jueves, 2 de abril de 2009

dilucidar

nuestro actuar...

para entretejer los hechos dados (de facto), en el camino por hacer corresponder la idealidad de nuestras imágenes evocadas con la certeza de objetos y realidades, es, quizá, uno de los esfuerzos de vida que definen la mortalidad humana con mayor exactitud. Por ello, la narrativa, que de cada cuento de vida emana, es el placer de descubrir la infinita libertad del pensar; tras aceptar el límite de experimentar...

Experiencia posible, ineludiblemente, en mediación.


Y tú ¿cómo vives tu imagen?

Hasta mañana tortugas mágicas...


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