sábado, 2 de diciembre de 2017

la liberación...

... y el espíritu de la Fe.


Nuestro hogar es nuestra morada. En él todo acontece de manera orgánica con nuestro ánimo. El arte de nuestra vida doméstica es lograr habitarnos de acuerdo con el orden que nos corresponde y, así, saber que nuestro corazón está en paz. 

La tortuga mágica tarda en sus caminos de luz pero siempre llega con victoria a sus metas propuestas. En el camino... admira el paisaje y conserva su caparazón en armonía con el sino de los tiempos... ése es su secreto.

Ella no desespera. Sí pierde la calma y se agota cuando los senderos se desvían, se oscurecen o le impiden alcanzar puerto seguro. Sin embargo, su resistencia y paciencia son más fuertes. Basta un respiro, la entrega a la pausa y disfrutar también en la espera, para reavivar sus ilusiones. Tiene una fe que no la abandona y se alimenta de la esperanza.

Diciembre llegó feliz. La luna esplendorosa es un milagro que no debemos olvidar, admirar y disfrutar. Junto con la energía poderosa escondida tras el gran halo brillante que, como aura, la ilumina más allá de todos sus linderos. Somos afortunados de poder contemplarla y armonizar nuestro espíritu con ella. Nos sentimos agradecidos bajo su cobijo.

Y de la mano de nuestra sabia tortuga... dejémonos guiar por la magia de los astros para reavivar los detalles que llenan nuestra vida de una cotidianidad plena. 



Y tú... ¿qué bendiciones alumbras con el reflejo de la luna?




Feliz diciembre
mágicas tortugas!!!
Y que el frío
no les impida
sentir el calor
del amor en este
día...
de luna azul.





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