lunes, 4 de enero de 2010

nuevos territorios

Nos cuesta hacernos otros, más cuando no sabemos qué nos espera del otro lado del umbral elegido. La incertidumbre, la precaria duda ante lo desconocido y el temor son los tres compañeros inevitables de toda gran decisión. Precisamente, porque al elegir dejar atrás una etapa de vida, una parte de nosotros muere con ella, para así lograr renacer a un nuevo amanecer.

"El cruce de las grandes aguas" implica estar dispuesto a dejar los territorios conocidos e incluso despedirse de los bellos rincones del bosque que a cada uno habita, pero esto no es malo, ya que todos los espacios cumplen su cometido y la vida, con el amor que la alimenta, es capaz de reinventar, una y otra vez, el ethos y los paisajes que te acompañarán al nacer a un tiempo elegido.

En días de resolución, lo más importante es poder darse el tiempo para descansar y, en soledad, abrazar lo perdido para recibir lo ganado. Recuperar, así, para ti... todo aquello que quieras conservar.


Y tú ¿cómo dueles tus transiciones?

Hasta mañana mágicas tortugas!


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