestra cotidianidad de esperanza. A abrazar la vida una vez más.
Y tú... ¿cómo recibes este día de un nuevo sol?
¡Feliz 2015!
Les deseo un año lleno de magia de tortuga...
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