miércoles, 16 de julio de 2025

fortuna...

 ... feliz.



Hoy es un día de buena suerte. ¿No les ha pasado mágicas tortugas que hay mañanas en que todo marcha estupendamente? Sin esfuerzos. Como río acaudalado que fluye con suavidad y calma alegría. Pues hoy es un día así. La mitad de julio abre caminos veraniegos que anuncian buena fortuna. Lo que esto sea para cada quien. Habrá quien considere que es azar otros que es destino... para mí es más bien un estado del ánimo. Una armonía con el acontecer de la vida.

Lo cierto es que empezar el día trabajando es una gran bendición. Significa, al menos, que el sueño ha sido reparador y que nuestro cuerpo no está cansado. Augura buen humor y buena disposición para las actividades cotidianas. Abre un resquicio para recibir sorpresas y noticias inesperadas. Yo espero recibir dos ejemplares de mi libro. Extravié el que tenía en casa e hice una inversión en mí misma. A una autora no le puede faltar una sola de sus obras en su librero. 

Por otra parte, mañana tendré al fin cama y dejaré de dormir en el sofá. Lo cual no ha sido nada incómodo. Reinauguré mi estudio de modo más tipo dormitorio. Amplié mis espacios de escritura al resto de mi casa más tipo estudio (loft). Tengo una visita ejemplar que le ha dado luz a mi hogar: mi madre. Y reacomodé un poco la sala más estilo tradicional y rústico, a la vez. Mis espacios vitales son muy acogedores y se caracterizan por el equilibrio y la combinación de texturas y colores. Disfruto de un balcón terraza con envidiable vista. Y mi auto ocupa un espacio único bajo un durazno, ahora ya de vuelta a casa tras largas semanas en reparación. 

Hoy me siento inspirada por invitarlos más a mi vida cotidiana. Es bueno no olvidar charlar de los detalles de la vida con quienes nos acompañan. Recuerden que estamos explorando esta idea de la salud social. No hay salud social si no abrimos las puertas de nuestros hogares con el corazón en la mano y nos disponemos a mostrarnos tal cual somos. No es lo mismo la proximidad virtual y tecnológica. O una foto en una red social. Somos seres vivos, orgánicos y corpóreos que no debemos subestimar nuestros espacios vitales.



Y tú... ¿ya leíste LA IMAGEN DE LA FELICIDAD?




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