lunes, 5 de diciembre de 2016

día 5...

sin fumar...


Y confieso que hoy sí es un día difícil. Realmente quiero prender un cigarro. Aparece la gran incógnita: ¿por qué dejar de fumar si es un hábito tan pero tan placentero? 

Lo más obvio puede ser porque es saludable, porque es bueno no tener vicios, porque es lo que los parámetros sociales aceptan como "correcto"... Aunque definitivamente, hay una sola respuesta: porque uno no quiere más... 

Es como todo lo que llega a su fin. Son ciclos que se cierran. No importa cuánto quisiéramos postergarlos...simplemente se acaban. No importa cuánta nostalgia sintamos de todo lo que se escapa de nosotros junto con cada uno de los hábitos que renunciamos...una vez que éstos llegan a su fin. Simplemente... llega el día de decir: ya no más...

Como cuando terminan los amores no correspondidos por muy grandes que hayan sido. Como concluyen las relaciones amorosas por muy hermosas que se hayan desenvuelto. Para dar lugar a un nuevo y más grande amor. Para regalarnos la posibilidad de encontrar al fin nuestra verdadera historia de vida. De encontrar al fin a ese ser que da sentido a todos los sueños perdidos y que vuelve real todo aquello que siempre quisimos que fuera verdad. 

Ese ser que sí nació para nosotros... y que siempre supimos que estaba en algún lugar esperando por nosotros... tanto como nosotros esperamos por él. Y que confundió nuestro rostro y nuestro nombre... tantas veces como nosotros confundimos el suyo... 

Esta es la magia de todos los adioses... la certeza del nuevo amanecer que nos arropará con mucha más belleza y alegría de lo que algún día fuimos capaces de imaginar. 


Y tú... ¿todavía crees en el amor verdadero?





Feliz semana llena de magia y festejos...
Un abrazo inmenso queridas tortugas.



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