domingo, 9 de diciembre de 2007

una cuestión de verdad

Queridas tortugas:

Tras una semana de ausencia y preparándome para ausentarme otra más, les puedo contar que la verdad se diluye en el entramado de filósofos y médicos que deciden su valía. Lo cual es una paradoja porque no hay verdad sin comunidad, al menos no para nosotros, seres de conciencia limitados por nuestro lenguaje para vivir y compartir. Lo cual me lleva a pensar que no, necesariamente, se trata de la verdad cuando ésta se diluye en criterios inverosímiles pero contundentes. Probablemente, cuando esto ocurre se trata de nuestro miedo a la verdad. Nuestra duda ante lo real y concreto, acostumbrados a las certezas de la razón. De ahí que seamos tan reacios a escuchar la verdad.

El único camino es ceder de ella lo necesario para alcanzar a la razón e invitarla a recuperar aquello que cedimos. Confiar en que, si es verdad, se mantendrá intacta en nuestro fuero interno y si algo logra raptarla, no era tan bella como creíamos. Es con la propia vida que se entrega el alma al saber. De ahí que, cuando se nos revela, nos volvemos dueños de nuestro destino y liberamos el corazón para amar. No importa cuántas prisiones más este corazón tenga que visitar, algo me dice que libre brillará.

Y tú ¿quieres saber la verdad?

MAGIA, HAZAÑA y LUZ están preparándose para festejar la navidad.
mlojiux@yahoo.com

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