Entre festejos y festejos termina el año y empieza un nuevo ciclo vital. Los ánimos renovados y las muestras de cariño y amor se rebosan. Así, vamos recuperando día a día la rutina y preparándonos para lo que nos depare las alegrías por venir. Siguiendo el camino de la estrella de oriente... con la esperanza de ver las sorpresas que la magia del destino tenga para cada uno de nosotros.
El deseo se abraza con la ilusión de todos los nuevos propósitos. Con la serenidad del continuo palpitar que sólo sabe recibir el ocurrir de las cosas. Con la calma de quien sabe que, sin sobresaltos, llegan las nuevas emociones de paz y que incluso el entusiasmo ahora se saborea sin prisa.
Será un año de recibir y sentir... la dicha de ser.
Y tú... ¿qué le has pedido a los reyes magos?
Feliz navidad...
... feliz 2020.
Fuerte abrazo
lleno de magia
de tortuga.
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