domingo, 1 de febrero de 2009

finales felices...

Sin embargo, más allá de estas anécdotas aisladas que hemos vivido o sabido, el caballito de mar que somos es más fuerte que la foca que, también, en nosotros habita. Finalmente, es nuestra voz interior la que hace eco del mal que resuena a nuestro alrededor. Sólo la música del corazón tiene el valor de escuchar, más allá de la resonancia, la fuerte necesidad que como humanos compartimos: ser felices.

¿Es la felicidad una parte acabada y perfecta? ¿el final de un largo viaje? ¿una manera de viajar? ¿un instante? ¿una condición vital? ¿una recompensa? ¿una fortuna del destino? ¿un azar demoniaco? ¿un precio? ¿un galardón? ¿una fantasía? ¿un estado de ánimo? ¿una forma de vida? ¿un síntoma de salud? ¿el acuerdo entre lo que quiero y lo que puedo? ¿el compromiso entre lo que debo y lo que necesito? ¿la complicidad entre quien soy y quien quiero ser? ¿es una escala multivariada de alegrías, con picos discordantes de estruendosa dicha y senderos constantes de armoniosa paz? ¿es ganar? ¿es tener? ¿es amar?... ¿es crear? ¿reproducirse? ¿replicarse?... ¿es dominio? ¿solidaridad? ¿egoismo? ¿generosidad? o es acaso un invento de los cuentos de hadas... simple y llanamente. Quizá sólo es la válvula de escape ante las frustaciones del vivir... y la negación ante el dolor de los esfuerzos.

Aún así... es tan real que quién dudaría por un instante ser feliz!!!!


Y tú ¿cómo vives la felicidad?

Hasta mañana!!




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