viernes, 2 de junio de 2023

suerte...

 ... y azar.



Érase una vez un colibrí travieso. Dormía bajo la Tierra para conservar el brillo de su pelaje. Tenue, fosforescente... tonos pastel azulado: el morado tornasol violeta lo caracterizaba. Al despertar, cuando el Sol se oculta (para regalarse del otro lado de la Tierra), este pequeñín decide nacer, viene acompañado de un alma gemela y un ciento de crías. Cual caja de doble tuerca se abre su hogar para su vuelo alcanzar... trae el mensaje del despertar y la noticia de que bajo el suelo se traza el signo de su nombre cual guarida celestial. Y cada mañana roba un poquito de geranio, un poquito de bugambilia, mucho girasol y de vez en cuando lirios y alcatraces. Ríos y océanos celebran su llegada. Las olas se complacen tocando las campanas en el ocaso del atardecer. El cauce del torrente de los arroyos resuena con la fuerza de la piedra que pule cual noble gema en la aurora del amanecer. El grillo de la esperanza: aquel que resplandece como césped claro y suave... visita la selva dejándose mirar bajo una roca encantada dentro de una cueva de sal en donde la luz brilla traslúcida como si se tratase de una ventana. Sin afán, muestra el poderío de su forma... cual esqueleto de savia se desplaza y a la vez: vuela. En su dejarse mirar: la suerte deja de ser azar. Le siguen aquellos que gozan del marrón cual corteza viva -medianos o menores; anchos o delgados. Éstos, en cambio: se regalan para anunciar abundancia y fecundidad. Y se congregan sin más. Al ritmo del canto del colibrí; quien susurra los misterios prósperos del buen amor; el despertar, lo celeste, las campanas, el ocaso, el dulce estruendo, la aurora, la esperanza, lo fecundo y próspero, la anunciación y el encanto elevan el coro nocturno... que abre paso al resplandor de las luciérnagas, que se cobija a la luz de la Luna, mientras juegan con las ramas de los árboles dotándolos de luminosidad. El bosque se engalana y su plumaje trastorna todo en algarabía y misterio cual recitación de una noble mar. Al compás del viento de agua... cuando se torna en lluvia fresca y el día se rehace.






Y tú... ¿descubres las señales: sin azar?




Santo viernes
y feliz noche:
afortunadas
tortugas.
Hasta mañana...
No dejar
de bailar cuando
escuchen
a la sirena cantar.
GRACIAS






"pendant la éternité"



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