sábado, 4 de julio de 2015

nuevo aliento...

Hay momentos en los que parece imposible encontrar el aliento para avanzar... Descubrir la esperanza en medio del desaliento. Valorar nuestras trayectorias bajo el escrutinio del espejo y tomar el curso de los acontecimientos en nuestras manos. Tomar el timón. Colocarnos en el centro de nuestro actuar. Escuchar más allá de lo mundano. Hablar con voz propia. Enfrentar el desamor sin derrota. Encarar nuestras carencias sin lástima. Abrazar nuestras certezas sin miedo. Amar con determinación. Comprometerse con entusiasmo. Respirar con alegría.

En tales días de total desgano, solo una voz amiga nos hace recordar nuestra valía. Y esa, la voz de la amistad, es la luz de nuestra sanación. El punto ciego en el que nos hemos perdido a nosotros mismos ante los abismos de los velos que, con espejismos, confunden nuestra razón. Las fantasías que, con engaños, fracturan nuestro corazón. El nido oscuro de todas las injusticias. El instante en que solo la mirada fuera de nosotros puede regalarnos la objetividad que hemos perdido. Y restaurar el sentido de nuestras decisiones en concordancia con la consecución de nuestros actos.

Doy gracias por el aliento de amistad que hoy iluminó la belleza que hay en mi vida e impulsó en mí la fuerza para ir más allá del dolor que habita mi corazón.


Y tú... ¿logras verte a través de la luz de la amistad?



Felices sueños y dulces días...
queridas tortugas.

No hay comentarios: