martes, 3 de julio de 2018

paloma...

... de la esperanza... que encontró "cielos más estrellados donde entendernos sin destrozarnos, donde sentarnos y conversar". (España, camisa blanca...Víctor Manuel San José)


Este 1 de julio ¡¡GANAMOS todas y todos!! No hay vencedores ni vencidos. Triunfó México. 



No es fácil expresar en palabras todo lo que significan las más de 24 horas llenas de intensidad, que hemos vivido como Nación, desde que pudimos tener la certeza de que Andrés Manuel López Obrador será nuestro próximo presidente. 

Entre la sonrisa, la emoción, el sollozo y la alegría... el festejo se diluye en agotamiento profundo: sin perderse la dicha. El trabajo todavía no empieza y parece que ha pasado un siglo desde el cierre de campaña en el Estadio Azteca. Un coloso abarrotado de amor que ya anunciaba la abrumadora victoria. 

Me siento afortunada por poder ser parte de la historia. Lo logramos. El sueño imposible nos ha sido brindado desde el cielo... gracias a nuestra capacidad de creer que otro México es posible. 

Un país que conserve todo lo bueno que tiene y que corrija el rumbo de todo lo que, con urgencia, merece ser enmendado. Un México de paz y felicidad. Una vida digna y libre sin el rezago de la injusticia social. Gracias al esfuerzo dedicado de millones de mexicanas y mexicanas. 

Todos hemos jugado un papel crucial para construir esta fiesta democrática que todavía se confunde entre el entusiasmo y la resaca. No podemos escatimar en reconocer el sello de la ciudadanía, en todas sus expresiones, como el vehículo para este gran logro nacional.

Hoy ya no hay contrincantes... emprendemos un nuevo viaje y vamos todos en el mismo barco. Solo así, llegaremos a puerto seguro. Aprendiendo los unos de los otros. Respetando nuestras diferencias y abrazando todo lo que nos une. Reconociéndonos como igualmente humanos. E igualmente importantes. Tendernos la mano entre nosotros y arrimar el hombro a todos quienes se han quedado marginados. Le debemos nuestro profundo compromiso a los rostros de conmoción que podemos descubrir en las imágenes que conservamos de estas horas prolongadas... desde que arrancó la instalación de las casillas. No nos podemos fallar a nosotros mismos.

Aplausos a nuestras instituciones y aplausos a los medios de comunicación. Aplausos a funcionarios y representantes de casillas. Aplausos a los candidatos que reconocieron la ventaja de la coalición #JuntosHaremosHistoria. Aplausos a Enrique Peña Nieto por comprometerse con garantizar la voluntad de nuestro voto libre, expresada en las urnas. Aplausos a todos los candidatos del gran número de puestos que fueron elegidos... a quienes fueron favorecidos y a quienes no lo fueron. Aplausos a todos los partidos y a todos los equipos de campaña. Aplausos a todos los voluntarios. Aplausos a los usuarios de redes sociales. Aplausos a todos y cada uno de nosotros. Porque así como cada voto cuenta: cada esfuerzo cuenta.

Y la magia de sumar esfuerzos es que... llega un punto en que somos tantos: que nos volvemos uno. Ya no importa nuestro nombre ni nuestro apellido, solo importa la fuerza de nuestros corazones y nuestra capacidad de dar: lo mejor que podamos ofrecer. El compromiso con la mejor versión de nosotros mismos y la generosidad para comunicarnos entre nosotros, sin necesidad de agredirnos en forma alguna. Entonando la más bella de las melodías. E inventar juntos la sinfonía en que México se puede llegar a convertir.

La dialéctica de la vida social hace imprescindibles a todos y cada uno de los actores y sucesos que hicieron posible que hoy, al fin, Andrés Manuel tenga en sus manos el futuro de nuestro destino, por seis años. Gracias por no claudicar y por no darte por vencido. Quienes te hemos acompañado desde que fuiste Jefe de Gobierno... Consultas, segundo piso... desafuero y voto por voto... casilla por casilla... Quienes te admiramos, y confiamos en ti, hemos recuperado la posibilidad de volver a ser parte de este destino. El alma de nuestra esperanza herida. Y la sonrisa que solo la justicia hace brillar. 

Gracias México por este regalo. Gracias siempre... porque hemos perdido el miedo de gritar con toda la fuerza de nuestro corazón "es un honor estar con Obrador". Y porque juntos pondremos en alto el nombre de México. Reivindicar las causas que nos han unido y volver a descubrir nuestros rostros: libres del desamparo. 

Y a quienes no votaron por MORENA: no tengan miedo... confíen en nuestro voto convencido y feliz. No se desilusionen. Bríndennos el beneficio de la duda y abran sus corazones para recibir con generosidad los frutos que juntos cosecharemos para todos. No se priven de ser parte de los nuevos senderos que exploraremos como país. No nos priven de compartir, sin distinción alguna, esta alegría. Reciban esta dicha. Aprendamos juntos a construir un futuro en el cual todos podamos sentirnos igualmente identificados. Juntos evitemos que excesos o errores se cometan. Y juntos exaltemos los logros que podamos acariciar. Juntos... hagamos historia.

Démonos permiso de sentirnos satisfechos... de aceptarnos como somos y de descubrir la belleza que habita en todos y cada uno de nosotros. ¡Viva México! ¡Sí se pudo!


Y tú... después de esta jornada electoral... ¿qué sueñas para México?


Fuerte abrazo de tortuga...
lleno de magia democrática.









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