domingo, 16 de diciembre de 2007

suerte con magia de tortuga

La tortuga mágica recorría los caminos de un laberinto de luz sin saber a dónde se dirigía. Soñaba con diferentes destinos. Algunos días pensaba que quería conocer a su tortuga gemela y viajar por el mundo. A veces añoraba hijos. Imaginaba que realizaría distintas profesiones. Escogía distintos rumbos. Meditaba y contemplaba las puertas que por doquier se abrían a su paso. Y como perdida en un universo de posibilidades, cada día era una aventura encontrar el sendero hacia la siguiente puerta. En ocasiones, acudía al oráculo. Cartas, horóscopos, monedas, sueños, velas... todos eran compañía de sus viajes y promesas hacia la salida de su laberinto.

Un día esta tortuga se encontró con una serpiente que descifró su suerte. Y la tortuga le preguntó ¿cómo se sale del laberinto serpiente? La serpiente respondió "No hay salida mi querida tortuga" ¿Cómo que no hay salida? contestó la tortuga "Pues no, no hay nada afuera, el laberinto es todo lo que existe, pero, qué te preocupa, el laberinto es infinito, nunca termina, en él, todos los caminos puedes tomar, ir y venir, una y otra vez"... la tortuga se quedó pensando... ¿será posible? y recordó a sus amigas tortugas que le contaban que estaban afuera y que todo era tan diferente, que había ese lugar al cual cada quien tenía destinado llegar, ese lugar en el que quienes llegan son dueños de todo el laberinto.

Volvió a preguntar ¿y los que dicen que salieron, en dónde están? "Ellos, tortuga, entraron a las cavernas del laberinto, pero acostumbrados a la luz confunden la oscuridad con la verdad y, en realidad, tienen razón" ¿Cómo que tienen razón serpiente? "Sí, lo que en sus cavernas pasa es verdad para ellos, lo único que olvidan es que son sólo una parte del laberinto y que afuera hay luz infinita para todos".

¿Y si quisiera quedarme en una de esas cavernas? ¿qué tendría que hacer?

"Pero ¿por qué tortuga? ¿por qué querrías tal cosa?"

Temo tomar una puerta de este laberinto que me llene de desdichas y malos sentimientos, quienes viven en las cavernas siempre están felices, no temen perder nada y logran todo lo que añoran.

"Tal vez tortuga, sólo recuerda que cada quien tiene un destino y quizá no todos sabemos vivir en las cavernas, así como no todos saben cómo vivir en la luz, todas las puertas de las cavernas están abiertas para nosotras dos, pero quizá son esas puertas las que nos llenen de desdichas y malos sentimientos"

Entonces dime mi querida serpiente ¿cuál es nuestra suerte? ¿tengo un destino?

"Eso tortuga, sólo tú lo puedes responder... ¿te has consultado a ti misma?"

Sí, pero mientras más me interrogo, más dudas tengo y menos sé lo que pensaba saber, algo dentro de mí me aleja una y otra vez de las cavernas, como si mi destino fuera entrar y salir para aprender de sus verdades.

"Siendo así, mi querida tortuga, cuando regreses a ellas, tendrás muchas cosas que contarles a todas tus amigas tortugas; sólo recuerda que lo importante es el eco de la luz que resuena dentro de tu caparazón".

Y tú, serpiente ¿cómo supiste cuál era tu destino?

"Al encontrarme contigo y escucharte".

Así, la tortuga mágica pasaba días enteros con su amiga serpiente y le contaba las aventuras de todas las puertas y cavernas que visitaba. Se habituó tanto que dejó de pensar en el incierto futuro. Dejó de angustiarse por esas puertas de libertad que no dejaban de aparecer ante sus ojos y aceptó su destino.


Y tú ¿tienes destino?

Hasta mañana tortugas.
mlojiux@yahoo.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dios mío, estaba meditando acerca de mi camino espiritual y me vino la imagen de una Tortuga. Por intuición busqué en el buscador y di con tu Blog, y este artículo que es el mejor consejo que podía recibir en este momento.

Gracias!!!!

Lo pondré en mi blog, citándote por supuesto.

Es maravilloso!

Bendiciones!

Otra Tortuga